Un día más para las mujeres que luchan

Por Marlene Mondragón y Juan Manuel García

 

Quiérete como se quiere a la lluvia y al sol, 
quiérete como se quiere a la poesía recién hecha,
no esperes de nadie todo lo que puedes apreciar y tener de esta Tierra,
porque está dentro de ti.

Poema leído  por mujer Triqui*

El domingo 8 de Marzo se realizaron en el Distrito Federal diversas actividades  por el día internacional de la mujer; mas no se trató de una jubilosa conmemoración,  sino  una jornada de lucha y protesta. Un recordatorio de  la violencia sistemática, de las condiciones laborales precarias, y en contra del sometimiento de la mujer bajo el patriarcado y el capital.

Foto: Juan Manuel García

Foto: Juan Manuel García

Con dichas demandas, distintas organizaciones sociales y colectivos  feministas, junto con  algunos de los padres y madres de los estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa se dieron cita en el Ángel de la independencia para dirigirse al Monumento a la Madre.

La manifestación culminó con un mitin en el que se señaló, entre otras cosas, el  hostigamiento al cual es sujeta la mujer de manera cotidiana. Al tomar la palabra, las madres de los estudiantes normalistas desaparecidos por el Estado, expresaron «…ni en un día como éste  hay descanso en la búsqueda de nuestros» y que «son parte de la exigencia central: vivos y vivas se lxs llevaron, vivos y vivas lxs queremos».

Por otra parte, en el palacio de Bellas Artes se realizó un acto político-cultural en el cual mujeres de distintas etnias y tribus, indígenas y no indígenas se dieron cita  para hablar sobre su proceso emancipatorio, además de compartir parte de sus experiencias, casos en los que la violencia ejercida hacia ellas provienen  de el Estado —es el caso Rosa Elba Jiménez Gutiérrez, una de las autoridades de la Tribu Yaqui y  hermana del preso político  Fernando Gutiérrez— también asistieron mujeres de la comunidad de Cherán en el estado de Michoacán, mujeres mazahuas y mujeres triquis.

La palabra de las mujeres combativas

Magdalena García Durán, indígena mazahua quien fue presa política tras el operativo criminal realizado en 2004 en  San Salvador Atenco, e integrante de la Organización Indígena de Desarrollo Integral A.C mencionó durante la mesa redonda:

Mi lucha como mujer indígena aquí en el Distrito Federal fue por muchas razones, que me llevaron a no seguir agachada: mi lucha fue por una educación, por una vivienda digna, por un trabajo, por justicia (…) cuando llegamos en los años 70 teníamos que caminar debajo de la banqueta porque nos hacían de menos por traer la vestimenta que traigo (con mucho orgullo), por tener trenzas nos discriminaban.

Cuando nosotras como madres queríamos dar a luz nomás no nos aceptaban en los hospitales, primero nos mandaban a bañar a nuestras casas, pero luego nuestro bebé llegaba muerto o peor nosotras no llegábamos (…) lxs niñxs no sabían hablar español y al llegar a la escuela los corrían.

Foto: Marlene Mondragón

Foto: Marlene Mondragón

Foto: Marlene Mondragón

Foto: Marlene Mondragón

 

 

 

 

 

 

 La palabra de las mujeres de Cherán K´eri :  

Nosotrxs lxs de los pueblos originarios, antes de la llegada de los españoles las mujeres eran las más importantes en la vida comunitaria, porque eran el sustento de la familia, el pilar más fuerte. Pero con la llegada de la cristianización nos hicieron olvidar nuestras raíces.

En el pueblo Purépecha siempre hemos trabajado en familia, la familia es la base para que nosotrxs podamos seguir adelante, los niños también apoyan y aquí en las ciudades nos acusan de explotar a los niños.

Rosa Elba Jiménez Gutiérrez, perteneciente a  la Tribu Yaqui mencionó:

Hace varios siglos los misioneros veían a la mujer Yaqui como una hechicera y creo que no se equivocaron porque las mujeres de mi tribu han hecho cuanto conjuro para protegerse de las alimañas que han querido dañar a sus hijxs, a sus hermanxs a su territorio y a su cultura. Al principio del siglo XX los militares que hacían la guerra en contra de mi pueblo decían que las mujeres eran los principales enemigos del gobierno y a más de cien años puedo asegurar que tampoco se equivocaron, pues la mujer Yaqui es la que aporta los elementos educativos de los niños en los que se encuentran: el respeto profundo por la naturaleza (…) nosotras reproducimos las enseñanzas, nosotras formamos hombres y mujeres que tendrán una concepción del mundo muy distinta a la de quienes sólo ven en la naturaleza elementos para la extracción y la explotación económica.

Por último la palabra de la mujeres Triquis, forjadoras del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) – que nació hace 34 años- se hicieron escuchar: enarbolaron un poema* y después dijeron con sereno orgullo:

La mujeres somos la columna vertebral del movimiento social más importante del estado de Oaxaca (…) en ausencia del hombre somos las que cuidamos el territorio y los recursos naturales.

Somos las madres de aquellxs que fundaron hace más de 34 años nuestra organización, somos las madres de aquellxs que cayeron por las balas asesinas del Estado, somos las violadas por el ejercito en los 80´s, somos las madres de lxs desaparecidos por el ejercito, somos las que parimos a los campeones descalzos de la montaña: los niños Triquis campeones mundiales de basquetball.