El fantasma del 2006 se hace presente en Oaxaca

 

Estudiantes de universidades públicas y privadas, así como normalistas de la Coordinadora Estudiantil Oaxaqueña, profesores de la sección 22, amas de casa, campesinos y organizaciones sociales se movilizaron este 2 de octubre en Oaxaca, haciendo eco del “2 de Octubre no se Olvida”. En las azoteas, en las ventanas y en las calles hubo gente que estuvo a la expectativa de posibles enfrentamientos, varios decidieron sumarse a la movilización y marcharon con sus hijos y familiares. Hubo algunas personas quienes murmuraban que otro 2006 se acerca. “Los jóvenes no son delincuentes, también están luchando por ustedes” gritaba una señora a los granaderos. “Es la primera vez que marcho con mis compañeros y estoy indignado con este gobierno que asesinó a estudiantes concientes el 2 de octubre, pero estoy más indignado porque la historia se repite, ahora somos nosotros” comenta Javier, estudiante de una universidad privada.

“En los últimos días la gente ya no se queda callada, pues han marchado con nosotras, estudiantes de diferentes universidades privadas y gente en general, porque todos luchamos por un bien común, qué es la justicia” afirma Valeria, normalista rural de Tamazulapam Oaxaca. El colorido de las pancartas y los grafitis hacían una comparación del año 1968 con el 2013, en el sentido de la bestialidad del Estado y lo que han representado los partidos políticos en México. Así mismo, se dejaron oír consignas contra las reformas estructurales sobre la educación, la energía, la reforma hacendaria y fiscal.

“El 68 lo seguimos viviendo, pues a cada momento hay gente asesinada, desaparecida y torturada o gente olvidada, como está pasando con los pueblos que fueron afectados por el huracán. Ser estudiante o joven con ideas revolucionarias sigue siendo un delito”  dice otra normalista.

En el contingente de la marcha por el 2 de octubre también resaltó el nombre de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, así como la presencia de una parte de los jóvenes anarquistas que fueron conocidos en el movimiento de 2006 como los “Bazuqueros” (por usar bazucas caseras y explosivos pirotécnicos). “Somos los nietos de los que no pudieron matar en el 68 y somos el fantasma del 2006 que no pudieron comprar ni callar” dijo un joven anarquista quien junto con otros jóvenes se preparaba para una posible represión de la policía.

La movilización perecía tan tranquila y ordenada antes de llegar al Zócalo de Oaxaca, pero todo cambió cuando se dio un choque entre la policía y anarquistas junto con miembros de organizaciones sociales. La gente que estaba a la expectativa, inmediatamente revivió los acontecimientos ocurridos en el 2006. Desde que se aprobó la reforma educativa en Oaxaca, cada día hay más gente que se muestra indignada y se han sumado a las movilizaciones. “Esto ya se empieza a parecer otra vez al 2006. Esta vez tenemos que organizarnos para que no haya líderes corruptos que se vendan al mejor postor y para que esta vez gane el pueblo y no sólo unas cuantas personas con puestos en el gobierno” menciona doña Cecilia quien se sumó a la mitad de la marcha.

La movilización, que fue nutrida por actividades en diversos municipios de Oaxaca, la suspensión de actividades de las 11 Normales regionales y el paro de 36 horas que hizo valer la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), en memoria de la masacre del 2 de Octubre y en apoyo al plantón que mantienen los profesores en el Distrito Federal, dejó un saldo de más de 10 detenidos y terminaron haciendo un llamado a las organizaciones y a los pueblos de Oaxaca para fortalecer su lucha y echar para atrás las reformas estructurales.