#MéxicoEstadoCriminal Domingo de protesta en el epicentro del dolor

Texto y video: Sari Dennise / Fotografías: Amaranta Marentes y Lucero Mendizábal

 

El pasado domingo, 30 de noviembre de 2014, protestas diversas –articuladas en exigencias aunque no en organización– se realizaron en el centro de la Ciudad de México.

La primera de ellas, «México: Estado criminal», consistió en la pega de retratos de cada uno de los 43 estudiantes que secuestró y desapareció la narco-policía municipal de Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014. Sin embargo, la acción no se concentró solamente en la exigencia de presentación con vida de los jóvenes sino que buscó –como lo han hecho muchas otras protestas recientes– denunciar que, si bien Ayotzinapa se ha vuelto un caso mediático, las desapariciones forzadas, a manos del Estado, son muchas más; y la responsabilidad no recae sólo en pequeños grupos de políticos coludidos con el narco, sino en toda la estructura gubernamental mexicana.

Esta actividad, que consiste en pegar retratos en espacios públicos, se organizó en colaboración con Inside Out Project: proyecto que promueve la intervención artística comunitaria en el espacio público: «transformando mensajes de identidades humanas en piezas de arte», desmitificando la figura de los artistas como genios creativos.

Como elementos artísticos, esta acción involucra a la estética, a la sensibilidad y a la creatividad. Como comunitario, aquello que promueve la interacción, el diálogo, la participación colaborativa y el entendimiento de el/la otra. Así, en su conjunto, se trata de hacer, usar, vivir el arte y la creatividad desde propuestas no individualistas, competitivas ni elitistas –como las academias al servicio de la industria y los mercados promueven– sino que fortalezcan los lazos humanos.

Aunque las «galerías de arte efímeras» (en las calles) –que ha realizado JR en varias partes del mundo y de donde nació este proyecto– son abiertamente políticas y en muchos casos, de denuncia, gran parte de las intervenciones que se han realizado con Inside Out Project alrededor del mundo tienen un carácter más relajado, lúdico y cotidiano: carteles con retratos de niños y adolescentes afuera y en sus escuelas, habitantes de un barrio, etcétera. Aunque también se han tocado temas como desplazamiento y prisión política.

Fotografía: Amaranta Marentes

Fotografía: Amaranta Marentes

La premisa es que el mundo está lleno de microhistorias qué contar. El retrato fotográfico, como herramienta, permite «congelar» expresiones humanas que son parte de dichos relatos. El fotocollage y su colocación en el espacio público hace posible la experiencia comunitaria de intervenir el espacio colectivo, además de generar un ambiente del que los habitantes y transeúntes que no se involucren explícitamente también serán partícipes. Finalmente, estas acciones se registran en fotografías y/o videos que se comparten en internet. Así, la comunicación-sensibilización fluye por canales físicos y digitales; y miles de personas son parte de las acciones, de manera vivencial o como espectadores.

En el caso específico de la pega de retratos en el Zócalo del DF –que no es la primera que se realiza en México– la actividad es parte de una protesta-grito que se ha vuelto necesario y cotidiano. Se trata, esta vez, de mirar los rostros de 43 de las más de 20 mil personas desaparecidas –«ni vivos ni muertos»– a causa del Estado criminal en todos sus niveles.

En una sociedad profundamente lastimada, en guerra contra el pueblo, donde la represión, el despojo, la criminalización y el sometimiento violento que ejercen los gobernantes ha llegado a límites inimaginables, colocar los rostros de los desaparecidos en el espacio público es conocerles, «las miradas nos obligan a humanizar el horror, a mirarlo de frente y empaparnos de empatía».

La actividad se realizó con profunda indignación pero con ánimo sereno:

Para nosotros es muy importante poder pegar estos retratos en la plancha del Zócalo y justo con el asta bandera como centro, pues porque creemos que estamos un poco en el epicentro de esta geografía de crisis y de dolor que nos está llevando a todos.

…..

La importancia de pegar estos retratos es reconocernos en todas estas caras, el volverlos a ver, y el que no se nos olviden. No nadamás son los 43, nos faltan miles.

La existencia de por lo menos otras tres manifestaciones simultáneas –una sesión de dibujo con niños, una cátedra abierta de profesoras y profesores de varias universidades (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UAM y otros) y una rodada combativa– hizo palpable que no sólo en las grandes movilizaciones y acciones globales de solidaridad la población que habita el territorio mexicano está protestando, en una jornada «dominguera», el hartazgo se entrelaza con la vida cotidiana.

Arte «para poner el mundo al revés»

Lxs niñxs protestan

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Cátedra abierta

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Rodada combativa

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