La crisis económica y política en Brasil. Tercera Parte

Por Ingrid Fadnes
Traducción de Heriberto Paredes

 

Entrevista a Fabio Tomaz Ferreira militante del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) e integrante del Colectivo de Relaciones Internacionales del MST

Esta entrevista se realizó el 21 de octubre del 2015. La idea original de la entrevista era escuchar las reflexiones del MST sobre sus experiencias en más de 30 años de lucha por la tierra en Brasil. Durante 2015 –y desde antes– comenzó una crisis politíca y económica en Brasil. ¿Cómo interpreta uno de los movimientos campesinos más grandes del mundo esta llamada crisis? En los meses posteriores, mientras se revisaba y traducía al español la entrevista, muchas cosas han sucedido, sin que esto haya cambiado el sentido de las reflexiones y sin que ellas hayan perdido vigencia.

Por su extensión y la complejidad de los temas abordados, hemos decidido dividir la entrevista en tres prates, de la cual esta publicación es la segunda. Consulta aquí la primera parte de esta entrevista y aquí la segunda parte.

Fotografía: Ingrid Fadnes

Fotografía: Ingrid Fadnes

Aún me queda una duda. Estoy intentando entender, porque creo que es complicado entender cuando comenzamos hablando de una crisis económica en Brasil y nunca vi o viví una crisis de ese tipo. Da pena decirlo, pero en Noruega (la autora de la entrevista tiene est origen), mi generación nunca pasó por esto. Entonces cuando comienzo a hablar de una crisis económica en Brasil –que fue y es muy grave– lo que se puede leer en los periódicos en Noruega es ¿dónde está esa crisis? Los habitantes de calle, la especulación inmobiliaria, no comenzó dos años atrás, el precio de la comida no es un problema de ahora. Puede ser que empeore, puede ser que ahora la relación precio producto sea un cambio drástico. Leo pero no puedo ver tan clara esa crisis. Si va de mal en peor esta crisis, va a ser muy difícil para la clase media baja, no para la clase alta. Y lo que apoyan y apoyaran a Lula y a Dilma vienen principalmente de esta última clase, tal vez sea una dificultad la de confrontarse con ellos mismos…

Es difícil de entender lo que la gente considera como crisis, sin embargo, cuando la gente habla de crisis económica no es necesariamente que la crisis crea los problemas de la sociedad más bien los profundiza, los vuelve de enormes dimensiones. Por ejemplo, una crisis económica hace que la relación entre el dólar y el real, suba; Brasil es un país que necesita importar trigo y con el dólar más caro, es más caro importar trigo, el precio del trigo sube, el precio del pan sube y el trabajador no va a poder comer el pan que come todos los días en la misma cantidad todos los días, el que ya comía poco ahora va a dejar de comer, aquellos que comían más o menos, van a comer poco.

La gente va a tener claro que la crisis económica del sistema capitalista afecta fundamentalmente a los más pobres. Los ricos no tienen crisis. ¿Por qué? Porque la solución de la crisis, tal cual se está dando en Brasil, las llamadas soluciones, son para fortalecer el capital. Entonces la crisis se vuelve un momento más del capitalismo donde él se puede reorganizar y ampliar aún más su patrón de acumulación. Quienes sufren son los más pobres y esa contradicción que está colocándose en la política brasileña ahora, por ejemplo, una base social cada vez más empobrecida, la población está con más dificultades para sobrevivir, los pronósticos dicen que no se va a solucionar en el mediano o corto plazo y es justamente de esa población que un gobierno popular necesita.

Es por eso que la derecha gana espacio, porque el gobierno que debería ser popular es el mismo que colocó como opción favorecer al capital en la crisis. Eso genera un descontento tan grande que para el conjunto de la población que quieren sus problemas solucionados, que quieren tener acceso a la alimentación, a la educación, a la salud de calidad, no consiguen ver la diferencia entre un gobierno llamado popular y uno de derecha, porque las acciones de ese gobierno, autonombrado popular, son las que fortalecen al capital.

