A un año cuatro días de que en España surgió el movimiento de los jóvenes indignados 15-M para repudiar el sistema bipartidista español, en México la Marcha Yo soy 132 hizo ver que los jóvenes han encontrado en el repudio a la continuidad de un sistema fallido, el punto de unión para manifestarse contra la imposición mediática del presidenciable Enrique Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional. Incluso en Veracruz puerto, donde las marchas suelen ser débiles y con escasa participación ciudadana, el mediodía de este sábado 19 de Mayo resultó ser lo contrario, alrededor de 100 personas marcharon para mostrar que no quieren un presidente que no lee, un presidente fabricado por las televisoras, un presidente joven pero con un discurso a ultranza del viejo PRI.
Pasadas las doce del día, hora de la cita de la marcha #AntiEPN convocada a través de redes sociales, el Tranvía del Recuerdo empezaba a aglutinar a los primeros manifestantes. Fue allí, donde jóvenes universitarios con máscaras de Anonymous y de Salinas de Gortari al estilo Ibero mostraban pancartas de reflexión y repudio: No Opresión, No al títere, No a EPN. Por primera vez, la marcha no fue infiltrada por alguna sección partidista, a pesar de los intentos de unos muy pocos que se indignaron por los gritos de Salvador, un estudiante de la Jean Piaget que gritaba enérgicamente: Muerte al PRIAN, ni un voto más al PRIAN.
¿Qué le pasa a estos frezapatistas? –dijo al ser entrevistado-. ¿Hablaban muy bonito de que el PRI pactó con Elba Esther, pero ya olvidaron también que el PAN también pactó con Elba? La marcha sucedió por toda la calle Independencia con pancartas en alto con leyendas como “No a la oligarquía priísta” y gritos al unísono de No a Enrique Peña Nieto hasta el zócalo, donde se detuvo por unos instantes hasta llegar al Malecón y regresar al punto de partida, el Tranvía del Recuerdo. En el zócalo, la alcaldesa a esa hora también mandó a los de Limpia Pública, donde los manifestantes improvisaron un mitin en el templete, lugar en el que unos niños bailaban música regional.
En la marcha recordaron por ejemplo, la represión de San Salvador Atenco donde policías golpearon y asesinaron brutalmente a ciudadanos bajo el cobijo mediático de Televisa y Tv Azteca, los compromisos no cumplidos del entonces Gobernador del Estado de México, la golpiza propinada por priístas a estudiantes en Córdoba el 15 de Mayo y sus nexos con “la oligarquía” mexicana. Sin embargo, algunas personas que pasaban miraban desentendidas y contrastaban con el llamado por algunos profesores universitarios como “el despertar de los jóvenes mexicanos”. “A mí me da igual, de todas maneras todos roban”. “ Yo no voto, todos son iguales”, decían varias señoras que no sabían qué pasaba sobre las calles de Independencia.
Sin embargo a Ilse, estudiante de Comunicación le dio mucha esperanza formar parte de una movilización así.
“No te sientes solo, estás con mucha gente que no conoces pero que te apoya y eso te sube mucho la moral y la esperanza. Por primera vez sentí que todo puede ser posible y que no hay nada mejor que alzar la voz, organizarte y darte a tu país y al compromiso que todos debemos tener con el”. A Yamil, universitario, también: Fue maravilloso ver a tantos como yo, cansados de toda la podredumbre, de que nuestro futuro esté limitado por todas esas mafias.
Ellos, como todos los jóvenes que marcharon fueron la prueba del texto titulado Los jóvenes de hoy son los del 68 redactado por la escritora Elena Poniatowska para un diario de circulación nacional, y son el resultado del llamado viernes negro de Enrique Peña Nieto, donde alumnos de la escuela Iberoamericana en México lo sacaron del recinto universitario llamándolo asesino y cobarde. Y a pesar de que asalariados del priísmo han tratado de salir en la defensa del dinero que los mantiene, distorsionando y minimizando las movilizaciones de la sociedad civil, la mayoría de ella siendo universitarios informados bajo las redes sociales y con el sueño de un mejor país sobre la espalda, le recordaron a un caluroso puerto jarocho que los pueblos se vuelven desgraciados cuando la juventud no hace temblar el mundo y se mantienen sumisos ante el tirano.
Un tirano de autoritarismo llamado Enrique Peña Nieto.
«Los pueblos se vuelven desgraciados cuando la juventud no hace temblar el mundo y se mantienen sumisos ante el tirano.» publicada la nota http://www.agenciasubversiones.org/?p=3201 de Juan E. Flores Mateos me dice que que mi propio pasado cobra sentido en el presente, que mi voz y mi firme convicción no son sólo un eco en mi mente, que queremos otro México, el México no escrito en los libros de texto, el México y el planeta entero que nos merecemos todos, que la utopía deja de serlo desde que la generación X se está convirtiendo en MX y entonces decimos de otras maneras ¡Ya basta!, desde el corazón y el espíritu, desde la cotidianeidad y el no protagonismo.
Gracias