El Mes de la Historia de los Negros

Black History Month

Serie en tres partes escrita por Mumia Abu-Jamal para marcar el Mes de la Historia de los Negros, celebrado cada año en el mes de febrero en Estados Unidos. 

La historia de los negros 1: Introducción

Todos los años en el mes de febrero, la historia de los negros se celebra de costa a costa en Estados Unidos.

Se recuerdan los nombres de grandes personas, se elogian sus hazañas y luego el mes más corto se tambalea a su fin.

¿Pero qué podemos decir este año?

El mes transcurre, pero millones de jóvenes negros sabrán cada vez menos año con año. A decir verdad, no saben nada de su historia. ¿Y quién se las va a enseñar?, ¿Una maestra?, ¿un DJ?, ¿un predicador?, ¿unos raperos?, ¿su peluquero?, ¿sus padres?

Estas preguntas no son estrictamente retóricas porque la respuesta a todas es “no”.

Hace un año más o menos, un hombre se me acercó para contarme de una conversación que tuvo con un joven que le había preguntado: ¿Quién era Martin Luther King? ¿Un rapero?

(Como diría mi mamá: Ay de nosotros.)

En las generaciones anteriores, pensadores como W.E.B. DuBois, Paul Robeson, Malcolm X, Dr. Ben (Yosef Ben-Jochannon) y Dr. John Henrik Clarke eran los héroes del mundo negro.

Ahora no es así, porque las aguas de nuestra cultura, nuestras formas de música, han sido contaminadas por la avaricia de las grandes corporaciones y por los intereses que le hacen daño a la comunidad negra.

Hoy en día la ignorancia es una bendición.

¿La historia?  No nos interesa.

Ay de aquellos que se olviden de su historia porque no saben de dónde vienen.

La historia de los negros 2: MOVE

En mi última nota, comenté sobre la carencia de conocimientos sobre la historia de los negros, especialmente entre los jóvenes.

Las personas que han pasado ciertos periodos de vida en las comunidades negras han llegado a saber lo que saben a través de un filtro mediático que es un valioso instrumento del poder blanco.

En una u otra generación posterior, sus conocimientos de eventos  caen por la madriguera del olvido y desaparecen.

La historia no se enseña en la escuela y por eso, las nuevas generaciones llegan a la edad adulta prácticamente ignorantes de su pasado de conflicto y lucha.

Hablemos, por ejemplo, del enfrentamiento de la organización MOVE con las autoridades de la ciudad de Filadelfia, un conflicto que estalló en 1977 y 1978,  e involucró disparos de armas de fuego y cañones de agua, bolas de demolición, golpizas salvajes, y el encarcelamiento de nueve hombres y mujeres conocidos como “los 9 de MOVE”.

Esto ocurrió hace 36 años. Jimmy Carter era el presidente del país. Muhammad Ali había perdido  y luego recuperado el campeonato de pesos pesados (contra Leon Spinks).

Y “los 9 de MOVE” fueron condenados a un mínimo de 30 y un máximo de 100 años en prisión por el cargo de homicidio involuntario ––la sentencia más larga que cualquier otra en la historia moderna del estado de Pensilvania.

Varios analistas del caso han notado que aunque ninguna de las cuatro mujeres fue acusada de portar armas, todas recibieron la misma sentencia que la dictada para los hombres.

¿Pero qué creen? ¡Algunos de los hombres tampoco fueron acusados de portar armas!

Eddie Africa

Eddie Africa

Este es el caso de  Eddie África. Nacido en Filadelfia Oeste, Eddie vivió su vida de la misma manera que muchos otros jóvenes de su edad. Le gustaba ir a fiestas, tomar y fumar hierba. Pero su vida cambió cuando conoció a MOVE. Su mensaje lo radicalizó y lo alentó a formar parte de un movimiento más grande que él mismo.

