16 de febrero, La Paz, Bolivia. Cyborg Kanashiro, representante de la comunidad Candelaria Madidi Ecológico, junto a otros activistas medioambientales, denuncia megáfono en mano el asesinato de por lo menos 100 jaguares en el Parque Nacional Madidi, ubicado entre las provincias Abel Iturralde y Franz Tamayo, al noroeste del Departamento de La Paz, Bolivia. La muerte de los felinos es producto del incremento de la caza para el tráfico de sus colmillos.
El 2011, de manera inusual, varios jaguares fueron vistos en lugares poblados del Madidi, amenazando y atacando a los animales de granja, e incluso uno de ellos atacó a una persona. Preocupados, los habitantes avisaron del caso a las autoridades competentes, las cuales recomendaron espantar a los animales… con petardos. Desde luego, los habitantes no quisieron prestarse a semejante maltrato. Desde entonces, todos los intentos para que las autoridades tomen cartas en el asunto han sido vanos.
La marcha se aproxima al edificio del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. En el transcurso, Cyborg Kanashiro recuerda en el altavoz que desde 2011 se le dijo al ministro que era necesaria una reunión pública y que si no había presupuesto para proteger a la fauna habría que buscar voluntarios. El gobierno no quiso escuchar y los felinos siguieron arribando a las comunidades, ante la mirada atónita de los pobladores, quienes pronto entendieron que los animales estaban huyendo de los cazadores y traficantes de colmillos. En su desesperada huida, dice Kanashiro, algunos jaguares llegaron hasta la provincia Camacho, al sur del Madidi, lejos de su hábitat.
Se han identificado de 80 a 100 jaguares muertos. También hay los que no se han contabilizado, los que se han llevado ilegalmente y todavía no se han investigado. Han tenido sacar (a los jaguares) por Santa Cruz; ha habido una depredación para que el animal pueda huir a todo lado, porque yo he tenido que traer jaguares de Camacho, de uno de los comunarios que se lo había comido su oveja; le he tenido que traer de Alto Beni que supuestamente no deberían entrar; les he traído de Apolo. Entonces a todo lado ha huido al animal siendo que su vida estaba en peligro, y por eso a nosotros nos estaban acechando, ahora esos animales ya se han convertido en huraños.
Para que todos los animales escapen tiene que haber ido harta gente a cazar, la explicación lógica que le he dado es si uno ha aparecido en Camacho, que es altiplano, que nada tiene que ver con nosotros donde han tenido que comer las ovejas; y en Alto Beni una mujer ha fallecido con un bebé, que se lo han comido. Todo esto ha tenido que ser por grandes cantidades de personas que han empezado a cazar porque por uno o dos cazadores no escapan, se pueden defender.
En notas que datan de 2014 y abril del 2015, el periódico La Razón señala que existe un mercado negro de colmillos de jaguar, los cuales se venden principalmente en China. Es así que varios lugareños en el Madidi, ante la posibilidad de ganar dinero con esta actividad, se han dedicado a cazar a esta especie declarada en peligro de extinción desde 1997. Los colmillos fueron encontrados y decomisados en 2014, en un envío en Correos de Bolivia. En este caso fueron implicados seis ciudadanos de nacionalidad china y un boliviano.
En la segunda etapa, hemos encontrado que la fiscalía había detenido a los chinos enviando por correo colmillos; casi 80 colmillos, o sea 80 animales han muerto. Después en Rurrenabaque se han encontrado una cantidad también de parte de animales y colmillos también, son los que han exportado y han enviado a China, ya se les ha identificado, no es una suposición, la fiscalía ya lo tiene, el viceministerio de la diversidad también me han explicado que ya le han hecho la citación a los chinos allá.
Desde el 2011 hasta hoy ha pasado mucho tiempo, porque eso que nuestro reclamo no existe justicia para estos animales y la biodiversidad; no solo el jaguar, cuando tú haces un proyecto grande tiene que contemplarse uno, de donde te vas a proveer de alimento, de dónde vas a proveer los productos, aunque sea un metro, cuantos animales vas a afectar y donde los vas a trasladar respetándonos cada uno.
No solo se trata de este caso. Kanashiro remarca las amenazas ocasionadas por otras empresas:
Nosotros hemos sacado una ley municipal que protegía la Madidi, es una cosa aledaña que protege al Madidi ¿Para qué le hemos hecho eso? Para que nuestras generaciones puedan sobrevivir, nosotros desde antes ya teníamos amenaza, han empezado las empresas madereras, las empresas castañeras, han venido las invasiones por el oro.
