Frente a la negativa del gobierno estadounidense de reconocer los derechos de la población que habita en su territorio, y ante un nuevo colapso económico inminente, cientos de miles de migrantes de todas las regiones del mundo se movilizaron el día de hoy en más de cuartenta estados de aquel país. Uno de los escenarios de esta marcha fue el puente de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York, donde niños, jóvenes, adultos y ancianos de los más diversos orígenes coincidieron en un sólo llamado por sus derechos y libertad.
Aunque la posibilidad de una reforma migratoria se vuelve cada vez más remota y la iniciativa de ley discutida en el congreso, de ser aprobada, incluiría medidas terribles para la comunidad migrante que no reúna los requisitos (persecusión, deportaciones, militarización); la legalización migratoria sigue siendo una esperanza para millones de personas, pues les permitiría vivir de manera más plena dentro de Estados Unidos y reencontrarse con sus familiares que permanecen en sus países de origen, a quienes algunos no han visto en décadas.
De que me sirve el dinero
si estoy como prisionero
dentro de esta gran prision
cuando me acuerdo hasta lloro
y aunque la jaula sea de oro
no deja de ser prision.
—La jaula de oro (Los Tigres del Norte)