Nepomuceno Moreno, reflejo de la represión sistemática contra movimientos sociales

Este texto fue preparado por «Eslabones por la Paz», compuesto por integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD): víctimas, familiares de víctimas y gente que forma equipo de manera voluntaria para dar seguimiento ministerial a las investigaciones policiales, periciales y a parte del proceso penal. Se presentó, como parte de la Audiencia Transtemática  de represión a los movimientos sociales del Tribunal Permanente de los Pueblos, Capítulo México, el pasado sábado 23 de noviembre como parte de las acusaciones generales contra el Estado mexicano de reprimir a los movimientos sociales y «utilizar el poder para establecer un modelo de desarrollo económico al servicio del capital transnacional». Los resultados de la audiencia están disponibles vía TPP-México.

A dos años del asesinato de Nepomuceno

De lo que hoy hablamos, es de la transformación forzada que en México experimenta mucha gente común, sucede cuando pierden un familiar por ser víctima de la violencia. Esta nueva realidad a la que son arrastrados contra su voluntad, los muta en luchadores sociales, en activistas, en exigidores de verdad y justicia, en constructores de la no-repetición.

Hablar de Nepomuceno Moreno Núñez, es tomar una muestra en el desgastado camino que recorren miles de seres humanos que habitan o transitan en territorio mexicano, luchan y se congregan por la impotencia y angustia infinitas de tener familiares desaparecidos o asesinados.

Bastaría en la historia de Nepomuceno cambiar los nombres propios, la ubicación geográfica y algunos detalles circunstanciales para narrar con ella, de manera simultánea, miles de historias de corrupción, impunidad, dolor e impotencia que parecen distintas pero son la misma, sólo que se refleja y multiplica, repite su imagen en el laberinto de espejos en que se ha convertido el sistema de gobierno mexicano que produce, fomenta y favorece las violencias en México.

Nepomuceno Moreno Núñez es uno de los miles de padres que buscan a sus hijos desaparecidos en México, y como respuesta han encontrado su propia muerte en manos de la delincuencia organizada que opera aliada a funcionarios públicos, en este caso del Estado de Sonora. Este 28 de noviembre se cumplen dos años de su asesinato. Acribillaron a Nepomuceno Moreno por buscar a su hijo, señalar mediáticamente a miembros de la delincuencia organizada y a funcionarios del gobierno estatal como los responsables del secuestro y desaparición de su hijo Jorge Mario Moreno León de 17 años de edad.

Nepomuceno ya antes había sido víctima de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora, por haber sido privado de la libertad durante años mediante una acusación penal infundada, por homicidio, cargo del que fue exonerado, tras permanecer preso, al comprobarse su inocencia. Este antecedente fue usado incontables veces por el gobierno de Sonora para criminalizarlo públicamente e intentar afectar su reputación, omitiendo siempre decir que fue una injusticia y salió libre de toda culpa.

Quienes conocimos, tratamos y amamos a Nepomuceno Moreno Núñez, nuestro querido “Nepo”, sabemos que fue un hombre, esposo, hermano, hijo, padre, leal, amoroso y valiente a quien seguimos unidos más allá de la vida y la muerte.

Desde el viernes 06 de mayo del 2011 Nepo se unió al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) atendiendo a la convocatoria que Javier Sicilia hiciera públicamente a la sociedad civil y especialmente a los familiares de víctimas, para participar en la primera caravana del Movimiento por la Paz, que en los meses siguientes recorrería el país desde el centro hasta la frontera sur con Guatemala, y hasta la norte, en Chihuahua. Cientos de personas acudieron y mediante estas acciones inició el proceso de visibilización de las víctimas, salieron de las estadísticas gubernamentales y se despojaron de la etiqueta de “víctimas colaterales” para tomar nombre, cara, historia, les conocimos en las sonrisas de las fotografías con las que se les busca y en las lágrimas y la voz de sus familiares.

