Estamos aún en puerto Varador, porque se vino un surazo increíble, hace frio, más que en La Paz y el camino a San Ignacio de Moxos está totalmente barroso, como una pista de jaboncillo derretido, no podremos salir sino hasta esta tarde. La marcha es de 300 personas aproximadamente y el día de ayer arribó otra delegación de 22 personas del TIPNIS, de la cual no se tenía noticia alguna. Dicen que hace falta que llegue una barcaza grande más, trasladando otras 30 personas más.
Nos dieron de regalo unas toronjas deliciosas traidas directamente desde el TIPNIS. Si la lluvia continúa, no podremos salir hasta que el camino esté seco. Anteayer hablé con HIlario, compañero trinitario que viene con nosotros en la marcha. Él fue a Buenos Aires para intentar trabajar con uno de sus tíos que es abogado. Me dijo que la gente de la ciudad «parecen zombies»: «¿Vos sabés como son los zombies, no?, tienen ojos brillantes, son feos, flacos y con caras blancas»; de entrada me hizo gracia su comentario, porque las percepciones de un trinitario en una ciudad gigantesca como esa quizas también sean las percepciones de un citadino que va a visitar el TIPNIS.
Y precisamente, nuestros ritmos, tiempos, esperanzas y formas de vida son muy diferentes, cuando supimos que la delegación del TIPNIS estaba por tres días varada en el río, y viajando a duras penas para la marcha, una persona quizá pensaria que está mal y que todos deberian tener derecho a trasladarse rapidamente en carros. Sin negar que es cansado navegar dos días para llegar a tu comunidad, las civilizaciones del agua lo perciben de manera diferente, y con tiempos más lentos y cíclicos.
Una de las formas más nocivas de destrucción del medio ambiente llegó con los coches que transitan y oxigenan las venas del capitalismo, con la gran era del petróleo, creadora de jeques enriquecidos e imperios. Sin embargo este otro «imperio» donde reinan los ríos, es un espesor histórico, atravesado también de contradicciones y cruzado con el eje colonialista.
La lucha que se emprende primero es una lucha contra los mismos grandes límites de nuestras percepciones sobre la política y la vida. La política que aquí esta muy ligada con partidos tradicionales como el MNR, la ADN, Convergencia Nacional, etc., y que representan un gran desafío para el movimiento de bases. Este movimiento puede ser una puerta hacia nuevas maneras de comprender la organización, o quizá pueden ser también una puerta que se cierra, porque las élites juegan sus cartas.
De cualquier manera, Si bien los «cívicos» radicales, pretenden revivir gracias al movimiento indígena, el MAS no salió de la lógica tradicional de cualquier partido para relacionarse con el movimiento indígena: se negocian puestos, se llevan prebendas y se aplica la política de la plata, el pisco y el palo, para que, como quién dice, nadie se salga de huacal.
La marcha pretende continuar aunque es inicierto lo que se viene. Muchos marchistas que estuvieron ya en la VIII Marcha, volvieron a participar, por puro coraje, porque el gobierno no ha cumplido con la ley 180 ni con la Constitución que los pueblos indígenas defendieron incluso a costa de sus vidas del 2006 hasta el 2008, cuando se peleó por los derechos indígenas (entre ellos el de la «consulta previa»), contra los grupos de choque armados, los mismos años en que, paradójicamente , se firmaba sin aviso ninguno, y menos consulta, el contrato con la constructora brasileña OAS, para la ejecución del proyecto caminero Villa Tunari- San Ignacio de Moxos, por medio del Territorio Indigena Parque Nacional Isiboro Sécure.
La lluvia ya no cae pero esperamos que se despeje el cielo y podamos irnos rumbo a Chaparina, donde la marcha debio haber partido desde un principio. También esperamos las movidas de ajedrecista que hará el gobierno, para debilitar o impedir la marcha.
También puedes consultar: www.territoriosenresistencia.o
[…] temperaturas y por el surazo, hace más frío que en la altiplánica ciudad de La Paz, tal y comotestimonió nuestra corresponsal de SubVersiones. La movilización indígena tiene los ánimos altos, pero precisa urgentemente de carpas grandes […]
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