El día de ayer el Centro de Derechos Humanos de la Montaña de Guerrero (CDHM) Tlachinollan, presentó frente al Senado su segundo informe, «Migrantes somos y en el camino andamos», sobre la situación de dos millones de indígenas que son forzados a migrar al interior del país. Guerrero es el estado número uno en expulsión de migrantes indígenas. Es una migración forzada ya que, como el Director del CDHM Tlachinollan, el antropólogo Abel Barrera, comenta:
- «Cada año, 40 mil indígenas son desplazados a realizar actividades de agricultura en diferentes zonas y campos agrícolas como Sinaloa, Sonora, Baja California y Chihuahua
- El 73.9% de los municipios de Guerrero no tienen la capacidad de brindar alternativas de empleo a su población.Las familias indígenas sólo cosechan cerca de 300 kilos de maíz en la temporada de lluvias, lo cual les alcanza para comer durante dos meses; por lo tanto, tienen que salir en busca del alimento que les hace falta para mantener a su familia.
- La única forma de evitar que esto siga ocurriendo es que las “políticas públicas deben atacar el problema de raíz y dar a las familias las oportunidades de desarrollo y servicios básicos para que no tengan que salir de su tierra”.
Cochoapa el Grande es parte de la Montaña de Guerrero y es conocido como uno de los municipios más pobres de México y América Latina, es la falta de acceso al derecho a una vida digna lo que genera una situación insostenible de migración forzada.
A continuación presentamos una serie que busca recordar lo que el Estado ha olvidado respetar: la dignidad.
Fotografía y Texto: Karla H. Mares