Zin Futuro: gráfica, auto-edición y cultura subterránea

En 2014, entre el 17 y 19 de enero, se celebró el primer «Zin Futuro: festín de gráfica, zines y hazlo tú mismx» en la ciudad de Guadalajara, México. El evento –convocado por varios colectivos locales con la intención de construir un encuentro para compartir obra, talleres y experiencias relacionadas con gráfica y cultura subterránea– se desarrolló como una combinación de exposiciones, diálogos, talleres, conciertos, venta e intercambio de materiales y productos.

Este año, entre el 23 y 25 de enero, individuxs y colectivxs de distintas partes del país y del mundo participaron nuevamente en la edición 2015 de esta fiesta, en la que las invitadas especiales fueron las publicaciones independientes. A continuación se presentan algunas entrevistas realizadas durante ambos años.

¿Qué es Zin Futuro?

Es un espacio abierto para cualquier expresión artística autogestiva / donde la necesidad es crear, compartir y socializar herramientas de la gráfica, principalmente, pero plasmada en fanzines, en muros, en serigrafía, en grabado… / Venimos a aprender todxs de todxs. (participantes, 2015)

Nace de un montón de esfuerzos, desde colectivos que hemos reflexionado sobre la importancia de la gráfica, hasta individualidades de la ciudad, que sus planteamientos gráficos son radicales como de muchos de los que coincidimos aquí. Unos amigos tenían la idea de hacerlo cuando, en este caso, nuestro colectivo también tenía por ahí la idea y simplemente nos conjuntamos. Uno de los principales planteamientos era dejar ver la gráfica como un medio de domesticación; porque las escuelas, instituciones y el Estado nos intentan domesticar con cierto tipo de patrones, ideas y todo. Y yo creo que puede ser como toda una marea más salvaje, ¿no? Y eso es lo que queremos demostrar con todo esto, que la gráfica puede florecer en cualquier lugar, en cualquier punto y que todos tenemos ese gran poder… creatividad, habilidad. Todos y todas lo tenemos. (C., 2014)

Durante el Zin Futuro 2015 se realizaron talleres de: tatuaje, pintura con nopal, ilustración colectiva, tintas vegetales, guardas al engrudo, grabado, deriva y fanzine, sombras y otros. Las y los participantes, además de ser parte del intercambio y venta de publicaciones, calcomanías, playeras, parches, carteles y zines, etcétera… hablaron de sus proyectos y compartieron las motivaciones detrás de los mismos. Destaca la presentación de «El canero», que se realizó en llamada telefónica con Fernando Bárcenas desde el Reclusorio Norte en DF:

La idea de un periódico independiente nacido en las entrañas de la prisión surge en un principio como una forma de romper con el aislamiento que pretende lograr la cárcel. Sin embargo, al ir creciendo la proyección en mi cabeza, se me ocurrió que podía ser una herramienta para dar voz a la población carcelaria, pues realmente existe muy poco material en las calles que denuncie la realidad que se vive en las cárceles.

Algunos ejemplares de El canero se distribuyeron a precio voluntario/solidario en apoyo a Fernando, quien se encuentra preso desde el 13 de diciembre de 2013 acusado de quemar un árbol navideño de la empresa Coca-Cola en una manifestación contra el alza a la tarifa del metro.

Piensa-tú-mismx

El término «fanzine» es una palabra anglosajona que se refiere a las publicaciones editadas por fans –admiradores, entusiastas o seguidores de algo–. Es una mezcla de fan con magazine (revista); fan-zine.

Bajo la denominación de zines o fanzines, se presentaron diversos materiales creativos –gráficos o no–, cuyo principal punto en común es haber sido realizados de manera autogestiva y, en la mayoría de los casos, por personas y colectivos que distan mucho de ser «especialistas» o «profesionales» de la industria editorial.

