Guerrero, el laboratorio del miedo II

Intereses empresariales nacionales e internacionales, que van desde la minería, el fracking, la privatización de recursos naturales y hasta el trasiego de Amapola, pasando por la generación de energía hidroeléctrica y la siembra de cultivos transgénicos, están con la mira puesta en el estado de Guerrero. Entidad con por lo menos 3 millones 183 mil 548 personas -el 90% de la población del estado- sobreviviendo en la pobreza y pobreza extrema. De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación, se reporto que las multinacionales mineras que operan en México tuvieron ingresos por 552 mil millones de pesos entre 2005 y 2010, sólo desembolsaron 6 mil millones de pesos en impuestos, poco más del 1% de sus ganancias, describió en su informe de 2010.

El laboratorio social del miedo en Guerrero experimenta las más diversas formas de terror para el control social y están funcionado. Los pueblos de este estado han sido determinantes en las guerras de la independencia, la Revolución Mexicana, y en la historia reciente con los levantamientos armados encabezados por Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, ya en los años noventa se sabe de por lo menos tres guerrillas que continúan reivindicando demandas sociales en el estado.

El video que acompaña este segundo reportaje, muestra los efectos del miedo inducido e interiorizado a través de todo un complejo proceso de terrorismo de estado hacia la población, en este caso de la capital del estado de Guerrero. En conjunto con los demás testimonios y la investigación que acompaña esta segunda entrega, conoceremos algunas de las formas y métodos con los que el estado mexicano, continúa imponiendo el modelo de necropolítica-capitalista a pesar del descontento y desacuerdo de la mayor parte de la población.

El pasado 20 de Marzo, un grupo armado ingreso por la mañana a la telesecundaria Cuitláhuac, ubicada en la colonia Frontera de Acapulco, además de robar pertenencias, dinero y celulares, se dieron tiempo para cortar el cabello a las alumnas y maestras de la escuela.

Ese mismo día 100 vecinos de los poblados de Laguna de Huayenalco y de San Bartolo, en San Miguel Totolapan abandonaron sus hogares y se fueron desplazados por temor a la extrema violencia que se vive en el municipio.

Esa misma mañana fue ejecutado un taxista a balazos en la colonia Candelaria del municipio de Chilapa. De acuerdo al conteo del periódico el Sur, en lo que va del 2018 suman 36 homicidios en Chilapa en los que presuntamente estuvo involucrada la delincuencia organizada.

El día anterior, el 19 de Marzo, fueron ejecutadas 5 personas en distintas colonias de Acapulco, una de ellas completamente desollada, además de un herido en una balacera contra un sitio de camionetas de pasajeros.

Y así, podríamos hacer un recorrido en retrospectiva que nos muestre diariamente la verdadera dimensión del terror que se vive en Guerrero. Tanto así, que incluso en Noviembre del 2017 los burócratas de la Fiscalía General del Estado, abandonaron sus labores debido al fétido e insoportable olor que despedían los más de 600 cadáveres sin identificar que se acumulan en el SEMEFO de Chilpancingo, que sólo tiene capacidad para albergar 250 cadáveres.

Mientras tanto, de acuerdo a la revista Proceso, el dirigente estatal del PRI Heriberto Huicochea Vázquez está generando ganancias millonaria por el cobro al gobierno estatal, del también gobernador priista Héctor Astudillo Flores, 6 millones de pesos por un periodo de 15 años, de la  renta del panteón La Paz para el resguardo de los cadáveres que aún no cuentan con la debida identificación. Este lucrativo negocio se comienza a expandir en todo el país. En Tamaulipas recientemente se inauguró el panteón forense con la llegada de 400 cadáveres. Así, se completa un cuadro siniestro donde se puede lucrar incluso con la muerte y donde continúa desenvolviéndose la corrupción de este sistema de la necropolítica mexicana.

Las razones del miedo.