En 1978, según las declaraciones de testigos presenciales, en la escena del ataque contra la casa de MOVE un policía fue asesinado por ‘fuego amigo’, es decir, por los disparos de otro policía, pero esto no le importó a la estructura de poder. Fue imprescindible parar a MOVE ––ruidosa, Negra y fuerte––  y el juez Edwin Malmud fue el mecanismo utilizado para hacerlo.

Por eso, Eddie Africa (quien sigue siendo ruidoso, Negro y fuerte), fue encontrado culpable de homicidio aunque nunca fue acusado de portar un arma. Él debió salir bajo libertad provisional en 2008, después de cumplir su sentencia mínima de 30 años; sin embargo, 6 años después este derecho se le sigue negando.

Eddie tenía 29 años cuando llegó a la cárcel. Ahora tiene 65.

Por ser integrante de MOVE, su inocencia no viene al caso. (Tampoco viene al caso para los otros siete integrantes de MOVE que han sobrevivido su largo encarcelamiento.)

Ningunos de ellos son presos debido a su inocencia o su culpabilidad, sino porque creen en las enseñanzas de John África: por ser integrantes de MOVE.

Para el Sistema, esto es imperdonable.

La historia de los negros 3: Jordan Davis

En lo que ha de ser la máxima ironía, un hecho que ha ocurrido durante el Mes de la Historia de los Negros indica que las cosas no andan muy bien en el país.  Me refiero al juicio de un hombre blanco de mediana edad por disparar y asesinar a un joven negro de 17 años después de un intercambio de palabras agresivas sobre la llamada “música de matones”, en el cual el jurado no llegó a un acuerdo para  encontrarle culpable de homicidio.

Los jóvenes y hombres negros son los grupos menos apreciados por la sociedad estadounidense. Esto era cierto históricamente. Y es cierto ahora.

En parte, es porque para el sistema judicial, para la América blanca (y en demasiados casos para la América negra también) la vida de los negros es barata.

Seguramente algunas personas dirán que esto no es cierto, pero piensen en lo que pasaría si un adulto negro, enojado por la música metalera escuchada por un grupo de adolescentes blancos en su camioneta que contestaran con fuertes palabras desafiantes cuando aquél les ordenara bajarle al volumen, abriera fuego al interior de su vehículo, asesinando a uno de ellos.  ¿Existe la menor duda de que muy pronto el señor sería un nuevo residente del pasillo de la muerte del estado de Florida?

Pero en el caso del asesinato del joven Jordan Davis por un hombre blanco, el miedo social a los hombres negros por los hombres blancos fortaleció una defensa que casi resultó en la exoneración del señor.

Éste es un comentario sobre la ley, los tribunales y la sociedad entera. También es un tenue reflejo de la manera en que los hombres negros aún se perciben en Estados Unidos.

La verdad: los hombres blancos temen a los hombres negros. El temor puede ser profundo e irracional, pero esto no lo hace menos real, sino todo lo contrario.

En la segunda década del siglo veinte, tanto las mujeres como los hombres negros, quienes habían salido de la esclavitud solo medio siglo antes, vivieron una ola nacional de violencia racista perpetrada contra ellos por turbas blancas.

Miles de negros fueron linchados en lo que el estudioso/activista W.E.B DuBois llamó el «Verano Rojo». Esta violencia ocurrió con el silencioso consentimiento de los gobiernos estatales y federal. (De hecho, muchas autoridades estatales participaron y alentaron esos actos.)

¿Y cuál fue uno de los factores detonantes de la violencia? El temor y ansiedad de los hombres blancos de que los recién liberados hombres negros buscarían a las mujeres blancas como parejas sexuales.

Esa psicología del miedo todavía existe, ahora encubierta bajo las ilusiones de la política, la ley y el mundo del entretenimiento.

Un joven habla con groserías a un hombre de mediana edad, pero el hombre blanco no ve a un chico, a un adolescente. Él ve a un hombre negro y sus neuronas se inundan por olas de miedo.

Es una foto titulada América Negra 2014.

No está bonita, pero es lo que es.

Jordan Davis

Jordan Davis

–© ’14 maj

Textos escritos el 13, 14 y 16 de febrero

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México