Texto: Amiel Aketzali Moreno y Amalia De Montesinos.

También consulta la Palabra de Marichuy en Guadalupe Tepeyac en el sitio web del Congreso Nacional Indígena (CNI). Fotografía: blog de las actividades del CIG y su vocera.
La gira del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) por Chiapas arrancó el pasado 14 de octubre. María de Jesús Patricio Martínez y el CIG comenzaron un recorrido por los caracoles zapatistas en lo que podríamos denominar una caravana por la vida digna.
En el municipio de Guadalupe Tepeyac, en la zona Selva Fronteriza de Chiapas, cerca de mil personas, entre las que se encontraban concejales y concejalas del CIG, delegadas y delegados del Congreso Nacional Indígena (CNI), adherentes a la sexta, redes de apoyo y medios libres, fueron recibidos gustosamente por cientos de compañeras y compañeros de las bases zapatistas.
Concejalas y concejales procedentes de todo el territorio nacional compartieron el templete, dando voz al Concejo Indígena de Gobierno y a los pueblos, tribus, Naciones y barrios que representa.
Como se realiza en otras actividades zapatistas desde hace más de veinte años, se entonó el himno nacional como una convocatoria a los pueblos de abajo y a la izquierda que habitan el territorio llamado México para caminar juntos en la lucha por el reconocimiento de sus formas de gobierno, sus lenguas y conocimientos; en la lucha por la vida misma, por seguir existiendo contra la negación y el olvido.
El encuentro en Guadalupe Tepeyac se caracterizó por la presencia de las mujeres en todos los actos del evento. Es a través de la voz de las mujeres que el EZLN y las bases de apoyo han dejado claro su aliento hacia la propuesta del CIG. En un país en el que la voz de las mujeres es continuamente silenciada, destaca cómo las comunidades zapatistas construyen espacios en los que las mujeres participan de las deliberaciones públicas y de la toma de decisiones comunitarias.
Las y los zapatistas respaldan y abrazan la lucha de sus hermanas y hermanos de los pueblos originarios al mismo tiempo que llaman a pobladores del campo y de la ciudad a luchar juntos por la paz, la libertad y la justicia. El CNI ha sido por 21 años un espacio de encuentro en el que se han escuchado sus dolores y rabias. Ahora consideran que es momento de pasar a la ofensiva y encontrarse con las personas trabajadoras del campo y de la ciudad que padecen la explotación y dominación ejercida por una clase capitalista nacional e internacional. La compañera Janet, miembro de la Junta de Buen Gobierno, recalcó que nos encontramos en un momento clave para evidenciar los mecanismos de guerra contra los pueblos, contra las y los trabajadores del campo y la ciudad, así como contra las mujeres.

Durante muchos años los malos gobiernos trataron de destruir la sangre primera de estas tierras, como nunca lo han logrado quisieron matarnos con el olvido. Pero los indígenas y campesinos de México, América y el mundo resistimos. —Palabras de la comandanta Everilda, a nombre del CCRI-CG del EZLN. Fotografía: blog de las actividades del CIG y su vocera.
El asesinato del compa Galeano fue recordado como uno de los ataques de la guerra contra los pueblos. Su familia ha pedido no olvidar que los que asesinaron a Galeano son los mismos que desaparecen estudiantes, tratan de dividir comunidades y asesinan a la madre tierra, recalcando así que la lucha por la dignidad de la diversidad de los pueblos también es una lucha por la vida, esa vida que han querido arrebatar con la negación y el silencio, esa vida que no se calla y resiste.
La comandanta Everilda prestó su voz al Comité Clandestino Revolucionario Indígena para hablar de la situación de los pueblos originarios, campesinos y trabajadores; resaltando la gravedad de la explotación, la humillación, el desprecio, el olvido, la marginación y la muerte. Señaló la crueldad de las reformas de los últimos tiempos y cómo se usan los programas asistenciales y de conservación para la privatización de los bienes comunes. Sobre la explotación en las ciudades, mencionó las injusticias y humillaciones a los que estamos expuestos frente al plan neoliberal: «va con todo y contra todos, maestros, doctores, estudiantes, choferes, amas de casa, artistas, científicos, colonos, otros amores, comerciantes, albañiles, periodistas, migrantes y todos los que de una u otra forma se ganan la vida trabajando dignamente».
Después de dar este panorama, la comandanta Everilda pasó a hacer un diagnóstico sobre la situación de las mujeres en el país y en el mundo, señalando este momento como de recrudecimiento del peligro y emergencia de género, un momento en el que nos asesinan, nos dejan morir entre escombros, nuestro trabajo sigue sin ser valorado, desaparecen a nuestras hijas e hijos. Es decir, que la situación es todavía peor si se es mujer, indígena, trabajadora y pobre, en un sistema que nos oprime y calla, con un Estado que nos quiere ver muertas.
Como para el capitalismo las mujeres indígenas no somos ni merecemos nada no quiere que nos formemos. Pero nosotras, las mujeres indígenas zapatistas, aquí estamos demostrado que sabemos organizarnos y decidir por nuestro futuro.
A María de Jesús se le pidió amplificar la palabra de las mujeres, de sus dolores, rabias y resistencias: «Nos gustaría que este ejemplo sirva para otras mujeres de México y el mundo. Y decirle a nuestra compañera Marichuy, indígena y mujer como nosotras, que queremos que ella lleve nuestro mensaje de ¡ya basta! de tanto olvido e injusticia hacia nosotras, las mujeres, a todos los rincones de México». La triple opresión sobre las mujeres —por ser mujeres, por ser indígenas, por ser pobres— sólo es posible porque «por la venas del capitalismo corre la sangre de la violencia machista, la explotación y la persecución en contra de nosotras». La resistencia de las mujeres y de los pueblos se fortalece en el caminar colectivo. Así avanzan el CNI, el CIG y su vocera con pasos que conducen a la libertad y a la justicia para todos los pueblos y mujeres del mundo.