Contra la violencia machista, autodefensa feminista

Afuera del edificio del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, decenas de mujeres cubiertas con paños de colores corean consignas que llaman la atención de las personas que se encuentran alrededor. Al ritmo que marca un enorme tambor y con ánimo festivo, manifiestan su enojo contra el manejo del caso de Yakiri Rubio, quien se encuentra dentro del edificio.

A casi dos meses de que Yakiri fue liberada con una multa histórica de 423 mil ochocientos pesos –acusada por exceso de legítima defensa– su proceso judicial sigue. Hoy 30 de abril de 2014, se llevó a cabo un nuevo careo; esta vez con dos «testigos» que intentan convencer al juez Fausto Favela de que Yakiri y Miguel Ángel Ramírez –su principal agresor– se conocían previamente. Además de que los relatos son contradictorios, llama la atención el peso que se le pretende dar a estas declaraciones, ya que por un lado Yakiri ha demostrado que tiene una relación estable con su novia, y un juez ha determinado que actuó en legítima defensa, y por el otro, como si por haberse conocido antes, una violación e intento de homicidio fueran menos culposos.

El reclamo que se lanza contra el sistema de justicia es que castiga a Yakiri por haberse defendido mientras protege a quienes la secuestraron y violaron. Con esto, se evidencia una postura machista y patriarcal que ignora la violencia sistématica que se ejerce contra las mujeres. Las consignas están cargadas de enojo e impotencia de quienes viven y conocen las irregularidades y atropellos del sistema de justicia en este y otros casos:  «ante la violencia machista, autodefensa feminista»; «queremos libres, a todas las mujeres, no más feminicidios, no creemos en sus leyes»; «ante la violencia, legítima defensa».

Por su parte, Yakiri, su familia y su abogada, exigen que se realicen careos con los demás testigos, los cuales fueron impedidos por el juez anterior, Santiago Ávila Negrón, para posteriormente presentar la conclusión del caso y que el juez dictamine la sentencia definitiva. Mientras tanto, Yakiri sigue yendo a firmar cada semana.