Michoacán. Las tardes de domingo en Buenavista Tomatlán transcurren sin muchos sobresaltos desde que el levantamiento armado de una parte de la población desterró a los Caballeros Templarios. Si no lo hizo de manera minuciosa, por lo menos abrió una tregua indefinida en la que las personas que habitan las distintas comunidades de este municipio, pueden salir a pasear por las calles o a comer en alguno de los locales que poco a poco van reavivando el panorama cotidiano. En la plaza central de la cabecera municipal, hay puestos que venden tacos y chavindecas, aguas de frutas y maíz tostado. El sol no deja de calentar esta tierra, es un calor seco, lleno de tierra, un ambiente que se mezcla con el paso de grandes camionetas y las canciones de banda y norteñas que salen a todo volumen desde las ventanillas.
Esto es más o menos lo que uno puede encontrar un domingo cualquiera. Se trata del momento posterior a un levantamiento armado, aunque parece que vuelve la calma, muchas cosas se reacomodan y otras tantas se generan por primera vez. No es fácil ubicarse en la parte baja de la ola, que luego de la euforia de la batalla, deja muchas tareas por hacer. Es ahí que se posiciona este suceso, aparentemente normal.
Héctor Guerra es un músico ecléctico, una suerte de caja de resonancias múltiple que potencializa ritmos y tradiciones musicales de todo tipo, desde sonidos más cercanos a la escena kinky de la península ibérica, hasta la diversidad que Latinoamérica le ha otorgado. Basta escuchar la presentación que se hizo de él en las calles de Buenavista Tomatlán.
Hace pensar en una miscelánea, colores y letras diversas, mezclas de todo tipo y letras que van desde el amor hasta las luchas que sostienen pueblos indígenas como los wixárika o los p’urhépecha. Sus piezas musicales son muestra de ello. Tal vez no hacen falta tantas palabras, sino por ejemplo, escuchar el trabajo que ha construido con el Pachamama Crew.
En un contexto de reconstrucción, justo donde la “cultura” ha estado muy asentada en los narcocorridos y la parafernalia de las armas y el poderío machista, es deseable y preciso que la gente se acerque a más propuestas. El hecho de que Héctor Guerra y su Pachamama Crew hayan tocado la noche calurosa del domingo 2 de marzo es significativo porque hace pensar en la posibilidad de generar intercambios musicales de otro tipo. Un año ha pasado desde que la batalla contra los Caballeros Templarios iniciara y con mucho ánimo los habitantes de este lugar empiezan a disfrutar nuevos ritmos.
Las más de 300 personas que se reunieron aquella noche en la plaza central del poblado, lo recibieron con los brazos abiertos y bailaron cada una de las piezas que constituyeron este concierto casi espontáneo. Los lazos solidarios del pueblo de Cherán también fueron determinantes para que esto sucediera. Por primera vez en muchos años, las distintas regiones comienzan una comunicación distinta a la de la desgracia. Ya no sólo los hermana la lucha contra el crimen organizado sino también las propuestas musicales y de solidaridad que se gestan poco a poco.
A decir de uno de los asistentes al concierto, «este tipo de eventos no pasaban nunca, nomás narcocorridos o las fiestas organizadas por los jefes de plaza de los Templarios, para nosotros es muy importante que pase esto porque le da a la juventud otras posibilidades, le muestra que hay más cosas». Varios de los que bailaron sin parar fueron niños y niñas y entre estas voces, una niña de siete años nos comentó que: «a mi me gustó mucho que pudiéramos bailar en la plaza como en la fiesta del aniversario. Ya no tendremos miedo, ahora vamos a bailar».
Como parte de una iniciativa entre el Comité Ciudadano de Buenavista Tomatlán (esfuerzo civil de organización popular), el Consejo Ciudadano de Autodefensas de este municipio y algunos enlaces hechos por parte de comuneros de Cherán, habrá música para rato. Están por confirmarse por lo menos cuatro conciertos más, ahora también en otros municipios como Tepalcatepec, Los Reyes y Peribán. Comienza un proceso de descubrimiento musical que también va removiendo conciencias y que va comunicando la necesidad de mantener la organización social para evitar que el terror del crimen organizado regrese. La historia de estas poblaciones se irá reescribiendo de a poco, al parecer, con un ánimo musical que va del hip hop al dancehall y visceversa.
Escucha más música de Héctor Guerra en el siguiente enlace: https://soundcloud.com/hector-guerra-pachamama