Ascención, Chihuahua, 9 de julio de 2012. Los pobladores de la región noroeste del estado de Chihuahua tenían programada una reunión con la representación de la Policía Federal (PF) en esta comunidad. Con anterioridad hubo encuentros entre estas dos partes y los resultados habían sido mínimos: apenas esta nueva cita y la reducción, casi a cuentagotas, de las extorsiones que esta institución cometía a lo largo de la carretera que une los municipios de Galeana y Casas Grandes, pasando por Lebarón y Nuevo Casas Grandes hasta llegar a la combativa comunidad de Ascención. Muchos años llevan los pobladores de esta zona presentando sus quejas al mismo tiempo que pierden el fruto de su trabajo a cambio del miedo que los agentes ofrecen en cada extorsión, en cada revisión. Cada que un agente de la Policía Federal de Caminos –y de otros que presuntamente pertenecen a otras corporaciones– exige una cuota por el uso del camino se demuestra que este país ha perdido sus instituciones y se pretende instaurar la deshumanización como modo de vida.