Nuevo ataque contra la organización comunitaria en la región Costa-Sierra michoacana

Actualización, 08 de febrero de 2017, 12:46 PM: Nos informan desde el terreno que liberaron a los siete comunitarios de la Costa-Sierra en Michoacán. Gente de Santa María Ostula y las comunidades aledañas confirmaron el rescate. Seguiremos informando en Twitter y Facebook.

Según varios testigos, hacia las 3:30 de la madrugada del pasado 5 de febrero, miembros de la Secretaría de Marina (SEMAR) «levantaron» y entregaron al crimen organizado a cinco policías comunitarios de San Pedro Naranjestil —localidad perteneciente al municipio de Aquila, Michoacán—, que hacían labores de vigilancia en el retén de Tizupan, sobre la carretera federal 200. Sus nombres son Abigail Farías Fernan, Crispín Francisco de Aquino, Saúl Fabián Meraz Martínez, Eleno Valencia Zambrano y Francisco Carreón Valencia. La SEMAR como era de esperarse, negó su participación.

Posteriormente los criminales le enviaron un mensaje vía telefónica a Germán Ramírez, comandante de la policía comunitaria de Santa María Ostula y director de Seguridad Pública del municipio de Aquila, para plantarle que estaban dispuestos a dejar libres a los secuestrados si les eran entregados 21 rifles de alto calibre, retiraban el retén de Tizupan y se presentaban con ellos dos personas para negociar.

Horas más tarde, la comunidad de Santa María Ostula denunció el hecho y anunció que mantendría un bloqueo sobre Triques, otro punto de la carretera federal 200, para impedir el paso de transporte de mineras y transnacionales, así como a elementos de la marina y el ejército. Esto como medida de presión para lograr la liberación de los secuestrados, pues en su experiencia los intereses de todos estos actores y los criminales coinciden. En un comunicado su asamblea expresó:

Jesús Cruz Virrueta alias El Chuy Playas, Fernando Cruz Mendoza alias El Tena y José María Cruz alias El Tunco son los nombres de los criminales que mantienen privados de su libertad a los 5 comunitarios, aunque es necesario subrayar que fueron elementos de la Secretaría de Marina quienes realizaron la captura, igual que el 19 de julio de 2015, cuando junto con elementos de la Secretaría de Defensa de México realizaron un operativo contra la población que se manifestaba contra la ilegal detención de Cemeí Verdía. En aquella ocasión, elementos del Ejército dispararon contra la población civil, provocando la muerte de Hedilberto Reyes García y lesiones en al menos 10 personas, como lo determinó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la recomendación 65/2016 en diciembre pasado.

A la par de ello el presidente municipal de Aquila, José Luis Arteaga Olivares, levantó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado y le envió una carta al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Juan Bernardo Corona Martínez, en la que solicitaba apoyo para realizar un operativo de rescate. Dicho operativo comenzó este 6 de febrero, pero aún no se tienen resultados.

Por desgracia, en la noche del 7 de febrero diversos medios reportaron que fueron secuestradas dos personas más, cuyos nombres son Madaleno Valencia Zambrano y Francisco Javier Valencia Cisneros, quienes iban a negociar la liberación de los cinco policías comunitarios plagiados el pasado domingo. La información les fue proporcionada en entrevista por el propio Germán Ramírez.

Semana santa del 2014, torneo anual de surf en La Ticla, comunidad perteneciente a Santa María Ostula, en el municipio de Aquila, Michoacán. La policía comunitaria es la encargada de la seguridad desde febrero de ese año, a lo largo de toda la costa nahua michoacana. Fotografía: Regina López

Semana santa de 2014, torneo anual de surf en La Ticla, comunidad perteneciente a Santa María Ostula, en el municipio de Aquila, Michoacán. La policía comunitaria es la encargada de la seguridad desde febrero de ese año, a lo largo de toda la costa nahua michoacana. Fotografía: Regina López.

Breve contexto

Para comprender mejor lo anterior debemos recordar que la rebelión en contra del crimen organizado que sacudió gran parte del estado de Michoacán entre 2013 y 2014, rindió sus mejores frutos en la parte norte de la región Costa-Sierra. En municipios como Aquila, Coahuayana, Chinicuila; y localidades como Pómaro, San Juan Huitzontla y Santa María Ostula; el proceso de construcción o reconstitución de una policía que obedeciera a los pueblos y no a los criminales, avanzó mucho más.

En ello tuvieron mucho que ver las comunidades indígenas presentes en la región, ya que su apuesta por lo colectivo les permite mantener una vigilancia constante hacia sus autoridades. Esto es particularmente visible en Santa María Ostula, una de las más golpeadas por el crimen organizado, pero que a partir de 2014 no a dejado de fortalecer sus instituciones de carácter comunitario.

Sus pobladores supieron aprovechar muy bien el impulso del levantamiento, pues en poco tiempo reactivaron su guardia comunal y expulsaron de su territorio a los «malandros», logrando establecer una coordinación con otras autodefensas, policías y guardias comunitarias del municipio de Aquila y de la región Costa-Sierra, que funciona hasta la actualidad.

Un poco de suspicacia

Cualquiera con un poco de suspicacia se preguntará: ¿porqué el Estado mexicano se empeña en facilitar el camino del crimen organizado y obstaculizar el de las comunidades?

El 20 de agosto de 2014, un periódico de circulación nacional reportó que hasta ese momento habían sido detenidos 146 funcionarios municipales y estatales —incluido el ex gobernador interino y ex secretario de gobierno Jesús Reyna García—, acusados de ser cómplices del crimen organizado. Ello no hubiera sido posible sin el accionar de miles de michoacanas y michoacanos, quienes tuvieron que empuñar las armas para hacerse escuchar, lo que propició la intervención del gobierno federal.

No obstante, éste también desarticuló las resistencias que surgieron en gran parte del estado, integrando a los autodefensas más dóciles y reanimando a criminales que habían sido relegados por los Caballeros Templarios. De ahí que a partir de lo sucedido recientemente en la región Costa-Sierra michoacana, sus pobladores presientan que su intención es continuar con dicho plan.

Para muchos y muchas es evidente que tanto el gobierno federal como el estatal, ahora encabezado por Silvano Aureloes, prefieren tratar con nuevas mafias, antes que con comunidades organizadas, cuyas autoridades y cuerpos de seguridad responden a concejos y asambleas comunales. Todo indica que criminales como El Chuy PlayasEl TenaEl Tunco, son menos peligrosos para sus intereses.

Fotografía: Regina López.