Bloquean Tlalpan en apoyo a los presos anarquistas en huelga de hambre

Nota: esta actividad de apoyo a los presos se realizó un día antes de que se anunciara la finalización de la huelga de hambre que mantuvieron durante 17 días. Lee las cartas de Fernando y Abraham en Regeneración Radio.

Un bloqueo de la Calzada de Tlalpan se realizó durante aproximadamente una hora este jueves, en solidaridad con los cuatro presos anarquistas que sostuvieron una huelga de hambre desde el 1 de octubre. Con mantas, gritos de consignas libertarias y pinturas en la calzada, la manifestación llamó la atención de los usuarios del metro y provocó la inconformidad de cientos de automovilistas parados afuera de la Subsecretaria Penitenciaria del Distrito Federal en San Antonio Abad.

En el día 16 de la huelga realizada por Abraham Cortés y Fernando Bárcenas en el Reclusorio Norte, Mario González en la Torre Médica de Tepepan y Carlos López en el Reclusorio Oriente, familiares, compañeras y compañeros gritaron: «Presos políticos libertad» y «Muerte al Estado, viva la anarquía».

En vista del horroroso crimen de Estado recién perpetrado contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, también se hicieron pintas y echaron gritos en su apoyo.

En una declaración emitida el primer día de la huelga de hambre, Mario, Fernando, Abraham y Carlos habían dicho que al estar impulsados por «un sentimiento de rebeldía y un declarado rechazo y verdadero repudio a todos los mecanismos de control, entre ellos el sistema penitenciario», habían tomado la decisión de ejercer «una de las pocas herramientas de lucha de las que se pueden valer desde el encierro, la huelga de hambre». Dijeron que ante el encarcelamiento de sus cuerpos en una situación de «humillación, aislamiento y frustración», habían optado por «pasar a la acción antes que considerar la cárcel como algo «normal»».

En la acción solidaria del jueves 16 de octubre, las y los manifestantes también protestaron en contra de los malos tratos que los presos en huelga han recibido, incluyendo golpes, amenazas y el rechazo a algunas visitas del cuerpo médico que está monitoreando su salud.

La crítica al sistema carcelario como modo de control trasciende las demandas de libertad para unos cuantos y las declaraciones de inocencia.

En lugar de que una comisión entrara a platicar con las autoridades, varias personas presentes optaron por decirles a los subsecretarios en público que el bienestar de los presos es su responsabilidad. Aunque se mostraron incómodos en una situación donde los cláxones de los automovilistas y los gritos de los manifestantes no dejaron de sonar, no les quedó otra que escuchar.

Una representante de la Cruz Negra Anarquista dijo:

«Desde hace 16 días los cuatro presos han sufrido varias agresiones. Han sufrido golpes por parte de los custodios. No se le ha permitido entrar a los médicos. Entonces estamos exigiendo que el equipo médico entre a ver a los compañeros, no solo ahorita que están en la huelga de hambre sino que en dado caso que se levante la huelga, puedan entrar durante todo el periodo de recuperación. Cualquier cosa que les pase a los compañeros es responsabilidad de ustedes. En cada reclusorio se está entregando una lista de quienes son los médicos. No es sólo uno. Hay todo un equipo. Ha habido acoso por parte de la dirección de los reclusorios donde se les obligó a los presos firmar un documento donde deslindan a las autoridades de lo que les pase. Las autoridades son responsables de lo que les pase a nuestros compañeros. No sólo el director de cada penal, sino acá. Ustedes son responsables. Va a ir a cada penal el equipo médico y si pueden entrar no será necesario venir acá a hacer otro desmadre. Pero si algo les pasa, nos pueden esperar aquí de nuevo».

«Orale», dijo el subsecretario, ansioso de reanudar el flujo de tráfico en Tlalpan.

Agregó la compañera de Mario González:

«Ustedes ya están enterados de quienes son nuestros compañeros y que están en huelga desde el 1 de octubre. Todo lo que venimos aquí a denunciar para que todo el mundo lo escuche no es nuevo. El caso de los abusos, de los golpes, de las humillaciones de los maltratos se ha recrudecido a partir del inicio de la huelga de hambre. No venimos a pedir concesiones o favores. No venimos a reunirnos con ustedes sino a manifestarnos contra todo este abuso. Nuestros compañeros están ahí encerrados en contra de su voluntad y ningún recluso debe recibir golpes de los custodios, mucho menos ahora que están en condiciones de debilidad física por su huelga de hambre. Aparte, ha habido toda una serie de violaciones a sus derechos, como que no permitir que entre una visita cuando no se les da la gana. Es una serie de irregularidades al propio reglamento de ustedes. Aquí el subsecretario ya prometió respetar sus derechos pero las autoridades de cada penal no lo hacen. Hay que tenerlo por escrito».

Dijo el director, sudando: «El equipo médico va a entrar. Ya está».

Al terminar la manifestación un equipo de granaderos apareció por si acaso la gente decidiera tomar la calzada de nuevo, pero esto no era el plan. Sin embargo, varios policías siguieron a los manifestantes de salida, durante varias cuadras.

La acción en Tlalpan era parte de una serie de actividades en solidaridad con los presos, que ha incluido una concentración en el Reclusorio Norte el 7 de octubre y una caminata de la Torre Médica de Tepepan al Reclusorio Norte el 12 de octubre. Las siguientes acciones están por anunciarse.