Texto: Mumia Abu-Jamal
Con la anexión del Estado de Crimea a la Federación Rusa, los políticos de Estados Unidos se han vuelto locos, armando un escándalo sobre el asunto y comparándolo a la toma de Polonia por parte de Hitler. Gruñen sobre las violaciones al derecho internacional y por la apropiación de tierras.
Los estadounidenses y europeos, citando amenazas de desestabilización regional, anuncian la imposición de sanciones a Rusia casi de inmediato, pero el que los estadounidenses se alboroten por una apropiación de tierras debería implicar un repudio a la historia de su propio país.
¿Cómo se fundó Estados Unidos sino por el despojo de vastas extensiones de tierra a los llamados indios, y después, a los mexicanos?
¿Fue ilegal? Sí.
¿Fue una violación del derecho internacional? Sí.
Los tratados son pactos entre naciones y Estados Unidos ha violado tantos tratados con las naciones originarias que da vergüenza nombrarlos.
¿Se acuerdan de Texas? Era parte de México hasta que los colonos se rebelaron. Durante casi diez años fue un país independiente hasta 1845, cuando Estados Unidos lo anexó. Nevada. Nuevo México. Arizona. Utah. Colorado. California. Todo este territorio era parte de México, hasta que Estados Unidos empezó una guerra para justificar un despojo de tierras. Para 1848, la guerra había terminado, y más de un millón de kilómetros cuadrados se volvieron parte de Estados Unidos.
No soy experto sobre Crimea, tampoco sobre Rusia, pero sé que el territorio fue anexado por el imperio ruso en 1783 y que era parte de Rusia hasta 1991, cuando fue cedido a Ucrania. Visto desde esta perspectiva, Rusia tiene un reclamo más acertado por Crimea que el que Estados Unidos tenía por el noroeste de México.
¿Estados Unidos debe devolver las tierras que robó a México? ¿Y después, devolver los millones de kilómetros cuadrados que tomaron por la fuerza de las naciones indígenas en estafas que violaron tratados internacionales? La idea nos parece un poco absurda ¿verdad?
Pero en 1999, nuestro vecino al norte, Canadá, devolvió una inmensa área de humedales a los descendientes del pueblo originario, los Inuit. La región de Nunavut es más o menos del tamaño de la región involucrada en la transacción conocida como “la compra de la Luisiana”, en la que Francia vendió un vasto territorio a Estados Unidos, duplicando el tamaño del país de la noche a la mañana.
La idea es una locura en Estados Unidos. ¡¿Devolver tierras?! Pero en Canadá, es historia.
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
–©’14maj 21 de marzo de 2014 Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com Traducción Amig@s de Mumia, México Foto de portada: Lamerie (CC, en flickr).