Estela de Luz, una burla hacia nuestro dolor: madre de joven secuestrada

A dos años del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la impunidad prevalece; aún con el cambio de presidente en México, los asesinatos continúan y aumentan, así como las desapariciones. ¿Dónde están? ¿Quién se hace responsable del dolor que causa tanto la acción del crimen organizado como la omisión del gobierno? Los cuales, en todo caso, se funden entre sí.

Rezagos de la violencia. Esos ruidos que se resienten en el estómago y en la garganta, que inunda de sentimientos intraducibles, priva de palabras para enunciarlos; ese ruido que taladra tu mente y no te deja pensar ni escuchar ni hablar ni vivir ni convivir ni caminar ni estudiar ni trabajar.

Sonidos que primero son ajenos: disparos, bombas, amenazas, botas militares y policiales pisoteando las calles. Ese ruido cala, penetra los poros y desgarra todo a su paso, son los gritos de las víctimas: las muertas, las desaparecidas, las que sobreviven.

Fotos:  Xilónen Pérez y Rodrigo Rojo