Por Eugénie Moreau
Ante la represión que se sufrió en la Ciudad de México el pasado viernes con el desalojo magisterial del Zócalo, el pueblo Oaxaqueño se movilizó para demostrar su apoyo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
La movilización empezó el mismo viernes mediante la organización de bloqueos y marchas en la Ciudad de Oaxaca, mientras se estaba anunciando el desalojo del plantón en la capital del país. El sábado las muestras de solidaridad siguieron. Después de una marcha de antorchas llamada «No hay nada que celebrar», miembros del magisterio oaxaqueño, integrantes del Frente Único de Lucha por la Reconstrucción de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, así como madres y padres de familia, alumn@s y miembros de la sociedad civil se juntaron en el zócalo para llevar a cabo un mitin y eventos culturales. Al mismo tiempo, se organizo un acopio de víveres para mandar a l@s maestr@s movilizad@s en el D.F.
“No vamos a permitir mas arbitrariedades”, declararon durante la tarde, condenando firmemente los actos de represión ocurridos el viernes en la capital. Cabe destacar que la multiplicación de la presencia de fuerzas policiales también se está dando en Oaxaca. El portal de noticias “Crónica de Oaxaca”Como señaló que “un avión Boing 727 de la Policía Federal Preventiva arribó al aeropuerto de la ciudad de Oaxaca, con un contingente de elementos de las fuerzas federales de apoyo en prevención de mas incidentes que pudieran afectar a la sociedad oaxaqueña.” (el artículo no olvidó criminalizar a la movilización, haciendo énfasis en como “la ciudad de Oaxaca se convirtió en un caos vehicular y en un ‘infierno’ para miles de habitantes, peatones y conductores, al quedar bloqueadas las principales arterias y la entrada al Aeropuerto”…)
Además de la represión, los medios masivos de comunicación han criminalizado la protesta magisterial y condenan a l@s oaxaqueñ@s movilizad@s. “Los usos de los medios de comunicación en contra de nosotros han sido graves”, declaró una maestra integrante de la Sección XX del estado. “¿Qué le falta al sindicato? Más comunicación” concluyó.
En este contexto, el pueblo no se va a callar. Como lo explica una madre de familia, “lo único que nos está dejando es precisamente esto: no poder callar nuestra libertad de expresión, ya es tiempo de que abramos los ojos, de que nos demos cuenta de qué legado les vamos a dejar a nuestros hijos. Es la única manera que tiene el pueblo mexicano, levantar la voz, hacer uso de la expresión que tenemos”.
Cabe destacar que el centro de acopio tuvo una gran respuesta y continuará recibiendo comida, cobijas y productos básicos de higiene personal.