El tratado de la argumentación elaborado por Chaim Perelman en 1959, desentraña minuciosamente la labor principal de quienes por profesión se dedican a convencer con argumentos:

«La argumentación abarca el razonamiento filosófico y científico que refuta los errores de otros y defiende la propia teoría. El campo de la argumentación, ocupa el ámbito propio de todas las formas de razonamiento persuasivo, desde la prédica hasta la arenga, desde la plegaria hasta el discurso, donde quiera que la razón es empleada como:

  • Defender una causa
  • Obtener un consenso
  • Guiar una elección
  • Justificar o determinar una decisión.”

La argumentación debería de ser, por tanto, el arma fundamental de funcionarios públicos y políticos para gobernar y resolver las problemáticas nacionales en la supuesta democracia representativa, en la que insisten, vivimos. Sin embargo, la realidad –no una abstracta y teórica realidad– sino, la realidad en la que decenas de millones de mexicanos y mexicanas vivimos es muy distinta. En este México donde según los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, tan solo en el mes de enero del 2018, fueron asesinadas de forma violenta entre tres y cuatro personas cada hora en el país, es decir 82 personas todos los días.

Indiscutiblemente no estamos frente al llamado estado de derecho que tanto les gusta predicar a absolutamente todos los candidatos presidenciales y funcionarios públicos. Esta realidad nos muestra claramente que vivimos en un régimen violento y autoritario, donde quien tiene la potestad de decidir quién vive y quien muere, es en principio el estado. Porque hay que decirlo; falta hacer las cuentas de clase, ¿Cuantos de los más de 250 mil asesinados o de los más de 33 mil desaparecidos en tan solo 10 años de la llamada guerra contra el narco son pobres y cuántos son de clase acomodada?

Falta mucho por analizar seriamente, pero en rango de escolaridad, por ejemplo, de acuerdo al diario El País: «en esos 10 años los hombres entre 18 y 25 años sin primaria representaban apenas 0,88% de la población, pero el 16,4% de los homicidios… Entre 2007 y 2016, murieron asesinadas un total de 133.560 personas entre 12 y 40 años de edad. De ellas, 114.700 tenían una escolaridad menor a la esperada dado su rango de edad.»

Pero ¿Por qué el estado mexicano opta por la necropolítica-capitalista como método de control social? Tal parece que cuando ya no existen argumentos que puedan sostener una mentira, el mejor aliado de empresarios, políticos y funcionarios públicos es «el miedo» como resultado de un sistemático terrorismo de estado.

El neurocientífico Wulf Haubensak, miembro del equipo del CalTech (Instituto Tecnológico de California), y quien también es parte del equipo del neurobiólogo David J. Anderson, del CalTech, y del profesor Andreas Lüthi, del Instituto de Investigación Biomédica Friedrich Miescher en Basilea (Suiza). Equipo científico que en su reciente estudio «circuito del miedo» han comprobado la existencia de dos tipos de células neuronales en la amígdala que se turnan para abrir y cerrar las «puertas» del miedo y controlan este proceso de «ida y vuelta», explica en parte de una entrevista para la revista científica Nature:

P: ¿Qué es el miedo?

R: Podría decirte que, desde un punto de vista neurocientífico, el miedo es un estado emocional del cerebro provocado por un estímulo que predice el peligro y activa comportamientos defensivos. Pero «conoces» mejor lo que es cuando lo experimentas. Es el estado más intenso en el que pueden entrar tu mente y tu cuerpo y solo tiene una meta: tu supervivencia.

Sí, sobrevivir y ¿De qué es capaz de hacer el ser humano con tal de sobrevivir? Múltiples experiencias documentadas muestran que para lograr la sobrevivencia, incluso en circunstancias atípicas, hay humanos que han comido a otros seres humanos.

Es por ello que el terrorismo de estado en sus múltiples manifestaciones (narcotráfico, militarización, tolerancia cero, paramilitarización, etc.) se encarga no solo de aterrorizar a determinados segmentos de la población, también se encarga de que por medios oficiales o no, el resto de las personas que no vivió directamente la experiencia la conozcan y sepan perfectamente que están sujetas a vivirla en carne propia, en cuanto su comportamiento lo amerite y/o el estado así lo decida.

De tras de la Cámara de Gessel.

