Fotografías: Aldo Santiago y Eduardo Sánchez Estrada
La mañana del 11 de septiembre, miles de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcharon acompañados de alumnos, organizaciones y otros ciudadanos solidarios en la Ciudad de México. Esta acción fue parte de una movilización articulada, en 22 estados de la república, como respuesta al Paro Cívico Nacional convocado por el magisterio un día después de que Enrique Peña Nieto promulgara las leyes secundarias que regulan a la recién aprobada reforma educativa.
En el epicentro del país, la manifestación transitó de la festividad y de las muestras de apoyo de los contingentes hasta el choque con fuerzas de granaderos del gobierno del D.F., a la altura del Auditorio Nacional sobre la avenida Reforma, evento que dejó un saldo de 12 manifestantes heridos.
La represión policiaca ocurrió a las 15:30 horas después de que a los profesores se les negó el diálogo con funcionarios de primer nivel, por lo que la comisión de profesores que fue recibida en la residencia oficial de Los Pinos (una hora antes) no llegó a ningún acuerdo. Ante ello, los profesores decidieron caminar hacia el Periférico y Circuito Interior con la finalidad de bloquear dichas vialidades, sin embargo la presencia de un cerco policial bloqueo su paso y provocó el conato de violencia.
Granaderos adscritos al GDF arrojaron piedras y agredieron con sus escudos y extintores a los maestros que persistieron en su avance. Durante la agresión, un contingente de docentes, la mayoría mujeres, se trasladaron en pequeños grupos hasta conseguir bloquear el Circuito Interior y calles aledañas.
Ante la presión ejercida, una nueva comitiva de la CNTE ingresó por segunda ocasión a Los Pinos y se logró distender los ánimos –tanto de manifestantes como de efectivos policiacos–.
Después de las 18 horas, los maestros informaron haber llegado a un acuerdo para mantener una reunión de negociación con funcionarios federales el jueves 12 de septiembre a las 11 horas en la sede de la Secretaría de Gobernación. Durante el acto, denunciaron ante la Comisión de Derechos Humanos del D.F. las agresiones y lesiones de las que fue objeto la movilización pacífica.