Nepo nació en el estado de Sonora, en el ejido La Sangre y vivió en la ciudad de Hermosillo, buscaba a su hijo menor Jorge Mario Moreno León de 17 años, quien fue secuestrado y desaparecido desde el 01 julio del 2010 junto con otros tres amigos, fueron perseguidos y baleados por un grupo armado cuando transitaba de regreso de una fiesta. Mataron a Mario Enrique Díaz, se llevaron a José Francisco Mercado Ortega y a Giovanni Otero. El secuestro de Jorge Mario quedó grabado en las cámaras de una tienda, el video fue entregado a la Procuraduría General del Estado de Sonora, quien nunca investigó ni buscó a los muchachos. Horas más tarde del secuestro, Nepomuceno se comunicó al teléfono de su hijo, le contestó un hombre y le dijo que un comandante decía que necesitaba pagar treinta mil pesos para que liberaran a su hijo, ese fue el último día en que Nepomuceno escuchó la voz de su hijo Jorge Mario que le dijo “Estoy bien apá, no te mortifiques, dile a mi amá que estoy bien, que ahí le caigo a Hermosillo más tarde, no se mortifiquen”. Nepo nunca volvió a ver a su hijo.

Nepomuceno trató por todos los medios que el gobierno del estado de Sonora buscara a su hijo, nunca obtuvo respuesta, entonces salió a medios de comunicación y narró el secuestro de su hijo, denunció públicamente la indiferencia de la Procuraduría del Estado, en especial del entonces procurador Abel Murrieta Gutiérrez. Días después fueron a su casa tres hombres, uno le dijo:

“Mire, vengo a decirle de parte del jefe que lo de su hijo fue un error pero ya no se puede hacer nada, estamos en una guerra y en todas las guerras hay muertos, ni modo le tocó a él, nomás le digo que le baje de huevos porque si sigue haciendo ruido se lo va a cargar la chingada”.

Por intermediación del MPJD fue recibido por el entonces Procurador de Justicia del estado de Sonora, Abel Murrieta Gutiérrez quien le enseñó las fotografías de unos hombres y dijo “sabemos que este grupo se llevó a su hijo, pero son muy peligrosos, están muy armados y yo no puedo exponer a mis policías porque en cuanto les diga que tienen que ir por ellos van a renunciar, ellos también tienen miedo…” Nepomuceno se retiró de la Procuraduría con una imagen grabada en la mente, era el rostro de una de las fotografías que le enseñó Abel Murrieta, porque era uno de los tres hombres que lo habían ido a amenazar a su propia casa semanas antes.

Nepomuceno, como miles de padres en México, inició su propia investigación, entre otra mucha información valiosa identificó un número telefónico del que habían llamado al teléfono de su hijo, cuando este ya estaba secuestrado y comprobó que era de las oficinas de la Procuraduría del estado de Sonora. Con ello supo que las autoridades de su propio estado estaban involucradas en el secuestro de Jorge Mario y por eso se negaban a investigar. Entonces fue al Distrito Federal a buscar el apoyo de la justicia federal en la Procuraduría General de la República, donde iniciaron la averiguación previa por secuestro.

En el transcurso de su participación dentro del MPJD, Nepo dio muchas entrevistas a medios de comunicación, se manifestó repetidamente en el estado de Sonora afuera del palacio de gobierno y de la Procuraduría del estado de, se reunió con varios funcionarios públicos, incluyendo al ex presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, el 14 de octubre del 2011; en ese encuentro televisado, Nepo le entregó, en propia mano, al entonces presidente, los datos principales del expediente de la desaparición de su hijo y le dijo que denunciaba a las autoridades del estado de Sonora y señaló a la policía del estado como quién secuestró a su hijo Jorge Mario.

Como respuesta, la policía estatal detuvo a su hijo mayor inventándole cargos, Nepo sabía que era una más de las represalias que el gobierno del estado de Sonora instrumentaba en su contra. No obstante, el 30 de septiembre de 2011, Nepo inició una demanda contra la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora, exigiendo ser indemnizado por haber sido privado de la libertad durante casi dos años mediante una acusación penal infundada, acusado falsamente de homicidio.

Fue asesinado semanas después de presentar esta demanda y 45 días después del encuentro con Felipe Calderón Hinojosa, el 28 de noviembre del 2011 a plena luz del día, en calles centrales de la ciudad de Hermosillo y a unos metros de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora. Nadie vio nada…

Investigación ministerial

Respecto de las investigaciones sobre el secuestro de su hijo y el asesinato de Nepomuceno, ambas están actualmente en manos del gobierno federal en la Procuraduría General de la República (PGR), están detenidos y consignados varios hombres señalados por el mismo Nepo como los secuestradores de su hijo, son miembros del grupo delictivo conocido como Los Salazares, quienes dicen ser gente del Chapo Guzmán, a ellos se les ha relacionado también con el propio asesinato de Nepo.

