En febrero y abril del 2000, miles de personas en Cochabamba, Bolivia, protagonizaron uno de los levantamientos populares más grandes en el país en los últimos tiempos. Contra la privatización del agua, y la lucha por un manejo colectivo de los recursos naturales. El 12 de abril, luego de más de una semana de enfrentamientos con la policía y el triunfo de la gente al lograr la expulsión de la transnacional Bechtel, quedan las palabras de la Coordinadora del Agua: «El otro gran logro de esta movilización es que PERDIMOS EL MIEDO. Salimos de nuestras casas y nuestras comunidades para hablar entre nosotros, para conocernos, para nuevamente aprender a confiar unos a los otros. Ocupamos las calles y los caminos, porque somos los verdaderos dueños. Lo hicimos sobre la base de nuestra propia fuerza. Nadie nos pagó ni nos multó. Para nosotros, población trabajadora de la ciudad y el campo, éste es el auténtico significado de la democracia: decidimos y hacemos, discutimos y ejecutamos.»