La situación no es fácil, pero los comuneros que buscan reactivar el proyecto social y político en Santa María Ostula esperan que este contexto regional les permita un margen de respiro y el respeto a sus derechos, no sólo vitales sino políticos. Es decir, el cálculo es que no se desate una nueva cacería selectiva y que en todo caso, la situación sea permisiva para un diálogo político con reconocimiento de la comunidad de Ostula como sujeto capaz de llevar a cabo su propio proceso, los acuerdos internacionales lo avalan e incluso la legislación mexicana marca como posible un camino de autonomía frente a la estructura partidista tradicional.