Por Caravana Mesoamericana
Vídeos de Marlene Mondragón y César Andrade
Infográfico de Salvador Tenorio
Queremos seguir teniendo esa autonomía, queremos seguirla conservando y siendo felices, porque somos felices, tal vez no tenemos dinero pero no nos morimos de hambre,
porque vamos al río y pescamos.
Habitante de Paso de la Reina, Oaxaca de Juárez
La Caravana Mesoamericana para el Buen Vivir de los Pueblos en Resistencia festeja su segunda parada en la comunidad de Paso de la Reyna Oaxaca, del 26 de julio al primero de agosto se realizó una semana de intercambio recíproco donde se compartieron se compartieron herramientas a través de talleres de tecnologías socialmente apropiadas, medios libres de comunicación y mapeo comunitario en defensa del territorio; sumando esfuerzos con la comunidad para fortalecer la autogestión, la soberanía alimentaria y la autonomía. Este reportaje es parte de la documentación realizada.
El Río Atoyac nace en el noroeste del estado de Oaxaca y baña los valles centrales antes de encontrarse con el Río Verde. Los bosques de encino, pino y mezquital cubren las montañas, las tierras están cultivadas por distintas especies de agaves, la milpa narra la historia de pueblos campesinos a la orilla del río. Al cruzar la Sierra Madre del Sur el calor nos recibe, comienza el clima selvático y con ello la cosmovisión de pueblos mixtecos y chatinos; entre distintas variedades de árboles como copales, colorines, tetechos y huizaches entremezclado con parcelas, pastizales, huertos de papaya y bananas; nos recibe el territorio de las comunidades ribereñas que habitan y defienden al gran río Verde.
Llegando a Paso de la Reina las rocas están pintadas con las consigna: «¡CFE No Pasas! ¡No y No!, ¡No a la Presa y Sí a la Vida!». Al llegar al puente del Zanate también las rocas gritan: «Por la defensa del río Verde luchemos juntos«, «Rechazo total a la hidroeléctrica».
La formas de vida de los pueblos mixtecos, chatinos y afromexicanos en la región de la Sierra Sur de Oaxaca se centran en los recursos que provienen del río Verde. Su alimentación, su economía, la forma en que desarrollan su día a día. En el río lxs niñxs se bañan y divierten, los hombres y las mujeres pescan conga (camarón) con chalmacas para llevar la comida a su hogar. Antes del huracán Paulina en 2007, la mayoría de la población se dedicaba a la venta del limón, después de perder sus plantíos, la ganadería se convirtió en la actividad principal, además de la venta de quesos frescos a los poblados cercanos.
Desde la época del porfiriato surgieron las primeras solicitudes para utilizar al río Verde-Atoyac como fuerza generadora de energía eléctrica. Siendo en 1903 cuando se conceden parte de las aguas del río y algunas franquicias para establecer plantas de fuerza eléctrica en la capital de Oaxaca. El 5 de marzo de 1938 el río Verde fue declarado como reserva nacional de energía hidráulica. Desde entonces el río se ha estudiado, modificado y contaminado en aras de lo que algunos nombran «progreso y desarrollo». Ya sea para generar electricidad, irrigar las tierras de cultivo o permitir la transformación urbana, eliminando así la vida campesina.
La Constitución mexicana establece en su artículo 27 que la generación, distribución y comercialización de energía corresponde a la nación. No obstante se corrompe lo anterior al generar reformas en la última década, legitimando el despojo, de tal suerte que se modifican las leyes secundarias que permiten la inversión privada nacional y extranjera en el sector energético. Los ejemplos son: en 1992 la Ley de Servicios Públicos de Energía Eléctrica y en 2004 la Ley de Aguas Nacionales. En 2008 fue avalada la Ley Para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Eléctrica, esta reforma incluye el petróleo, el gas, la electricidad, y todas las fuentes renovables, y no renovables de energía.
Así también la Comisión Federal de Electricidad (CFE) genera proyectos energéticos plasmados principalmente en el llamado Programa de Obras e Inversión en el Sector Eléctrico (POISE) 2007-2016, en donde se plantean la explotación de distintas fuentes tanto hidroeléctricas, geo-termoeléctricas, eolo-eléctricas, carbo-eléctricas, dentro de este programa se encuentra el proyecto de Paso de la Reina.
Las hidroeléctricas y las mineras, relación de riesgo
Existe un registro de 88 concesiones mineras en la cuenca río Atoyac-Verde, la mayoría en fase de exploración. El total de concesiones abarca 360 mil hectáreas, 20% de la superficie de la cuenca. La mayoría de las concesiones mineras son para la explotación de hierro, oro y plata. (Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca A.C.,2014). Al respecto, existe una asociación frecuente entre la generación de plantas hidroeléctricas y el funcionamiento de mineras, que opera bajo un esquema de autoabastecimiento, es decir, empresas privadas proveen de energía a la CFE y ésta a su vez es distribuida a las minas.