La Comisión de la Verdad para la Investigación de las Violaciones a los Derechos Humanos durante la Guerra Sucia de los años sesenta y setenta en el estado de Guerrero, creada en 2011, tuvo una corta duración y su informe final en Octubre de 2014 es apenas una pequeña muestra de las distintas técnicas de terror de las que es capaz de infundir el Estado mexicano. El laboratorio social en el estado de Guerrero no es reciente, este informe revela incluso la realización de los llamados «vuelos de la muerte» donde de acuerdo a testimonios de militares revelados por la Comverdad, cerca de mil 500 personas algunas vivas, que fueron arrojadas al mar, algunas otras ejecutadas previamente en la base militar de Pie de la Cuesta, en Acapulco.

Enrique González Ruiz, quien fuera presidente de la Comverdad, declaro públicamente que: «El jefe de la estación de la CIA desayunaba todos los días con el extitular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), Miguel Nazar Haro, para darle seguimiento a la guerra sucia desatada por el Ejército en Guerrero».

Hecho que no parece tan distante cuando en julio del 2017, Mike Pompeo director de la Central Intelligence Agency, mejor conocida en todo el mundo por sus siglas en inglés, como la CIA, declaró:

«Pero basta señalar que estamos muy optimistas de que pueda haber una transición en Venezuela, y nosotros en la CIA estamos haciendo lo mejor de sí, para entender la dinámica allá para que podamos comunicársela a nuestro Departamento de Estado y otros, los colombianos. Acabo de estar en Ciudad de México y Bogotá la semana antepasada, hablando sobre este tema precisamente, intentando ayudar a entender las cosas que podrían hacer para poder lograr un mejor resultado para su rincón del mundo y nuestro rincón del mundo”.

Y más recientemente en Enero de 2018 Pompeo advirtió que: «la CIA trabajará especialmente para enfrentar “riesgos políticos” que pudieran presentarse en América Latina y México.»

El trabajo secreto de la CIA continua y cada vez es más evidente, con estas declaraciones publicas de su propio director. Sin embargo, no es nada nueva su intervención en los asuntos políticos de nuestro país, así como sus intenciones y propósitos. El agente secreto de la Central Intelligence Agency (CIA),  Philip Burnett Franklin Agee, quien realizó operaciones encubiertas en Uruguay, Ecuador y México contra las organizaciones políticas de izquierda, narra en su libro Inside the Company, refiriéndose específicamente al caso mexicano que le toco vivir:

«Washington DC, 20 de Diciembre de 1966.

Debido a la importancia estratégica que tiene México para los Estados Unidos, su tamaño, su proximidad y abundancia de actividades de sus enemigos, la estación Ciudad de México es la más grande de todo el hemisferio. Tiene unos quince oficiales de operaciones con cobertura del Departamento de Estado, además de unos doce funcionarios sin cobertura oficial, fuera de la embajada. Se suman a estos, una cantidad de oficiales de apoyo, en comunicaciones, servicios técnicos, asistentes de inteligencia, empleados administrativos y secretarios, que hacen que el personal de la estación ascienda a unas cincuenta personas.

Operaciones de enlace.

Lo más importante dentro del programa operacional es el proyecto LITEMPO, que está administrado por Winston Scott, jefe de la estación desde 1956, con la asistencia de Annie Goodpasture oficial del caso, que también ha estado en la estación por varios años. Este proyecto abarca una complicada serie de programas de apoyo operativo a diversas fuerzas de seguridad civil mejicanas, con el propósito de intercambiar información, realizar operaciones conjuntas y elevar constantemente las funciones de seguridad pública y recolección de información interna del país.

A la cabeza de la operación LITEMPO está el presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, que ha trabajado estrechamente con la estación desde que fue ministro de gobierno, durante la administración de Adolfo López Mateos  (1958-74). Entre Díaz Ordaz y Scott se ha desarrollado una estrecha relación de trabajo.»  (pp 404)

El 30 de mayo de 1984, el asesinato del periodista Manuel Buendía, quien fuera un férreo denunciante de los pasos de «la CIA en México» , marca un hecho significativo que sirve de ejemplo, para analizar que la necropolítica capitalista en México, no es solo un mote teórico de moda, que pretenda ajustar la realidad a la teoría, sino que resulta ser una ventana, que nos permite entender como ha sido posible la continuidad en el poder de una clase política y empresarial que gobierna este país a través de un régimen totalitario y militarista, disfrazado de democracia representativa.

