Trabajando por un cambio

Texto: Mumia Abu-Jamal

 

Queridos hermanos y hermanas;

Queridos integrantes del DC-37, Local 372*

Queridos compañer@s trabajadores:

Mientras consideraba lo que les iba a decir, miles de pensamientos inundaron mi cabeza.

Me pregunté sobre sus hijos e hijas, y en algunos casos, sus nietas, sus nietos. ¿Qué saben ellos del trabajo de mamá o del sindicato del abuelo?

¿Saben algo, aunque sea a grandes rasgos, de la historia de lo que la clase trabajadora sufrió y de su lucha por una semana laboral de 40 horas?, ¿por un salario digno?, ¿por los convenios colectivos de trabajo?, ¿por la atención a la salud?, ¿por las pensiones?

Lamento decirlo pero sé que la mayoría de los que han sido educados en las escuelas públicas, saben poco o nada de estas cosas.

¿Cómo lo van a saber? si están abrumados por tantas evaluaciones punitivas y sin sentido, ¿Cómo podrían saberlo? No les da tiempo de estudiar esta historia.

Ésta no es historia antigua, pero es como si se preguntara sobre la Guerra de Troya.

Por lo regular, sus hijos no saben de esta historia simplemente porque no se enseña en las escuelas. No se considera digna o importante de aprender porque la clase trabajadora no tiene el poder social para insistir en ello.

Los amos del capital se aseguran de que este importante mensaje no se transmita a la juventud porque podría fortalecer su conciencia de clase.

Lo más angustiante es la transmisión de una falsa conciencia, inculcada por los medios corporativos, la cual centra la mente en las cosas, y no en la gente. (A ésta le pueden llamar ‘la conciencia bling’.)

Este punto de vista denigra a los sindicatos a pesar de sus enormes aportes sociales a la clase trabajadora.

Hace más de un siglo, un inmenso movimiento laboral se extendió por muchas ciudades estadounidenses, impulsado por la organización de los Trabajadores Industriales del Mundo (la IWW por sus siglas en inglés, también conocidos como los Wobblies). La IWW pretendía unir a todas y todos los trabajadores en un gran sindicato.

Los capitalistas, en contubernio con la prensa corporativa, desataron una guerra de desprestigio y difamación contra los Wobblies, preparando el terreno para una campaña de represión legalizada por el Estado, la cual los corrió del escenario de la historia.

Actualmente, en gran medida, han quedado en el olvido, de la misma manera que los esfuerzos de ustedes han sido olvidados por sus hijas e hijos, sus nietos y nietas.

Pero imagínense el mundo que ellos pudieron haber construido, uno en el que la gente estuviera unida a pesar de las falsas  líneas de división social.

¡Imagínense el poder social que tendrían!

Los sindicatos no pueden hacerse a un lado como sacerdotes arrodillados mientras Roma arde. Es preciso que vivan y luchen en el mundo –en este mundo– por la justicia social.

Es imprescindible que se opongan al Estado encarcelador, el cual devora el futuro de sus hijos.

Ésta es nuestra lucha. Espero que te nos unas. ¡Gracias!

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.

*[N. de la T.] Consejo del Distrito 37, Local 372 de los Empleados del Consejo de Educación en la Ciudad de Nueva York

-© ’14 maj

19 de marzo de 2014

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México