Ante el crimen organizado, Ostula organizada

El pasado 14 de diciembre de 2014, una emboscada perpetrada contra una camioneta, donde presuntamente viajaba Semeí Verdía –comandante de la Policía Comunitaria de Santa María Ostula y coordinador general de las autodefensas en la costa de Michoacán– dejó como saldo 5 personas heridas (entre ellas un menor de edad). Luego de estos hechos, la comunidad llevó a cabo labores de desmonte en la carretera federal 200 para evitar nuevos atentados.

Al menos 700 comuneros de las diferentes sindicaturas acompañados por policías comunitarios, limpiaron el tramo carretero que va desde Xayacalan hasta La Ticla en una impresionante muestra de organización, apoyo mutuo y trabajo comunitario.

—Ya no queremos que nos sigan dañando a gente inocente, nosotros hemos estado dentro de este movimiento y no tememos a la muerte pero sí nos molesta, nos sigue inquietando que a familias inocentes nos las sigan molestando y por eso se trató de hacer la faena, para que ya no vuelva a pasar lo mismo que pasó —comentó Semeí.

Fotografía Rafael Camacho

Fotografía Rafael Camacho

Cabe destacar que minutos después del atentado, policías comunitarios detuvieron a Jonathan Aguilar Juan, alias La changa, quien confesó que el grupo armado estaba integrado por cinco personas y dirigido por Luis N. alias el Caracol, quien también participó en la tortura y posterior asesinato de Trinidad de la Cruz, Don Trino, el 6 de diciembre de 2011, crimen que permanece impune.

El agresor detenido señaló que su intención era asesinar a Semeí Verdía, pero confundieron el vehículo en el que viajaba y que la orden para llevar acabo la agresión la dieron Federico González alias Lico –jefe de plaza del cártel de Los Caballeros Templarios en el municipio de Aquila– y Mario Álvarez –ex presidente municipal de Aquila y ex diputado del Partido de la Revolución Institucional.

A partir de que, a comienzos de febrero pasado, la policía comunitaria se reestructurara para expulsar a los Caballeros Templarios del territorio nahua, el proceso organizativo comunitario fue retomado y las asambleas comunales regresaron, el comisariado de bienes comunales se renovó y poco a poco comuneros y comuneras que habían tenido que exiliarse, han regresado a sus casas. Durante más de 10 meses este proceso ha tenido altibajos pero la lucha por la autonomía y por la defensa de las tierras comunales –las cuales habían sido despojadas por pequeños propietarios (ligados a los Caballeros Templarios y a políticos priístas, todos interesados en la construcción de infraestructura para dar salida al hierro que se extrae en la región y así consolidar un negocio seguro). Sin embargo, la decisión de reconstrucción ha sido más fuerte.

Precisamente, durante largas y concurridas asambleas comunitarias, los pobladores de Ostula habían identificado recientemente a personas que todavía están vinculadas con el crimen organizado y que permanecen en la comunidad. En estas mismas reuniones se hicieron denuncias puntuales y se tomaron medidas para hacer frente a estas problemáticas, por lo que, al parecer, el atentado contra Semeí Verdía podría considerarse una suerte de respuesta por parte de quienes han sido señalados como integrantes del cártel o bien como colaboradores.