Por Juan José Estrada Serafín
La Asamblea comunal del municipio indígena de Cherán, enclavado en la Meseta Purépecha, determinó el martes pasado la salida de agentes del Ministerio Público bilingüe y del grupo de la Policía Ministerial del Estado, por su incompetencia. El máximo órgano de decisión informó que estas instituciones “ni investigan, ni aclaran” los delitos que se comenten en la región.
Desde el 15 de abril de 2011, los y las comuneras de Cherán pusieron un alto a la tala ilegal de sus bosques, a la extorción, los secuestros y la corrupción. Muy pronto se organizaron para crear su propio grupo de seguridad —la Ronda Comunitaria y a los guarda-bosques—, dando paso para que la comunidad eligiera mediante usos y costumbres a doce personas —los K´eri Janaskaticha— quienes ahora componen el Consejo de Honor y Justicia.
En entrevista para SubVersiones, un Consejero señaló que no hay confianza en las instituciones del estado y que para lograr la seguridad en la entidad se requiere que el gobierno limpie sus instituciones. De lo contrario, “no será eficiente su campaña contra la delincuencia organizada”.
Michoacán cuenta con una población total de 4 millones 350 mil habitantes, de la cual, según el último censo del INEGI, el 7 por ciento es indígena, en su mayoría purépecha (85 por ciento) pero también nahua, mazahua y otomí. Cabe destacar que el gobierno destina solamente el 0.22 por ciento del presupuesto, a los indígenas. Los purépechas representan una población aproximada de 340 mil habitantes y se ubican en 19 municipios, con 165 comunidades de las cuatro regiones que son, 1) la zona lacustre, 2) la cañada de los once pueblos, 3) la Ciénega de Zacapu y 4) la Meseta Purépecha, ésta última es donde se ubica el municipio de Cherán. Sin embargo, muchos cheranenses radican en Estados Unidos, Tijuana, DF y Guadalajara, principalmente.
La comunidad indígena de Cherán, se rige de acuerdo a los usos y costumbres. Durante los más de dos años con su autogobierno, el número de delitos ha bajado hasta en un 90 por ciento, por lo cual —según considera el Consejero— la Policía Ministerial no era necesaria.
Cabe señalar que en la zona Costa-Sierra, al sur del estado, los indígenas nahuas intentan fortalecer su propia Policía Comunitaria. A pesar de la represión constante que han sufrido en los últimos años por parte del ejército, los caciques y la policía, los pueblos buscan reorganizarse para brindar seguridad a los habitantes, inspirados precisamente por el corazón de la Meseta Purépecha.
Les comparto mi poema . . .
BOSQUE . . . JAS
“Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”
Los árboles sufren de pie,
por sus raíces, asidas a la fe,
enferman, lloran, fenecen,
tan cruel suerte no merecen.
El más humilde follaje
es víctima del ultraje,
¿quién resarcirá su orgullo,
quién les dará tierno arrullo?
Soy el alma de los bosques
que, por culpa de unos torpes,
“vegetan” con flora inerte
o han encontrado la muerte.
Soy la entraña de los montes,
de colinas, horizontes,
que han quedado desolados,
por algunos desalmados.
Soy la esencia de natura,
víctima de la incultura,
de intereses de unos cuantos,
por los que sufro de espantos.
Florestas de oyamel y pino,
¿porqué tan brutal destino?,
son taladas, son quemadas,
en lugar de ser amadas.
Robles, caobas maderas,
tropicales arboledas,
de la vida son las vetas,
hay que imponer serias vedas.
Contingencias ambientales,
algunas monumentales,
destruyen su ecosistema,
por imperio, por sistema.
¡A impedir que eso suceda,
que su grandeza no muera!,
son los pulmones del orbe,
oxígeno que se absorbe.
Soy la conciencia de todos
los seres humanos probos
que, a toda ciencia y paciencia,
cuidarán de la existencia.
De las frondas, de su fauna,
dejando atrás todo trauma,
remediando el ecocidio,
la sociedad en concilio.
Soy principio de justicia
que, a los pueblos, acaricia,
soy la condena del mundo
que clama, en lo más profundo:
“Talamontes infelices,
que no siguen directrices,
incendiarios despiadados
que, del diablo, son aliados.
Dejen en paz nuestros bosques,
ya somos sus guardabosques,
¡muy pronto tendremos fiesta,
nuestro amor los reforesta!”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013.
Lindo poema!