¡No más políticos, sí a la educación!

Querido funcionario público,

Hemos intentado todas las formas posibles para sensibilizarlo sobre las nefastas consecuencias que tienen su avaricia desmedida y la primacía de los intereses particulares sobre el bien público. Entendemos que elige siempre la peor opción para el país porque está presionado por su codicia y la de sus compadres pero hemos llegado a la conclusión de que su mal es algo tan profundo que ni la educación lo podría solucionar, porque la educación ayuda pero no hace milagros.

Sabemos que se reunirán con los profesores democráticos e independientes que se oponen a la contrarreforma educativa que pretende empeñar el futuro de nuestro jóvenes y de todas las generaciones venideras. Sabemos que probablemente no escucharán a los maestros y que sólo retocan los últimos puntos de la única forma que conocen de hacer política, la represión. Pero venimos en un último acto de esperanza a entregarle un paquete de condones para pedirle que los utilice y evite de ese modo la reproducción de su terrible mal. Si ama a su país, si en el fondo de tanta inmundicia aún queda un dejo de amor por la humanidad, le rogamos que los use.

Con cariño,

México.