Fotografía: Ingrid Fadnes

Fotografía: Ingrid Fadnes

La solución, por ejemplo, de recortar los gastos sociales para mejorar la crisis es un error político, aunque sólo es un error político si su propuesta es de transformación, si su propuesta está de acuerdo con el capital no es un error político, es una ejemplo de coherencia política clara. Es por eso que nosotros, movimientos populares, estamos haciendo estos análisis y convocamos a manifestaciones e intentando construir una propuesta económica, para que las soluciones económicas puedan mejorar la situación de las personas.

Por ejemplo, en el caso de Brasil, casi la mitad del presupuesto anual es para pagar intereses del banco, es claro que, en el contexto de una crisis política, si la mitad del presupuesto van a pagar intereses del banco, no se va a tener dinero para educación, salud, reforma agraria y todas las demandas históricas del movimiento de los trabajadores en Brasil. Una de las posibilidades es no pagar tanto de nuestro presupuesto para el banco y enfrentar los intereses del capital fuerte. Otra cosa, por ejemplo, las grandes riquezas en Brasil no tienen taza, no se pagan impuestos proporcionales a las grandes riquezas, entonces no se necesita recortar los programas sociales, lo que se puede hacer es ampliar las tazas sociales, hacer que los más ricos paguen más impuestos y los más pobres menos, esa es una solución que el gobierno no está utilizando.

Fotografía: Ingrid Fadnes

Fotografía: Ingrid Fadnes

Esto trajo para nosotros una contradicción muy grande, que es imposible defender un gobierno que no es defendible, si el gobierno no puntualiza que quiere hacer cambos desde una visión popular, los movimientos sociales de ahora en adelante vamos a estar cada vez menos dispuestos a defender ese proyecto histórico de 30 años, del que formamos parte. Nuestra lectura es un agotamiento de un ciclo que no es solamente del gobierno petista, es también un agotamiento del conjunto de la izquierda brasileña que apostó en determinadas estrategias y hoy tiene que repensar o lo que las estrategias implican en la práctica, cuando se creyó que en el mediano plazo sería posible, conciliando capital con trabajo pero esa es la contradicción elemental del sistema capitalista, que el capital y el trabajo no consiguen convivir de manera pacífica.

Lo que vemos hoy es una ampliación de este conflicto en la sociedad brasileña. La crisis se siente en la piel, se siente en el bolsillo, se siente en cualquier hospital público al que vas en Brasil, se siente con los programas sociales que están desapareciendo y que son conquistas sociales de los trabajadores, pero la crisis también se siente con la ausencia de una estrategia sólida, realmente comprometida con los cambios sociales. Brasil tiene históricamente como característica, grandes movimientos sociales, masivos, de una capacidad de resistencia y movilización muy grande, y eso tiene que estar a disposición de un proyecto de transformación social y no de un proyecto de defensa de un gobierno.

Fotografía: Ingrid Fadnes

Fotografía: Ingrid Fadnes

Lo que sucede es que estamos en una situación de tener enfrente una ofensiva que habla de un golpe, tenemos que defender por lo menos la democracia. Es una lucha mucho más de resistencia y defensa que de ofensiva, ahora en las calles va a definirse la coyuntura en la que vamos a salirnos de la defensiva para pasar a una ofensiva histórica, ese es el salto que falta para los movimientos sociales brasileños y que no es fácil de hacer. Para nosotros en Brasil, MST, movimientos sociales, existen dos frases muy conocidas en América Latina que son muy urgentes, tal vez diría tres: una es la que dicen los venezolano a lo largo de su historia, «O inventamos o nos equivocamos», es necesario inventar, es necesario crear, es necesario cultivar la creatividad popular porque si no la gente se equivoca. Ya no es hora de reproducir los mismos modelos del pasado; una segunda frase es «el camino sólo se hace caminando», entonces es necesario desafiarse para conseguir, nada va a caer del cielo, nadie va allegar con fórmulas listas de qué hacer en nuestra coyuntura; y una tercera que para nosotros es bien importante, como diría el Viejo Antonio, «la lucha es como un círculo, comienza en cualquier punto y nunca termina».