20 de noviembre: el magisterio vuelve a salir

Por Carolina S. Romero

En el 103 aniversario de la Revolución Mexicana, miles de maestros y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), acompañados por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otros sindicatos,  marcharon desde el Hemiciclo a Juárez hacia el Monumento de la Revolución para llegar al Ángel de la Independencia donde se realizó un acto conmemorativo. A diferencia del pequeño desfile militar que el presidente Enrique Peña Nieto ordenó de último momento en un Zócalo cercado, la marcha  entusiasta del magisterio encabezada por la sección de Veracruz se hizo con el fin de abrir las mentes de la gente y revertir un desastre para el pueblo de México. No faltaba el sentido de humor en las consignas: Si hay que evaluar, con Peña empezar. ¿Pero cómo le va a hacer si no sabe leer?

En el acto, los dirigentes enérgicamente denunciaron la agresión contra los maestros de Veracruz el día anterior por el cuerpo de granaderos del DF bajo el mando de J. Flores, la cual dejó cinco compañeras y compañeros lesionados. Los oradores también reiteraron su compromiso con la defensa de la educación pública y gratuita y la abrogación de la llamada reforma educativa. Anunciaron la creación de una nueva central de trabajadores conformada por más de 400 mil trabajadores y llamaron a todo el pueblo mexicano a cerrar filas en contra de las reformas estructurales. Al final del acto, se dio una pequeña trifulca cuando varios maestros intentaron impedir la detención de un joven comerciante ambulante que vendía refrescos, pero rápidamente todos se incorporaron a la marcha que se dirigía a la Secretaria de Gobernación para exigir castigo a los responsables de las agresiones.

En entrevista durante la marcha, una compañera de Veracruz explicó como las agresiones se dieron:

“Buenas tardes, yo soy la maestra Marisol, venimos del Sur de Veracruz. Al inconformarnos una vez más por la mal llamada reforma educativa, como todo Mexicano con derecho a manifestarnos, vinimos ayer con este derecho que nos da nuestra Constitución. Sin embargo, fuimos replegados por un grupo de granaderos que nos impedían primero que nada, establecer nuestro campamento y en segundo lugar, marchar pacíficamente. Algunos vecinos de la colonia pidieron la ayuda de los granaderos quienes llegaron y empezaron a empujarnos. Luego jalonearon a un compañero y se lo llevaban con lujo de violencia. Es cuando nosotros nos unimos en apoyo para que lo liberaran. Sin embargo hubo varios compañeros agredidos físicamente.

“Estamos en constantes manifestaciones y nos desplazamos de nuestros estados de origen para demostrarle al gobierno federal que estamos inconformes ante esta mal llamada reforma, que no sólo atenta contra nuestros derechos laborales adquiridos, sino también contra la educación al igual que muchas de las otras reformas. Estamos conscientes de que la ciudadanía está fastidiada, está muy molesta, pero desgraciadamente la misma historia nos enseña que si no es mediante manifestaciones, mediante este tipo de acciones, que desgraciadamente a veces ocasionan daños colaterales a terceros, ¿de qué otra manera nos hacemos escuchar?

“La represión ha sido constante. Desgraciadamente son poco los medios de comunicación honestos que realmente manifiestan lo que pasa, porque muchos están comprados por el gobierno y la mayoría de las notas televisivas o periodísticas atacan a nosotros y nos hacen quedar como gente que andamos provocando disturbios cuando esto no es verdad. Efectivamente nos da tristeza saber que han denigrado mucho la imagen del maestro pero también sabemos que hay sectores de la sociedad que saben que nos asiste la razón y que andamos luchando por un bien común. Hemos tenido apoyo de los padres de familia. Han participado en algunas marchas y se han organizado para que siga la gratuidad de la educación tal y como la contempla nuestra Constitución. Hay quienes no nos apoyan porque tienen miedo de que les quiten un programa como “Oportunidades” pero yo creo que la mayoría está con nosotros”.

En una segunda entrevista, una compañera de Oaxaca comenta sobre la situación actual:

“Soy Maggie y soy profesora de la educación primaria de la Sección 22. Pertenezco al Colectivo Libertario Magonista y tenemos un proyecto de educación libertaria. Al principio de manera masiva estuvimos en el plantón del DF todo el tiempo y ahora estamos de manera representativa y  venimos una semana rotándonos, dos compañeros por escuela cada semana. Estamos marchando hoy porque rechazamos la supuesta reforma educativa y pensamos que hay que seguir realizando acciones constantes para lograr la abrogación.

La embestida para privatizar la educación ha sido tremenda pero algo que hemos logrado es que a pesar de todo el desprestigio en la prensa, a pesar de toda la violencia del desalojo de nuestro plantón en el zócalo, a pesar de todos los ataques contra nosotros, seguimos aquí. Y este 20 de noviembre el gobierno federal no puede tener su espectáculo anual en el Monumento de la Revolución. Somos nosotros que ocupamos este espacio y seguimos peleando por otro tipo de educación, una educación crítica que tome en cuenta nuestras raíces y que nos ayude a construir otro tipo de sociedad. Ahora se está formando la nueva central, un paso importante.

“¿Qué significa el 20 de noviembre para nosotros? Que hay que luchar. La Revolución Mexicana tenía mucho que ver con la tierra mientras hoy en día los motivos para luchar son más diversas, pero seguimos luchando por la libertad y la justicia social y por cambios profundos en la sociedad.

“En Oaxaca también hemos tenido que enfrentar el desprestigio en la prensa. Además, hemos tenido el hostigamiento de la Sección 59 del SNTE. Ellos dicen muchas mentiras contra nosotros, y en algunos casos los padres de familia les creen. Pero también hemos tenido el apoyo de los padres y las madres. Esto es algo muy importante que está pasando en varias partes del país. Y ahora que estamos dando clases de nuevo, podemos platicar con nuestros alumnos sobre los motivos de la lucha.

“Es cierto que en muchos sindicatos, los líderes traicionan a las bases, pero en nuestras asambleas llegamos a acuerdos y los líderes tienen que implementarlos. Hay revisión y si no lo hacen, no quedan en el poder.

“No veo la aprobación de las reformas por los partidos políticos como una derrota. Vamos a seguir luchando para abrogarlas y creo que es posible lograrlo. Pero no podemos hacerlo solos. Hace falta el apoyo de la sociedad. Ojalá más gente empiece a cuestionar  y analizar lo que está pasando y se sume a la lucha.  Es para el bien de todos.”