«Si hasta parece Silacayoapam»

Primera parte: Un carnaval mixteco en Oaxacalifornia

[El carnaval] consiste en un grupo de gente que cuenta un cuento mediante la música.
Umberto Eco

Es la segunda vez que este nuevo comité organiza uno de los bailes de Carnaval de Silacayoapam, Oaxaca en California. Carlos, Flor, Sidney, Coco, Maricruz, Enrique, Omar, Eva, Luis, Lety, Leo, y el resto de los integrantes, encontraron un salón más grande, irónicamente, a unas calles del parque de diversiones Disneyland, en Anaheim, uno de los íconos más importantes de la cultura estadounidense. Ahí, a unos metros de la casa de Mickey Mouse y Minnie, cientos de silacayoapenses tomaron la pista para escenificar una de las tradiciones más queridas e importantes de su región: el carnaval.

Tras una pequeña puerta todo cambia. «Si hasta parece Silacayoapam» dice Omar, miembro del comité y baterista del Grupo Oawa, que se encargó de entonar las chilenas en esta ocasión. Y sí, el pozole, las picaditas con guajimole, el chileajo, los tamales, las máscaras, chivarras y espuelas, los sombreros, el confeti, mucha cerveza y cientos de personas bailando al ritmo de las chilenas hacen que, durante un tiempo, uno se traslade a la plaza de ese pequeño pueblo en la alta mixteca oaxaqueña.

No es el único baile de carnaval que se celebra en California, existen otros, como el de Vista y Santa María, que, sumados al que se realiza en Hillsboro, en el estado de Oregon, demuestran que la organización en torno a este evento es uno de los ejes de cohesión comunitaria más importantes que tiene la comunidad migrante de Silacayoapan en Estados Unidos.

Las mujeres y el carnaval

Flor tiene más de veinte años de haber migrado. «Mi último recuerdo de Sila es el del carnaval» dice con nostalgia cuando le pregunto por las últimas imágenes que tiene del pueblo antes de salir con rumbo al norte.

Ella describe al nuevo comité como uno muy equitativo «Las mujeres estamos cien por ciento comprometidas. Ellos nos escuchan y toman en cuentan, no nos hacen a un lado. Tuvimos dos reuniones previas en donde decidimos qué es lo que iba a hacer cada uno». El liderazgo femenino es notorio.  Desde temprano, Maricruz instala las mesas y dirige la decoración del salón. Por la tarde, ella misma se encarga de acomodar y asignarle mesa a la gente que poco a poco fue llenando el lugar, al tiempo que coordina el puesto de tacos que puso con su esposo Enrique. Mientras tanto, Flor se instalaba con las picaditas y el chileajo para comenzar la vendimia. Ninguna de las dos perdía la sonrisa y la oportunidad de ir a echarse un baile en cualquier momento libre.

Es importante resaltar el papel que ahora tienen Maricruz, Flor, Eva y Lety. Hace décadas las mujeres de Silacayoapan tenían prohibido bailar o participar de cualquier manera en el carnaval, se les consideraba simples espectadoras. Para sustituir su rol, los hombres se disfrazaban de mujeres. Entonces, ellas se fueron infiltrando hasta ganarse el derecho a participar de la fiesta, a poder disfrazarse y bailar sin esconderse, y aún más, a colaborar en la organización.

Ser mujer migrante no es fácil. Mantener una familia, resistir y luchar en un país que no es el tuyo es muy estresante, la incertidumbre es mucha. Por eso Flor se declara admiradora de las mujeres que hace muchos años ganaron la batalla por un lugar en el carnaval, y aún más, de sus compañeras con las que cada año organiza esas seis horas de baile y gozo chilenero.

«Estamos grabando en vivo, vía internet. Se está transmitiendo hasta Silacayoapam ¡Vámonos!»

Durante mucho tiempo la gente en Estados Unidos tenía que esperar que algún paisano les llevara la película del carnaval en Sila. Eran los tiempos en los que un par de videocassettes VHS o DVD les convocaba a reunirse en alguna casa para ver los tres días de chilenas y baile. Ahora, gracias al internet y las redes sociales pueden presenciar, a través de cualquier dispositivo móvil, lo que sucede en el instante mismo, o viceversa, la gente del pueblo puede ver a sus seres queridos en el baile de Santa Ana «para que vean que sí le echamos ganas, que no nos olvidamos de nuestras tradiciones».

Esta revolución tecnológica ha acercado más a los paisanos dentro y fuera de Estados Unidos. Además de que son las herramientas más útiles para promocionar el baile y otros eventos de la cultura mixteca. Sidney lo sabe muy bien y se ha convertido en el mejor promotor y usuario de Facebook con este fin. Sus transmisiones intermitentes van dando reporte de los ensayos, montajes y primeros zapateados del día.

Así, los saludos desde Silacayoapam llegan inmediatamente a los micrófonos del baile a través de los comentarios de esta red social que, a su vez, permite a las y los que recibieron la cortesía, regresar el cariño, sin importar los miles de kilómetros que les separan.

Los 16 de Oregon

Este año había una emoción extra entre los integrantes del comité: «Vienen los de Oregon» decían constantemente los compañeros. Y es que alrededor de 25 paisanos, que radican en el vecino estado del norte, lograron llegar a este baile de carnaval. Algunos pudieron viajar en avión, sin embargo, una comitiva de dos camionetas, con 16 personas a bordo, manejó por más de veinte horas bajo la nieve y la lluvia para llegar a una fiesta que sólo duró medio día. Se trataba de una parte de la Organización de Silacayoapenses en Oregon (OSO) quienes organizan desde hace más de diez años el baile de carnaval en la ciudad de Hillsboro.

«Tenemos como quince años de no vernos, tal vez más» fue enfático Sidney cuando me contaba quienes eran.  Primos, vecinos, amigos de la infancia, relaciones que, a pesar de la distancia y el tiempo, siguen tan fuertes como cuando bailaban tres días completos de chilenas en la plaza de Silacayoapam.

«Toca responderles el gesto. Nos toca ir a Oregon en abril para apoyarlos en su baile» Es la consigna que tiene el nuevo comité de Santa Ana y como buenos paisanos, no pueden fallarles.

En este 2019 todavía queda un cuento carnavalesco más que contar.


El Baile de Carnaval de Oregon se llevó a cabo el 13 de abril en Hillsboro, Oregon.


Agradecemos nuevamente a la familia Galindo por toda su hospitalidad. Al nuevo comité por las facilidades para este reportaje: Sidney Galindo, Jorge Guzmán Coco, Carlos Barrios, Flor Carrizal, Julio López, Carlos López, Omar López, Leobardo Carrizal, Leticia Alvarado, Heriberto Alvarado, Maricruz López, Producciones Cariño, a los 16 de Oregon y a todos los que asistieron al Baile del Carnaval en Santa Ana, California.

Dedicamos este trabajo, con mucho cariño, a todas las y los migrantes de Silacayoapam  en Estados Unidos.