Los zines son algo más que proyectos independientes; son vehículos para compartir ideas, reflexiones, inquietudes, recopilaciones, creaciones; publicaciones que desafían la concentración de poder y conocimiento en unos pocos; son diálogos, susurros, gritos… que buscan cuidar o recuperar nuestras voces:

Los fanzines son una manera de autopublicarnos sin intermediarios, completar un proyecto de manera inmediata por medio de una organización informal también, por afinidad. Siento que el fanzine siempre ha sido una manera para la difusión de ideas libertarias y de lucha, y qué bueno que ha crecido el movimiento fanzinero en México. Impulsar la autonomía urbana también tiene que ver con impulsar la creatividad colectiva, el arte, las colaboraciones… me parece que refresca mucho el imaginario de lucha. (Jazael, 2015)

Yo creo que es muy importante el mundo underground en general, nosotros lo llamamos «el ghetto», en Madrid, en momentos en donde la protesta social está con bajas energías. Porque, al menos en mi contexto, ha servido para que muchas ideas, muchas formas de hacer, se mantengan y no desaparezcan a lo largo del tiempo. Y aunque sean prácticas que reducidas en cierto momento, cuando llega otro momento de explosión social (…) pues todas esas prácticas que estaban más o menos en el mundo subterráneo vuelven a salir a la luz. Y hay gente que ha estado cuidándolas y trabajándolas y en ese sentido creo que es muy importante. Y luego, creo que lo gráfico puede tener la potencia de conectar con mucha gente con la que quizá a través de lo escrito, o de los fanzines y los libros es más difícil. Yo creo que el material gráfico tiene esa potencia de ser más impactante, de hacer una comunicación mucho más directa y de ayudarnos un poco a compartir nuestras ideas o nuestros proyectos con el mundo de manera más sencilla. (Cronos, 2014)

Fotografía: Patricia Puga

Creatividad y libertad

Uno de los elementos que permeó el ambiente en ambas ediciones fue la discusión y puesta en práctica de las artes gráficas, la sensibilidad y la creación como aportes para una emancipación colectiva:

Para mí, el arte es una forma de comunicación distinta, en la cual puedes usar o inventar muchos lenguajes y códigos (…) Creo que el arte o crear cosas genera un sentimiento de satisfacción en las personas. Y si a las personas les gusta lo que crean o las creaciones de los demás, como que empiezan a tener otra perspectiva del mundo; que es diferente a la de ir todos los días a trabajar o ir todos los días a estudiar…. como que crear es una especie de liberación, para mí.

Me parece muy importante que el arte se desplace de los museos y esté al alcance de todas, todas las personas, y que la misma museografía se adecúe a lugares más alternativos. Como que el «arte» siempre hace que la gente tome una distancia… de cierta forma los museos se convierten como en cementerios, para mí. Entonces, lo que hace este tipo de eventos es que circule, la gente transite y pueda compartir el espacio.

En el mercado del «gran arte», hay algo que se sabe que se vende y de acuerdo a eso, los artistas o las artistas, hacen las cosas bajo ese patrón. Por lo menos yo, lo que hago, lo hago por el acto de crear. Y si llego a vender algo está bien pero va más allá de eso. (Aburrideitor, 2014)

Ante la educación escolarizada como herramienta para la configuración de seres individualistas, sumisos, obedientes y «competitivos»; experiencias como el Zin Futuro proponen el intercambio no remunerado de saberes y la auto-formación. Además, la perspectiva de hazlo-tú-mismo/Do-It-Yourself se combina con otras militancias y se refleja en autopublicaciones que repudian las apuestas neoliberales sobre educación, medios e información, conocimiento, consumo, política, alimentación y economía:

Como todo, con el tinte de «hazlo tú mismo o misma» y de la autonomía desde cada una, desde las individualidades y las colectividades. Podemos hacerlo y tenemos las formas, simplemente hay que compartir esas claves que hay en la manera de comunicar que cada una conoce: desde una publicación de un fanzine… que puede tener el arte de Guadalajara, hasta una que puede hablar de cómo hacer un huerto en tu casa… de lo que sea se puede publicar. O hacer tus propias playeras, hacer tus propios grabados. Porque todo eso además te ayuda a seguir siendo libre. (C., 2014)