La explicación del caso continúa y en un manifiesto se afirma respecto a la empresa china CAMC:
El problema de la salida del jaguar de su hogar y los casos de ataque a animales y a una persona de la comunidad, coincide con el ingreso de la única empresa china en el Madidi que es la CAMC, con muchos funcionarios que llegaron de china [sic] para la construcción del ingenio azucarero de San Buenaventura, que se encuentra a tres horas de viaje por carrera hasta la comunidad.
Amazonia bajo asedio
Ante estos hechos, la exigencia central es una petición de informe de la justicia indígena originaria, para que proceda ante la depredación de su territorio, además pedirán un informe detallado al ministerio correspondiente, a la fiscalía, así como a la embajada china. Aquí, la mención sobre la presencia de la empresa china CAMC, muestra algunas señales de fondo muy importantes: el continuo y creciente tráfico de especies protegidas y en peligro de extinción, que también está ligado a un proceso más grande de ingreso de millonarias inversiones capitalistas en la Amazonia, sobre todo en estos últimos años.
El reciente denunciado caso escandaloso sobre tráfico de influencias para favorecer a CAMC, es una de las puntas del iceberg, ya que de fondo, existe otro gran conflicto referente a las consecuencias que traerán muchos de los proyectos en los cuales dichas empresas están trabajando. En efecto, están en marcha varias iniciativas que afectarán irremediablemente la amazonia. Carmen Capriles de Salvemos Al Madidi explica en este sentido que el proyecto del ingenio azucarero San Buenaventura, tendrá efectos letales sobre la fauna y la flora a los alrededores.
Por otro lado, mega infraestructuras y la explotación petrolera están en puertas. Señalamos algunos de los más importantes proyectos:
- La mega represa de El Bala, cuyos trabajos iniciales están siendo realizados por la empresa italiana Geodata Engineering, Aunque el gobierno plantea formas no tan agresivas de construcción de la mega represa, ésta afectará de todas maneras, e irremediablemente, al parque Madidi y regiones aledañas.
- La exploración hidrocarburífera en Pando, en el norte de La Paz y en el Beni, a cargo de empresas chinas (SINOPEC y BGP). También han comenzado exploraciones sísmicas 2d en Pando y Beni a cargo de la empresa estatal YPFB, siendo su procedimiento denunciado por comunarios indígenas de la región afectada.
- El gobierno nacional ha formalizado en febrero de 2016, las negociaciones respecto a la inclusión de Bolivia en el proyecto de corredor bioceánico que pasará desde Brasil hasta Perú. En caso de ser así, dicho corredor se prevé afectará la región norte de la Amazonia.
El asedio económico (y también político) a la Amazonia por parte de estas grandes inversiones, donde destaca la presencia de empresas chinas apoyadas por estados nacionales, posibilitaría la mercantilización de toda esta zona.
El asesinato de por lo menos 100 jaguares denunciado por el representante de la comunidad Candelaria Madidi Ecológico, parece una historia de muertes «pequeñas», que por lo general pasan inadvertidas, pero que son el signo trágico de la invasión capitalista de la Amazonia, agudizada en y por el gobierno «progresista» del MAS. A los jaguares se suman los osos jukumari, también en extinción, cuyo ejemplo más drámatico es el de «Ajayu», un oso que una comunidad de Cochabamba fue brutalmente golpeado y ahora se encuentra en recuperación. También están las denuncias sobre los animales envenenados en Uyuni para facilitar el paso del Dakar. Estamos ante una indiferencia generalizada por la violencia que se está ejerciendo contra la vida.
De todas esas muertes brutales se tejen la desestructuración de comunidades indígenas, su devastación, la desaparición de zonas enteras de de bio diversidad.
Se exigen investigaciones correspondientes y justicia para los jaguares, y se precisa de la organización desde abajo, sobre todo en las ciudades, porque el extractivismo, nos induce a olvidar que todas las muertes, todos los asesinatos por causa del criminal lucro empresarial o personal, son grandes, importantes y dolorosas. Este extractivismo, afecta tanto al Madidi, a los jaguares, o a las comunidades que viven cerca de un monstruo- proyecto como la represa de San Antonio Jirau en Brasil; así como a la gente de las ciudades, porque, como anotaba el periodista Raúl Zibechi, se ha constituido en una cultura general urbana y tambien rural, de consumismo y de desprecio a la vida. Justicia y organización de bases.Para que no sea el último rugido de Yaguareté
La depredación,esa perversión en contra de la vida y sus manifestaciones cala hondo en estos tiempos. Es triste que el proyecto de desarrollo de nuestra civilización este arrinconando, acabando con el esplendor de la naturaleza y sus especies. Cualquiera que tenga un poco de sencibilidad, de preocupación y de respeto por las especies animales podrá identificarse con el rugido del jaguar.