Juan Rafael Moro Ávila Camacho descendiente de una prospera familia Priista jalo el gatillo, y de acuerdo con Granados Chapa:

«El Moro Ávila se acercó sigiloso a Buendía, y tiró del faldón de la gabardina para dificultar los movimientos del periodista y asegurarse de que no portaba blindaje alguno. Empuñaba una pistola poderosa, una Browning de nueve milímetros, con la que disparó hasta cinco veces. Por instinto defensivo, como si pretendiera usar su propia arma, y por el efecto físico de los disparos, Buendía giró hacia la derecha, por lo que los balazos tuvieron trayectorias diferentes. Lo ultimó, uno tan certero como el resto, que le perforó el pulmón. Buendía se desplomó. Moro Ávila caminó un breve trecho, como si nada, y puntual apareció la motocicleta a cuyo asiento trasero subió.»

El 13 de junio de 1989 es detenido José Antonio Zorrilla Pérez, quien fuera director de la Dirección Federal de Seguridad cuando el Moro Ávila asesinara a Buendía. El asesinato del periodista había sido planeado y ordenado por José Antonio Zorrilla, porque el periodista estaba a punto de revelar públicamente los nexos de la DFS con narcotraficantes y esta investigación lo involucraría directamente. Unas horas después del asesinato de Manuel Buendía, sus oficinas fueron allanadas por agentes que desaparecieron toda la documentación de sus investigaciones recientes. Zorrilla montó en su momento todo un escenario donde al más puro estilo mexicano, detuvo a varios «chivos expiatorios» para culparlos del asesinato del periodista.

Tan solo algunos meses después del asesinato de Manuel Buendía, Rafael Caro Quintero se fugaba a Costa Rica el 9 de marzo de 1985 bajo el amparo de las credenciales de la Dirección Federal de Seguridad, firmadas por Zorrilla Pérez.

En Febrero del 2009, durante el sexenio de Felipe Calderón, fue liberado Juan Rafael Moro Ávila Camacho, quien además afirma que su vida en prisión fue de lujo, nunca probo la comida del rancho e incluso dentro del Reclusorio Norte mantuvo una banda de rock y pudo establecer un estudio de grabación.

En el sexenio de Enrique peña Nieto, en septiembre de 2013 fueron liberados José Antonio Zorrilla Pérez quien dejó la cárcel después de 24 años de reclusión, por ordenes de la juez de Ejecuciones y Sanciones del Reclusorio Varonil Oriente Belem Bolaños, quien ordenó que Zorrilla Pérez quede bajo custodia en su domicilio.

Y un mes antes, el 9 de agosto de 2013 fue liberado Rafael Caro Quintero de la prisión de Puente Grande, Jalisco. Quien actualmente es identificado por la DEA en su más reciente informe Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas 2017 , en el que se afirma que el Mayo Zambada y Rafael Caro Quintero son los lugartenientes del Chapo Guzmán y encabezan células que se encargan de recibir y controlar la distribución de droga para ese grupo en Phoenix, Arizona.

En diciembre del 2017 Roberto Álvarez Heredia vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, afirmaba a los medios, que por lo menos 15 agrupaciones criminales se disputan el control para el trasiego de drogas en la entidad, para llevarla hacia Estados Unidos donde ha crecido mucho la demanda de heroína, afirmó. Guerrero es el estado donde se produce más del 60% de amapola del país, el más violento de todo México y el segundo lugar nacional en pobreza y pobreza extrema.

Descubrir el complejo entramado de intereses detrás del laboratorio social que significa el estado de Guerrero es una labor sin dudas titánica. Pero quizás estas pequeñas pistas puedan ayudar a no dejarlo pasar sin estar atentos y atentas a lo que ocurre en la entidad, porque quién sabe, quizás pronto podamos percibir estrategias de control social similares en nuestro entorno.

Guerrero, el laboratorio del miedo I

Guerrero, el laboratorio del miedo II

Guerrero, el laboratorio del miedo III