Contra los cercos mediáticos, algunos «zines» y ediciones independientes difunden investigaciones, notas, crónicas y otras variantes periodísticas que no se reportan en medios comerciales, que usualmente sirven a los intereses del capital y de los poderosos, y además tienen como premisa generar noticias «que vendan»:

El fanzine nace como una alternativa a los medios de comunicación y es una alternativa con la que puedes comunicar demasiadas cosas y en la que puedes demostrar que existen otras maneras de ver y vivir la vida. Creo que eso es lo interesante porque, finalmente, un fanzine puede ser de lo que sea y de lo que quieras, y lo que lo mueve es lo que a ti te gusta hacer, lo que quieres proyectar y comunicar al mundo. Eso se me hace bien bonito porque cada uno puede hacer cosas distintas, compartirlas y reproducirlas con todo el mundo. Y de repente tienes un fanzine que elaboró una persona del otro lado del mundo y resulta interesante saber cómo están viviendo la vida de ese lado.

Este tipo de encuentros genera el contacto con la persona que lo creó, y eso es muy interesante. Un fanzine no se distribuye en establecimientos de publicaciones, o tal vez sí, pero casi siempre va de mano en mano y es chido saber cómo llegó este fanzine a las manos de una persona que ahora te lo está dando a ti. Esos procesos son muy interesantes y creativos. (Mujer Chunga, 2014)

Frente al conocimiento acaparado se impulsa la educación popular; frente al consumo enajenado se comparten alternativas de autoproducción, de salud natural, de alimentación sana y economía solidaria; frente al ejercicio perverso del poder se difunden experiencias de organización autónoma, de política no partidista. La recuperación de conocimientos y la generación de discursos resultan esenciales para la transformación de la realidad. Alimentar la creatividad nos ayuda a imaginar otros mundos, a hacer visibles distopías y utopías. Finalmente, hacer todo eso en colectivo nos ayuda a conocernos, tejer comunidades y luchas:

Vine aquí con la intención de difundir el trabajo que hacemos; y bueno, de aprender y ver lo que hacen las demás personas. Yo creo que de las mejores cosas que suceden en este tipo de encuentros es conocernos y pues, a partir de ello tratar de generar nuevas cosas. Simplemente saber que existimos diferente gente conectada por las ideas, la gráfica o los fanzines ya es algo que me mueve para venir. (Vlocke, 2014)

Si bien no todas las publicaciones y procesos creativos que se autodenominan «independientes» son emancipadores, en el Zin Futuro se han distinguido por ser una oportunidad más para seguir reconfigurándonos como individuos, colectivos y redes; para cuestionar las hegemonías y proponer alternativas:

Desde el principio esto es una manera de burlarnos del poder y deconstruirlo. Porque el poder nos dicta ciertas normas: cómo alguien tiene que vestir, cómo alguien tiene que producir o por qué medios tiene que producir, como por una beca hasta del FONCA, ¿no? Cuando en realidad entre nosotras mismas lo podemos hacer. Hay mucha banda super chida aquí y creo que si estamos en esas redes como de comunidad y conexión podemos confluir y hacer un montón de trabajo juntas. No necesitamos de nadie, no necesitamos mediadores. Creo que romper con los mediadores, romper con el Estado y hacer nuestro todo lo que está alrededor de nosotros. Creo que es de las cosas que más valoro de este tipo de encuentros que surgió también en la espontaneidad. También eso, hay que tenerlo super claro: la espontaneidad es clave. El Estado piensa que lo sabe todo pero no tiene nuestros cerebros, aún. Y yo creo que si damos pasos de una manera espontánea, teniendo ciertas bases y también radicalidad, podemos darle vuelta al Estado. (C., 2014)

El Zin Futuro es, sin duda, un evento que ha generado comunidad entre lxs participantes, quienes compartimos materiales y conocimientos pero también perspectivas sobre las múltiples problemáticas sociales que enfrentamos, así como una voluntad profunda por crear alternativas. La gráfica y las publicaciones se insertan como parte de cuestionamientos mucho más amplios, como un fragmento más de las actividades y compromisos diarios de los participantes por dejar de ser esclavos de la sociedad de consumo en que nacimos.