Una nación en movimiento

“El arte, puesto que es una actividad esencial para la vida humana,
no puede ser ni es privilegio de unos cuantos”

Diego Rivera

Siempre he soñado con cosas grandes… y luego se volvieron realidad

Fueron cinco días en los que Saner parió/pintó un mural, nosotros los enfermeros/coordinadores/pintores de brocha gorda ayudamos un poco en ello, y el proceso fue de ensueño,  como cuando se concibe un hijo (aunque no sé cómo sea eso) pero me lo imagino. Los días bajo el intenso sol, las comidas compartidas, los cafés en la mañana, las jornadas de sol a sol y las danzas al cruzar la calle de una lado al otro, fueron cosas que se vivieron en los días de trabajo junto a Saner.

Desde la emoción que sembró el avistamiento del primer boceto hasta el día de la finalización del mural, la magia estuvo presente. Fueron días de arduo trabajo, de visitas amenas, de compañías divertidas, de reacciones inesperadas, la mayoría de ellas muy buenas. A muchas cosas te enfrentas cuando sales a pintar a la calle, sobre todo a la crítica, se entra a un espacio público en el cual todos formamos parte y por lo tanto podemos opinar de ello. Creo que esa es una de las razones más fuertes por las cuales creo que el muralismo, el arte callejero, el graffiti, las pintas, etc., son hechas por personas valientes que no se pueden guardar lo que traen dentro, que se tienen que expresar y qué mejor que en las calles, que es en donde la vida se da de manera natural.

Saner es un artista compartido, con su tiempo y con su espacio, en el tiempo en con el que pudimos convivir con él siempre se mostró y portó abierto ante las preguntas que los curiosos le hacíamos, humilde y preciso en sus respuestas y divertido en la convivencia, entregado en su trabajo mostró un gran amor al dejarnos su arte en Morelos.

Comentarios como ¡Está bien vergas! ¡Qué chido! ¡Ya hacía falta algo así en Cuernavaca! ¡Nadie había hecho algo tan diferente! ¡Sigan así muchachos!¡No desperdicien la pintura de esa manera!, niños gritando desde sus coches, ¡Qué bonito!, miradas sorprendidas, de admiración, de desapruebo, de gusto, cabezas giradas hasta más no poder desde las ventanillas de los autos, dedos gordos arriba, ojos observadores, por segundos, por minutos, por horas y por días, vimos nacer a los personajes que conformaron una nación en movimiento. La felicidad de la señora de los tlacoyos, sus bendiciones y observaciones, el asombro de los oficinistas y el disfrute de los tenderos que tienen en frente el mural fue una de las cosas más bonitas que se vivieron.

Después de terminar el mural algunas reacciones que se expresaron me hicieron pensar en las interpretaciones que la gente le da al arte que Saner plasmó en el muro de la Unidad Deportiva del Miraval, como bien es sabido, uno de los elementos más importante dentro de su obra son las máscaras, las cuales están fuertemente influenciadas por culturas indígenas, y por elementos que, en una sociedad mayormente católica y reservada, como lo es la mexicana, hace que haya ruido a la hora de observar.

Sin embargo, estos elementos son básicos en su trabajo, las máscaras como lugares para guardar secretos y significados, las máscaras como complementos de nuestro ser en ésta dimensión y otras, las máscaras como protección, como representación de nuestro verdadero ser. Día a día veíamos nacer nuevos personajes, en algunos casos completarse y en otros esperar a que la máscara les escogiera, ya que era el último elemento que terminaba de pintar en sus personajes.

Algunas de las máscaras como la de un cráneo de guerrero águila nos hacen pensar en la muerte. A algunas personas no les gustó eso aunque se mostraron felices al ver la totalidad del mural.  Otra niña se acercó a preguntar ¿Por qué no pinto algo más deportivo? Ya que los personajes como obreros, abogados, niñas, deportistas, seres míticos y religiosos se mezclan en una danza maratónica que incita al movimiento, no solo de nuestro cuerpo, sino también de nuestras ideas, de nuestros sueños , creo que éste tipo de provocaciones son más que necesarias para poder reactivar nuestra sociedad cada vez más aletargada por los medios masivos de comunicación y por la falta de una verdadera educación, en palabras de Saner, el concepto de Nación en Movimiento:

“Aborda al deporte desde una visión diferente, no sólo como una acción de diversión, salud o competencia, sino, como una actividad que mueve a toda una nación, sin importar a que nos dediquemos, el hecho de realizar esta actividad para generar una conciencia para un cambio de país y un cambio de actitud, Una evolución de la generaciones mexicanas, ayudadas por la disciplina, compromiso y responsabilidad, primero en el organismo para pasar ser parte fundamental de una sociedad en movimiento”.

La importancia de hacer muralismo con sentido social

La relación entre el muralista y el espectador, es muy importante pues abre el diálogo de la interpretación, la provocación, da pie a un mar enorme de interpretaciones que dando un combustible visual correcto pueden ayudar a un cambio social. El cambio estético en los lugares cotidianos hacen que los murales sean un elemento subversivo al ir a contra corriente del sistema de consumo, al incitarte a pensar, a reflexionar, a disfrutar tu espacio y no querer huir de él, sino más bien querer vivir en él.

El mural que nos ha regalado Saner, así como la grata con-vivencia ha agrandado el corazón de los involucrados en este proyecto, dejándonos un gran aprendizaje y mucha felicidad en el corazón.

Por Gabriela Martínez Flores