De Bolivia hacia la frontera con Perú: Una larga marcha obrera en búsqueda de sus derechos laborales

Trabajadores bolivianos en marcha hacia la frontera con Perú. Los despojos y las explotaciones no se ubican a partir de las fronteras políticas impuestas

Cerca de 200 trabajadores de la  Planta Industrializadora de Leche (PIL) de los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, iniciaron este jueves una marcha denominada: «Por el respeto a nuestras leyes y derechos laborales” que había planteado primero llegar  hasta la frontera con el Perú, y luego, de ser posible pasar hasta la ciudad de  Arequipa en el vecino país.

Las marcas de la maquila y del trabajo temporal, las heridas que deja la explotación de las empresas transnacionales, las marcas del trabajo mal remunerado, en fin, las señas del capitalismo mundial actual, son las que dictan que la obrera, el obrero, no puedan conocer el rostro de aquello o aquel que lo explota, ¿quién es el patrón de esta fábrica? ¿como saberlo si los accionistas están  miles de kilómetros fuera del país?. En carne y hueso solamente  se pueden ver a los «administradores» que han dicho a lxs trabajadores de la PIL de los tres departamentos del país, que no van cumplir con las leyes laborales y derechos que los asisten.

Es por eso que éstos han iniciado una marcha que llegará por lo menos a la línea fronteriza hacia el Perú, porque los dueños de la empresa están allí, se los ha identificado por fin. Si el negocio millonario no tuvo ni tiene fronteras y el irrespeto a los derechos laborales tampoco, mucho menos las tendría que tener la lucha, pero los estados nacionales también marcaron los hitos para cuando hay que atrapar a un emigrante ilegal o en los hechos no permitir el paso de casi 200 personas que reclaman sus derechos.

El blanco negocio del Grupo Gloria (o lo que significa beber un vaso de leche en el capitalismo)

Algo tan simple como tomar un vaso de leche, salida de una lata que lleva el logo del Grupo Gloria, (a la cual, por su puesto, no todxs pueden acceder), tiene detrás suyo una larga historia donde ingresan los trabajadores bolivianos y todo el proceso de «capitalización» (privatización) de la década de los 90.

En 1996,  las PIL de Cochabamba y La Paz, así como la PIL de Santa Cruz en 1999, que eran parte de lo que fue la Corporación Boliviana de Fomento, fueron privatizadas, bajo el artilugio nominal de «capitalización», por  el Grupo  Gloria S.A. En el caso de Santa Cruz, la operación se consolidó finalmente en 2004, cuando se funde con las PIL de La Paz y Cochabamba, creando la actual PIL – ANDINA S.A. (http://www.pilandina.com.bo/) Sucedía lo mismo con muchas otras empresas nacionales de transporte, de producción hidrocarburífera, de producción minera, etc., la cuales fueron vendidas a otras poderosas transnacionales

El ahora denominado Grupo Gloria, creció a paso doble a partir del negocio de los lácteos. Tiene como accionista principal al grupo José Rodríguez Banda S.A., (fundado en 1967 por el empresario peruano Vito Rodríguez), que había sido una gran empresa dedicada al transporte de leche evaporada hasta 1985, año en el que compra la mayoría de las acciones a Nestle Suiza, la cual hasta ese momento se constituía en la mayor accionista de Gloria S.A. Posteriormente la empresa cambia el nombre al actual, Grupo Gloria, e incursiona en diversos rubros de producción y comercialización de productos así como en el área de servicios: farmacéuticos; alimentos (helados, chocolates, etc., mediante la compra de la empresa D’Onofrio que luego venderá a la transnacional Nestle); papel y cartón; yogur y varios productos lácteos (con la compra de INDERLAC, procesadora de leche), construyendo grandes complejos industriales donde invirtieron 20 millones de dólares, (expandiendo a su vez las regiones de donde obtienen de los ganaderos el producto básico, la leche); cemento; nitrato de amonio;azúcar; tableros aglomerados y de transporte en el Perú (http://www.grupogloria.com).

