Cinco son los colores del maíz, cinco son las direcciones de la cosmogonía sagrada wixárika y cinco fueron las funciones gratuitas y al aire libre en diferentes puntos del país que conformaron la gira de lanzamiento del documental «Huicholes: Los últimos guardianes del peyote».
La última proyección fue en el Distrito Federal, el pasado sábado 24 de mayo, en el Monumento a la Madre. A pesar de la lluvia, un gran público asistió a ver el documental. Al finalizar, después de 2 horas 20 minutos (que es lo que dura la versión exhibida), el director de fotografía, José Andrés Solórzano nos contó ahí que «la idea de hacer las proyecciones al aire libre fue de Hernán y Paola [director y productora del documental], pero se trata un poco de retomar los espacios públicos; es importante también que hayan sido gratuitas, intentar llevar el cine de otra manera, un lanzamiento para la gente, donde no hay grandes figuras públicas, sino que venga la raza y vea la película, que es lo más interesante de esto».
El documental fue exhibido en Real de Catorce, Estación Catorce, San Andrés Cohamiata, Guadalajara y Ciudad de México. En los primeros tres lugares, el público no fue menor a 500 personas, según estimaciones de Hernán y Andrés, lo cual superó las expectativas dado que los pueblos constan de una población bastante reducida.
«En Real de Catorce fue la primera proyección de la gira […], ahí es donde está todo el conflicto, ahí está el presidente municipal Moreno Arriaga y llegaron los de la minera, los ejidatarios, los wixáritari. A pesar del viento, nadie se fue, [aún cuando] la película es larguísima», afirma Andrés.
También, en la proyección en D.F., platicamos con Hernán Vilchez, quien considera que la respuesta de quienes ya la vieron, aunque aún son pocos, ha sido de mucha emoción. «Nosotros teníamos miedo de pasar alguna barrera, de mostrar quizá algo demasiado íntimo, pero bueno ellos [los Wixáritari] nos lo dicen «eso tenemos que mostrarlo ya, porque si no nos mostramos, nadie nos conoce y no nos van a respetar y lo que nos está pasando y nos pasó siempre, nadie sabía quienes éramos, qué hacíamos, por qué, éramos unos locos que comemos hikuri y nada más. En cambio si saben exactamente ciertos detalles, vamos a poder defender de otra manera todo esto». Entonces están muy contentos, me parece».
Andrés, por su parte, cuenta que para él la película significó empezar en el activismo de alguna manera. En una ocasión, rumbo al Cerro del Quemado, Ignacio, uno de los que iba en la peregrinación, le dijo que debería pedir algo. «Nosotros de alguna manera caminamos ese sendero siguiendo las tradiciones porque era importante, para estar en sus sitios sagrados, y que lo hiciéramos como ellos nos decían. Empecé a pedir que me dieran la fuerza para con lo que yo hago luchar por México, de alguna manera».
«Luego vino lo del 11 de mayo [las protestas en la Ibero en contra de la visita y la candidatura presidencial de Peña Nieto, en 2011], entonces también fue como un llamado para, con productos audiovisuales, generar un poco de consciencia, un llamado a la acción. Como si alguien me respondiera “ahí está”. Entonces, con mis compañeros se empezó a organizar lo de Más de 131 y empezamos a participar en lo audiovisual. Esto fue como un inicio y ahora se acaba esto, se acaba la película, que fueron 3 años. Es un ciclo que se cierra y a ver qué pasa. Cuando la gente lo vea también que den un pasito y se cuestionen qué pasa con su alrededor».
Hernán, nos comentó su sentir: «Cuando ellos [los Wixáritari] nos dijeron de hacerla, yo pensé que era una historia magnífica porque juntaba todos los elementos como para ir y ver a dónde lleva: cómo son, qué es el hikuri, qué es un chamán, cómo es la megaminería y, bueno, que sería importante para los que son de México más aún, porque la historia pasa acá en una parte fundamental del país desde el punto de vista económico, del turismo y por la biodiversidad, pero aparte lo cultural, increíble porque, neta, Wirikuta es puro wixárika.
Espero que ayude a generar un poco de consciencia sobre todo en la responsabilidad de cada uno, los jóvenes especialmente, porque son los que tienen las riendas de nuestro destino. El mundo está en un momento donde hay que empezar a generar consciencia, a generar acciones concretas, positivas, y trabajar en comunidad con relación a todo lo que nos rodea, si no ¿a dónde vamos? Ellos nos lo dicen todo el tiempo».
Yo namás tengo una pregunta ¿por qué utilizaron lapalabra huicholes y no wixarika? Namás saber cómo llegaron a esa decisión. Enhorabuena, saludos.