Desde principios de la década de los 60 comienzan a realizar los primeros estudios topográficos e hidráulicos en el territorio de Paso de la Reina para estimar el caudal del río y los ciclos de precipitación anual. Cuentan los abuelos de la región, que desde aquel entonces, ha estado acechado el río Verde debido a sus ricos recursos naturales y ambientales por parte de la CFE para verificar el potencial hidroeléctrico.
En 1996, la CFE reincidió los estudios geológicos, hidrológicos, ambientales y antropológicos del río con el apoyo de distintas universidades.
Fue hasta marzo del 2006 que la CFE hizo público el plan de construcción de la presa, la cual conllevaría una inversión de 600 millones de dólares y la construcción de una cortina de 195 metros de altura ubicada un kilometro arriba del río Verde y que afectaría 3,100 hectáreas además de 6 municipios y alrededor de 40 localidades.
Más tarde en agosto del mismo año los habitantes de la Costa se dieron cuenta de un plan más ambiciosos; salió a relucir información sobre la construcción de la «Presa Hidroeléctrica Ixtlayuca». Esta última presa se encontraría supeditada por los recursos que se producirían en la primera.
La resistencia comienza desde 2007, cuando llegó una brigada de la CFE para seguir con los estudios: «el error que cometieron fue que volcaron una camioneta del primer presidente del Consejo de Pueblos Unidos Por la Defensa del río Verde (COPUDEVER) –conformado en 2006 por todos los municipios afectados por la presa–, donde iban entre 15 y 20 ejidatarios de la comunidades; iba el comisariado ejidal, el cual resultó herido. La misma gente del pueblo llevó al hospital de Jamiltepec a los heridos, […] fueron a reclamar a las oficinas de la CFE que su gente había hecho daño y se negaron rotundamente, así se puso una demanda judicial y se cubrieron los gastos médicos». Desde entonces quedó estrictamente prohibido que empleados de la CFE entraran al ejido.
Fue hasta el año del 2008, que los municipios afectados después de no tener respuesta ante las solicitudes de información –a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI)–, que CFE cambia la el nombre del proyecto y lo denomina «Presa Cambio de Régimen». Dentro de los cambios que acompañaron esta situación se excluye al municipio Santiago Ixtlayutla, se añade al área de influencia del proyecto: Paso de la Reyna, San Pedro Tututepec y Santa Cruz, un total de 220 hectáreas afectadas y la cortina tendría 155 metros de altura con una inversión de mil cien millones de dólares.
En marzo del 2009 autoridades municipales agrarias e integrantes de COPUDEVER solicitaron información al presidente de la república (en aquel entonces Felipe Calderón) y una audiencia, sin embargo fue canalizada la respuesta a otras instancias:
«Se han pedido audiencias con el gobernador, en su momento con el presidente Felipe Calderón, se le pedía platicar directamente con ellos. Cuando Gabino Cué –el actual gobernador– andaba en campaña, él se pronunciaba a favor de los pueblos y decía que si el llegaba a ganar las elecciones estaría con COPUDEVER y resulta que ganó, llego a la silla pero se olvidó de los pueblos, se olvidó de lo que prometió. Se solicitaron tres audiencias, no respondió ninguna; al igual, al presidente y CFE también se les pidió información y todas las afectaciones que implican […] ellos cambian mucho los datos, dicen que es información protegida, que está protegida por derechos de autor, entonces creemos que todo eso es violación a los derechos, a los pueblos, pues tenemos derecho a ser informados de todo lo que se quiera consolidar en nuestra comunidad» comentó en una entrevista un integrante de COPUDEVER.
Impacto del proyecto en la cuenca del río Verde
Se estima que la población afectada directamente con el proyecto sería de 17 mil personas e indirectamente de 97 mil personas, poniendo en peligro los usos y costumbres de las distintas regiones y la biodiversidad.
«Con este megaproyecto estaríamos terminando con la vida que nosotros tenemos, el tejido social se va a romper, se perdería la asamblea comunitaria, los tequios, ya las costumbres del pueblo se perderían por que llegan otras personas y aparte, ¿de qué vamos a vivir después? […] ni nos interesa el proyecto; ¿nosotros qué ganamos con eso?. Van a ganar los que van a invertir en la obra, a nosotros nos van a dejar la desgracia». Integrante de COPUDEVER.
«Tuve la oportunidad de estar en algunas presas que ya están construidas, en Nayarit; la del Cajón, ya fui a ver la presa de Cambio de Régimen, la de la Yesca, La de San Rafael, nos llevaron a ver esas obras (CFE) creyendo ellos que al ver esas obras nos iban a convencer, pero fue todo lo contrario; nos dimos cuenta que no es cierto. Fue cuando nosotros abrimos los ojos, porque hay una serie de reglas que ellos cumplen (los habitantes donde se construyeron las obras) […] Queremos seguir teniendo esa autonomía, pues, que tenemos como ejido, queremos seguirla conservando y siendo felices, porque somos felices, tal vez no tenemos dinero pero no nos morimos de hambre porque vamos al río y pescamos unos camarones, unas blanquilla, unas mojarras». Don Jaime, habitante de Paso de la Reina.
Les compartimos:
http://radioteca.net/audio/paso-de-la-reina_un-pueblo-en-defensa-de-su-rio/