Este crecimiento está relacionado con otros grupos empresariales. Han tenido convenios de producción – comercialización de productos con las marcas Bella Holandesa y Yomost en 1999. Así mismo en el año 2002, junto a la compañía norteamericana Dean Foods Company (http://www.deanfoods.com/our-company/about-us/brief-history.aspx) compró las empresas que eran parte de la Corporación Suiza de Puerto Rico. La presencia del grupo también está en Colombia mediante la compra de las acciones de Algarra S.A; en Ecuador con la compra del 75% de las acciones de Lechera Andina S. A.; y en Argentina, con la compra del 50% de las acciones del Lácteos Santa Fé, fundando la Compañía Regional de Lácteos Argentina S.A. (CORELAC)

Toda esta maraña de intereses empresariales, y enormes inversiones, tiene como base la explotación de trabajadores tanto en Perú como en Bolivia. Pero aún más, los nombres que los trabajadores peruanos de la empresa azucarera Cartavio perteneciente al Grupo Gloria, dieron a las “inversiones” y el “crecimiento” propugnado por la empresa, fueron los de “monopolio” y “mega latifundio” (Pronunciamiento del Sindicato de Trabajadores del Complejo Agroindustrial Cartavio S.A.A http://1.bp.blogspot.com).

¿Y lo obrero en Bolivia?

El nuevo mundo obrero en Bolivia está lejos de las antiguas grandes fábricas y campamentos mineros. Según un informe del CEDLA, el empleo en Bolivia entre el 2008 y el 2009, creció sobre todo en los sectores de “servicio doméstico”, “familiar”, “semi empresarial” y “empresarial”  constituyendo éstos 90,4% en 2008 y el 91,4 el 2009,  (donde el trabajo familiar es el mayoritario en ambos años) , mientras que el empleo estatal se redujo de un 9,6% a un 8,6% (Silvia Escóbar y Bruno Rojas, ¡No hay derecho! Situación e los derechos laborales en Bolivia, 2009, CEDLA, 2009.).

Mujeres, jóvenes y niño-as, son ahora el grueso de los trabajadore-as que sostienen familias y pequeñas industrias. “Cuenta propista”, “informales”, trabajadoras a destajo, subcontratada-os, son los nuevos rostros de la obrerización, producto de la aplicación de las medidas neoliberales después de 1985, con el decreto 21060.

Los trabajadores asalariados que aún tienen contratos temporales en empresas fabriles, están sometidos a la reglamentación que en realidad, sigue poniendo ciertas cláusulas para garantizar las ganancias de las empresas como Grupo Gloria o las del rubro de la minería entre muchas otras.

En este panorama, los multitudinarios y combativos sindicatos de las grandes empresas se disolvieron luego de la histórica “Marcha por la Vida” de los trabajadores mineros en 1986. Los tiempos de la reorganización obrera atravesaron momentos importantes como en 1996 en la conocida “Masacre de Navidad”, donde trabajadores mineros y comunarios del Norte Potosí, protagonizaron la primera toma de mina e intento de autogestión en las localidades de Amayapampa y Capasirca. Luego, el 2000, en la ciudad de Cochabamba, se visibilizó durante la Guerra del Agua, la importancia de la reorganización obrera fabril a partir del reconocimiento de las nuevas formas de explotación capitalista y las condiciones en las que se hallaban las y los trabajadora-es. Aquí, la Federación de Fabriles, se convirtió en un espacio de discusión de mujeres trabajadoras con sueldo a destajo, y en general de grupos juveniles, universitarios, y otros, que discutían también temas como el de los recursos naturales.

Es un proceso sin duda muy duro de politización de estos espacios. Los sindicatos de trabajadores que quedaron luego de la debacle de los años 90, viven ahora en medio del tiempo del tiempo de las propuestas comunitarias, indigenas y campesinas, pero también hay indígenas que son obreros  y obreras.