Militarización del país

Agravios, riesgos y exigencias

Los integrantes del MPJD y la sociedad mexicana en general, somos agraviados por los asesinatos de luchadores sociales y activistas como Nepomuceno Moreno, Don Trino, Pedro Leyva, Eva Alarcón, Marcial Bautista, Marisela Escobedo, Ismael Solorio, Manuelita Solis y muchos más, quienes han alzado la voz para exigir justicia.

Sus familias sufren directamente el daño irreparable por su ausencia y además por la atroz manera de morir, ya que en México no sólo hemos perdido el derecho a la vida, sino también a una muerte humana, justa, digna y en paz.

El riesgo potencial y latente de ser asesinados está siempre sobre quienes en México se atreven a exigir verdad, justicia y paz. La agresión proviene por igual de la delincuencia organizada como de los gobiernos, actúan separados o juntos… muchas veces de acuerdo, para callar a la gente que se atreve a exigir sus derechos, empezando por el derecho a la vida y a la libertad.

Específicamente la familia de Nepo, actualmente radica lejos de Sonora, el mismo día del asesinato de Nepo abandonaron su casa, sus actividades, sus amigos, su historia, su vida, para ir a esconderse como si ellos fueran los delincuentes. Nuestra exigencia es que sigan las investigaciones por ambos delitos y que el gobierno federal siga como hasta ahora pendiente y a cargo de la familia de Nepo.

Exigimos que el estado de Sonora acepte su responsabilidad por comisión y omisión en el secuestro y desaparición de Jorge Mario Moreno León, el homicidio de Nepomuceno Moreno Núñez y la criminalización de ambos. Así como del desplazamiento forzado de toda su familia. El asesinato de Nepo no detiene la exigencia de verdad y justicia para localizar a su hijo Jorge Mario y dar con los responsables del asesinato de Nepo.

La misión de quienes seguimos vivos, es sumar a nuestra propia existencia la continuación de los propósitos, los sueños, las ilusiones y esperanzas detenidos, por la vida interrumpida de nuestros hermanos ausentes.

Roberto Galván murió el 01 de noviembre de 2013, después de luchar contra un tumor cerebral:

“…nunca me ha dolido ni una muela, lo que me tiene enfermo es esta angustia por no encontrar a mi hijo, y el coraje contra las autoridades que sólo se hacen guajes” (Roberto Galván).

Blanquita, murió el 27 de junio del 2013 por un problema de salud. Su dinamismo, disposición y actitud conciliadora, fueron claves desde la primera marcha del MPJD de Morelos al D.F y durante los más de dos años en que incansablemente trabajó como integrante del MPJD en múltiples acciones por la Paz, la Justicia y la Dignidad.

Eva Fé Alarcón y Marcial Bautista fueron secuestrados y desaparecidos por policías municipales del estado de Guerrero el 07 de diciembre del 2011. Dedicaron sus vidas al trabajo para su comunidad, dentro de la organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán. Privilegiaron su defensa del bosque, de su fauna y flora de esa parte del estado de Guerrero y del país y estaban organizando foros por la paz y la justicia en esa zona de Guerrero.

El 6 de diciembre del 2012, integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fueron interceptados por un grupo armado al salir de Ostula, Michoacán. Fueron amagados y luego dejados en libertad, pero secuestraron y asesinaron a Don Trinidad de la Cruz Crisóstomo (Don Trino), uno de los líderes de la comunidad, fue un hombre nahua “valiente y comprometido con su pueblo”.

El 6 de octubre del 2011, Pedro Leiva Domínguez, de la comunidad nahua de Santa María de Ostula en la Costa de Michoacán, integrante del MPJD, fue asesinado alrededor de las 21:00 horas con arma de fuego:

“Tenemos que luchar, venga lo que se venga, pase lo que pase, contra quien sea. Una lucha no es fácil, es desgastante, tanto económica, física y emocionalmente. Nos quieren meter miedo con sus armas, con sus aparatos de poder. Pero ya no hay que tenerles miedo, tenemos que luchar sin miedo, por nuestra tierra, por nuestra libertad, por nuestra dignidad” (Pedro Leyva Domínguez).