El lenguaje del miedo ante la protesta en Brasil

Cientos de manifestantes respondieron a la convocatoria para realizar el quinto acto contra el aumento de la tarifa del transporte público y por la libertad de lxs presxs políticos en la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil. El punto de partida fue nuevamente la plaza de la Candelaria desde donde la protesta partió después de las 6 de la tarde hacia la Estación Central de Brasil. Una vez más el despliegue policiaco, quienes duplicaban el número de manifestantes, acoso, bloqueo y agredió a lxs participantes de la protesta pacífica. Durante el trayecto, el contingente compuesto por jóvenes de diversas organizaciones, volvió a demandar la derogación del aumento y una vez más las consignas por la liberación de lxs presxs y el cese de la criminalización de la protesta social alertó a la sociedad de la actitud autoritaria del gobierno tanto a nivel local como federal. Mediante el volanteo lxs jóvenes invitaron a lxs transeúntes quienes respondieron con gestos de apoyo y solidaridad.

Fue a escasos metros de uno de los referentes más importantes de la ciudad carioca que los elementos policiacos encapsularon la marcha para evitar el ingreso de lxs manifestantes, quienes pretendían liberar los torniquetes mediante la famosa acción denominada «catracazo» (expresión de protesta popularizada durante los actos de 2013 y 2014 que consiguieron anular el incremento de la tarifa). Con un saldo de un detenido y dos heridos –uno de los cuales tuvo que esperar más de 40 minutos para ser atendido– finalizó de manera abrupta el acto. Tras dispersar la protesta, la policía militar agredió y persiguió a lxs manifestantes hasta llegar al hospital –donde fueron atendidos e interrogados lxs heridxs. Se convocó a un nuevo acto contra el aumento de la tarifa para este martes 3 de febrero.