Video: Agustín Molina y otrxs participantes de la caravana explican brevemente su postura sobre la defensa del territorio y los recursos naturales. Por María Guadian y Cráter Invertido.
Para nosotros la tierra es sagrada,
el agua se complementa con la tierra
en la formación del hombre.
El aire es el soplo de la vida, el sol es nuestro padre,
es el que nos llena de energía y el complemento vital
revitalizador son nuestra fauna, todo lo que produce la tierra,
las plantas, las frutas (…) se complementa todo.
—Comandante Alejandro, tribu Yaqui
Convocada por la Tribu Yaqui, así como por organizaciones sociales, académicos, colectivos y sindicatos, tres caravanas «por la defensa del agua, el territorio, el trabajo y la vida» partieron el 11 de mayo de diversos puntos del país. La caravana noroeste, inició en Vícam, Cájeme, Sonora; la caravana nororiente dio inicio en Baja California y de ahí se dividieron en dos rutas, una hacia Ciudad Juárez, Chihuahua y otra hacia Piedras Negras, Coahuila y la tercera, la caravana sur, inició en Chiapas para de ahí, continuar con el recorrido por el Sur del país. El propósito es confluir el día 22 de mayo en la Ciudad de México donde se está convocando un mitín en apoyo en el Zócalo de la Ciudad.
La tarde del 12 de mayo, la ciudad de San Cristobal de las Casas, Chiapas, recibió a la caravana nacional sur, la cual dio inicio en el municipio de Pijijiapan. Después de haber visitado Tonalá y Comitán, los integrantes entraron a San Cristobal con una marcha que se dirigió hasta el centro de la ciudad donde se reunieron cerca de cincuenta compañeros.
Por tratarse de una caravana en defensa por la vida, las propuestas y maneras de abordar las problemáticas son diversas y complejas. Alrededor del país (y en el mundo) se nos está despojando de mucho más que el territorio. La caravana –en su paso por San Cristóbal– no señaló soluciones específicas sino una invitación al diálogo, a la articulación.
Las problemáticas que se mencionaron van desde condiciones laborales, privatización de la naturaleza, destrucción de los bienes comunes que afecta directamente a la vida… la expansión del proyecto neoliberal se mete por todas partes como una «hidra» real, de mil cabezas que todo lo atacan –como señaló recientemente el EZLN.
Los integrantes de la caravana explicaron que, por un lado, buscan denunciar las diversas crisis por las que están atravesando los pueblos en relación al agua. El caso concreto del que se habló fue el acueducto independencia, el cual forma parte del proyecto «Sonora Sí», encabezado por el gobierno de Guillermo Padrés. No obstante, son muchos otros los que están enfrentándose a condiciones similares como es el caso del acueducto que prevé el Proyecto Integral Morelos que abarcaría 20 kilómetros de longitud e iría de Plan de Ayala a Huexca en Morelos y que afectaría gravemente al río Cuautla.
En este sentido, la caravana busca asimismo posicionarse contra la reciente propuesta de Ley general de aguas, que acaba de ser votada a favor por unanimidad en la Cámara de Diputados. La ley, que ha sido ampliamente refutada tanto por movimientos ciudadanos como por organizaciones y académicos busca, entre otros factores, limitar las posibilidades de investigación científica —además de prever una serie de represalias legales para quienes incurran en investigaciones no autorizadas—, abre las puertas a la privatización del recurso, promueve la construcción de obras y proyectos además de abiertamente impulsar la explotación del bien común, lo cual ocasionará graves problemas de contaminación a largo y mediano plazo, entre otros tantos factores.
Por otro lado, también explicaron que, dado el avance de estos megaproyectos, una de las búsquedas concretas de la caravana es tejer y fortalecer lazos entre los que están enfrentándose a estos procesos de despojo, explotación y extractivismo a través de resistencias. El objetivo de recorrer el territorio es precisamente ese, informar sobre lo que está ocurriendo en otros sitios pero también hacer un llamado nacional para generar redes de apoyo mutuo dado que la fortaleza de las luchas aumenta en medida que los lazos comunitarios y solidarios crezcan entre sí. Son muchas hoy las víctimas del gobierno que han sido criminalizadas ocasionando que los involucrados en las luchas sociales se encuentren hoy en condición de rehenes del estado al interior de las prisiones. A través de la criminalización, el gobierno busca restar fuerza y desarticular los procesos de organización, para lo cual los compañeros llaman a apoyarse mutuamente.
La lucha de la tribu Yaqui no es reciente. Tal y como explica Tomás Rojo Valencia, vocero de las autoridades tradicionales de Vicam, la resistencia data de la conquista española; sin embargo, hoy, frente a los cambios tecnológicos y estratégicos que han tenido lugar, la situación ha cambiado y las estrategias de lucha y resistencia deben, asimismo, replantearse. Hoy resulta evidente que en la mayoría de los casos, los grandes proyectos impulsados bajo la fachada de desarrollo no traen más que destrucción de los bienes comunes y que persistentemente se cometen violaciones a los derechos humanos y colectivos; especialmente contra aquellos que se defienden y protejen sus territorios del despojo.