Después de la colonia, caos

Texto de Mumia Abu-Jamal
Foto de portada: Taringa

 

Han pasado décadas desde el proceso de descolonización en los 60, cuando muchos estados africanos y árabes se libraron del control colonial europeo, con frecuencia a través de la lucha armada.

Han pasado décadas, sí, pero las llamas encendidas durante ese proceso no se han apagado.

La colonización fue un fenómeno violento, una explotación esencialmente violenta, ejercida por un poder fuerte sobre un poder más débil.

Las colonias fracasaron cuando la resistencia se hizo nacional y todos los segmentos de una sociedad se opusieron al sistema impuesto por el país extranjero y explotador.

Frente a un rechazo universal, el poder colonial no pudo justificar la continuación de su dominio.

Ahora, décadas después, las energías anti-coloniales se expresan en las políticas islamistas ya transformadas en movimientos.

Estos movimientos –financiados, armados y asesorados por las agencias de inteligencia estadounidenses, británicas, sauditas y pakistaníes– se han convertido en Al Qaeda, en Al Qaeda de Iraq, en Al Qaeda del Magreb y más tarde, en ISIS.

Estos movimientos devuelven la jugada a sus productores.

El instrumento de guerra anti-comunista empleado contra el gobierno afgano encabezado por el presidente Najbullah (1987 -1992) ahora se usa contra sus financiadores de antes.

El hijo sueña con estrangular a sus padres.

Para terminar este ensayo, cito al profesor libanés, As‘ad Abu Khalil, quien escribió en su libro La batalla por Arabia Saudita*:

Para engañar al público estadounidense y persuadirlo de iniciar una guerra, los neoconservadores prometieron que un cambio de régimen en Irak cambiaría el Medio Oriente para siempre. Hablaron de reestructurar la región. Ahora sabemos que todas sus suposiciones y predicciones eran falsas, excepto una: han cambiado el Medio Oriente para siempre. Pero en lugar de liberar a un pueblo e impulsar la democracia, la invasión y ocupación de Irak por Estados Unidos alimentó la furia, combatividad, reclutamiento y organización de la insurgencia. Las fuerzas fanáticas y radicales se extienden, y su impacto letal y desestabilizador amenaza no sólo a la favorita dictadura real de Estados Unidos e Irak –Arabia Saudita– sino a Europa y tierras más allá.

Desde el corredor de la muerte, soy Mumia Abu-Jamal

*Abu Khalil, As‘ad, The Battle for Saudi Arabia: Royalty, Fundamentalism, and Global Power. (New York: Seven Stories/Open Media, 2004), p. 213.

—©’15maj

14 de enero de 2015

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México