Las organizaciones sindicales han estado atravesadas por peleas y pugnas de las dirigencias fabriles como de la Central Obrera Boliviana, (instancia mauyor a la cual están afiliadas), en el gobierno del Movimiento Al Socialismo, a la cabeza de Evo Morales. Este tiempo, no se ha visibilizado más que esporádicamente y no de manera profunda las problemáticas obreras. Es por eso que hasta el dia de hoy, 31 de marzo, los trabajadores sindicalizados marcharon reclamando la abrogación del 21060, ingresando en polémica con los representantes del gobierno nacional, según los cuales ya se ha eliminado dicho decreto. Afirmaciones muy cuestionadas por los trabajadores.

En medio de estas movilizaciones no demasiado contundentes, se ha sumado el problema en PIL Andina S.A. Y se perfilan otras del mismo corte.

Como parte de la dinámica interna de lo que puede pensarse como “movimiento obrero”, el 2010, los trabajadores del Grupo Gloria en Bolivia, se organizaron y conformaron el Sindicato Nacional de Trabajadores de PIL (SINTRAPIL) en los tres departamentos. Ya desde septiembre de 2010 habían anunciado que iniciarían protestas si es que la empresa no escuchaba sus demandas (http://www.eldeber.com.bo/2010/2010-09-20/vernotaeconomia.php?id=100920012132). En marzo de este año, se declararon en movilización nacional, declarándose en huelga y convocando a una Marcha internacional, que podría llegar hasta el vecino país del Perú, donde, han señalado, se encuentran los dueños de la empresa que capitalizó las productoras e industrializadoras de leche.

Las exigencias son:     

–       pago de utilidades

–       pago triple por dominicales

–      recargo nocturno

–      salario equitativo, que debe ir de acuerdo a normas laborales nacionales.

No son los únicos en reclamar, los trabajadores peruanos denunciaron el incumplimiento de Grupo Gloria a sus derechos laborales (http://www.agriculturaenmarcha.com/agricultura/grupo-gloria-maltrata-a-trabajadores-de-san-jacinto,http://marlenesamatelo.blogspot.com/2010/12/acusan-grupo-gloria-de-violar-derechos.html,http://sanjacintoporspero.ning.com/profiles/blogs/grupo-gloria-no-tiene-voluntad).

Otras acusaciones pesan sobre dicha empresa, como la agresión patronal que denunció el Frente de Lucha de Cartavio (centro azucarero perteneciente a este grupo), durante la huelga de fines de 2009, donde gente de la patronal habría logrado cortar el agua a la población y, según denuncias de los trabajadores, intervinieron la movilización con pistoleros hiriendo a varias personas (Comunicado del FRENTE DE LUCHA DE CARTAVIO,  La verdad sobre la agresión patronal contra los trabajadores de Cartavio, diciembre de 2009).

La huelga de los trabajadores de PIL Andina en Bolivia, ha sido declarada ilegal por los empresarios a través de sus representantes, y han anunciado que recurrirán a instancias gubernamentales que hagan cumplir la ley.

Aquí se ponen en discusión por lo menos dos cosas: en primer instancia, la existencia de condiciones laborales y más aún, de un espacio de lo “obrero” que no esta siendo discutido como parte también fundamental de todo el proceso vivido en Bolivia estos últimos años, pero que de alguna manera se está reorganizando, sobrepasando a las mismas organizaciones laborales. En segunda instancia, por tanto, que éste nuevo mirar a este espacio no puede seguir en los cánones que hasta ahora estan vigentes, dentro de estructuras sindicales que no reconocen que hay nuevas maneras de existencia de obrerización sin salario fijo, a destajo, sin derecho alguno. Estructuras que que además están inmersas en pugnas por el apoyo o no al gobernante Movimiento Al Socialismo. Por tanto, la dimensión de la “reorganización” rebasa a entender ésta como mera estructura y cúpula dirigencial, como quedó evidente en la lucha contra el gasolinazo de diciembre de 2010.

El planteamiento de los trabajadores de arribar a la misma Arequipa, en Perú, (y que luego tuvo que reducir su expectativa y llegar a a interpelar en la frontera a la transnacional Gloria), es de por sí sugestivo, para repensar y reactuar sobre las diversas dimensiones de lo obrero y de la lucha, lo cual también pasa, claro que sí, por el proceso interno y decisiones de los propios trabajadores de SINTRAPIL y de otras organizaciones y la gente de base de diversos sectores.

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