Una mirada Butoh a la dictadura de Pinochet

En agosto de 1945, el mundo conoció realmente lo que significaba un ataque nuclear: Hiroshima y Nagasaki, ciudades víctimas de las bombas atómicas que arrasaron con la vida; miles de personas murieron  y otro tanto de millares de heridos. Se estima que del 15% al 20% de personas afectadas fallecieron por enfermedades y envenenamiento a causa de la radiación.

Los estragos del gran hongo continuaron por generaciones, la población nacía enferma; un gran número de sobrevivientes perdió parte de la razón debido al impacto.

Siendo uno de los capítulos más dolorosos para la historia japonesa, estos acontecimientos se han abordado de forma directa a través de documentales, películas, música y mangas. Pero algo más nació.

De las técnicas dancística y teatral surge una forma de expresar el dolor, nacida directamente de aquello que el pueblo japonés vivió con el bombardeo: el Butoh o danza de la oscuridad.

Las temáticas que la danza Butoh utiliza se ubican entre lo material y el alma. “El Butoh es una vanguardia que crea, con imágenes de pesadilla, una danza donde los movimientos se eternizan en estampa y los contenidos alcanzan la densidad expresiva de verdaderas esculturas cinéticas.” [i]

Dentro de lo técnico, este tipo de danza controla la respiración y cada parte del cuerpo, el ritmo que varía con la historia de la puesta en escena juega con lo eterno y violento.  Los bailarines utilizan talco en todo el cuerpo para pintarlo de blanco, color que representa la muerte para la cultura japonesa.

Situación: 11 de Septiembre en 1973 en Chile. Augusto Pinochet traiciona a Salvador Allende y le arrebata violentamente el poder, convirtiendo a Chile en un régimen represivo y dictatorial militar; asesinatos, desaparición forzada, presos políticos y un número no determinado de injusticias acontecieron durante esta dictadura.

La compañía “Ruta de la memoria” es un colectivo chileno teatral que a través del Butoh busca representar temáticas de esta época. Este año llegaron a México con la obra “Cuerpo quebrado”, en la que presentan el caso de tres mujeres embarazadas desaparecidas y torturadas: Michelle Peña, Reinalda del Carmen Pereira y María Cecilia Labrín. La función tiene una duración de 45 minutos y al finalizar se tiene una sesión de preguntas y respuestas con el público, las participaciones de la gente generalmente comienzan con lo emotivo y desgarrador de la presentación. Una pregunta (casi forzosa) gira en torno a ¿cómo toma el público chileno la representación? Natalia Cuellar, directora de la compañía responde que se trata de una obra que representa mucho dolor, pero que es necesario darle voz ya que en los años de la dictadura y posteriores hubo mucho silencio.


[i] «Danza Butoh», disponible en línea.