«Su lucha es nuestra lucha»: Pedregales de Coyoacán en solidaridad con Ayotzinapa

Por Xilonen Pérez y Heriberto Paredes

 

Los barrios que dan vida y forma a los pedregales de Coyoacán se han mantenido organizados, en mayor o menor grado, a lo largo de varias décadas. Esta zona localizada en el sur de la Ciudad de México cuenta actualmente con servicios básicos –no de manera generalizada todavía– y con una moderada conexión a través de transportes públicos, todo fruto de la lucha que se ha librado desde que se realizó la ocupación de estas tierras.

El pasado 23 de enero, 2015, la Comunidad Pedregales por Ayotzinapa y la Brigada Somos Semilla convocaron a una tercera movilización que marchó desde dos puntos: la Iglesia del Cristo en Santo Domingo y de la entrada del parque Huayamilpas, ubicado en la colonia Ajusco, para converger en un mitin realizado en la Iglesia de la Resurrección.

Para esta jornada solidaria con la lucha por la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, avanzaron cientos de avecindados mientras se sumaban a las consignas expresadas por las familias que encabezaban ambas marchas.

Varias de las personas que tomaron la palabra entre las calles de las colonias señalaron: «Si estamos aquí reunidos es porque queremos cambiar el país en el que vivimos, porque estamos cansados de esta realidad».

Fotografía: Heriberto Paredes

Fotografía: Heriberto Paredes

La iglesia católica comprometida y las comunidades eclesiales de base que tienen trabajo y presencia en esta zona de la ciudad, han sido piedra angular de la organización barrial que desde el comienzo de la ocupación luchó por los servicios básicos, por las viviendas y por un proyecto de vida. El trabajo conjunto entre la iglesia y los habitantes de las colonias, en esta ocasión, es lo que ha hecho posible la solidaridad con esta lucha que encabezan las familias de los estudiantes normalistas. Así como ha sucedido con los lazos solidarios con otras luchas a nivel nacional. De esta manera, los pedregales de Coyoacán son sinónimo de fuerza, de compañerismo, de convicción.

Durante esta tercera movilización (se han realizado otras dos anteriormente) las voces de las familias de los normalistas mantienen su papel central. A tres días de que se cumplan cuatro meses desde los acontecimientos del 26 y 27 de septiembre de 2014, madres, padres, hermanas y hermanos, tías, tíos, compañeros de la Normal de Ayotzinapa y de otras Normales, siguen movilizándose y exigiendo la presencia de los estudiantes con vida. Pero no sólo eso, esta lucha ha cobrado dimensiones nacionales.

Fotografía: Heriberto Paredes

Fotografía: Heriberto Paredes

En el acto central, al terminar las marchas que recorrieron las calles de estas colonias, mujeres y hombres que son familiares de los estudiantes dirigieron sus palabras no sólo a los colonos sino a todo el país. —Tal parece que ser pobre es un pecado y que querer seguir adelante es un crimen —sentencia doña Joaquina García, madre de Martin Getsemany Sánchez García. Y es que a casi cuatro meses de la desaparición forzada de los los normalistas, comienza a surgir una serie de convocatorias y declaraciones que pretenden criminalizar esta lucha y deslegitimar el que las familias y los estudiantes de Ayotzinapa mantengan la demanda central: «Vivos se los llevaron, vivos los queremos».

El funesto cardenal, Onésimo Cepeda, declaró hace unos días, con el desparpajo de quien no está interesado sino en su poder y su fortuna, que «si ya desaparecieron [a los 43], ya desaparecieron». De esta manera se puede resumir la actitud que el Estado mexicano y sus instituciones, empresarios, clérigos (no quienes trabajan con la gente, como el Padre Chema, quien dio la bienvenida a las familias), mantienen para tratar de neutralizar las protestas.

Pero madres y padres saben muy bien quienes son los responsables de esta y todas las desapariciones forzadas en el país, por eso su señalamiento es claro: «Fue el Estado. Fue el ejército». Además de señalar a Enrique Peña Nieto, presidente de la República, y a Jesús Murillo Karam, procurador general, como responsables directos, también se hicieron las precisiones con respecto al ejército: en primer lugar se subrayó la culpabilidad del general de división Salvador Cienfuegos, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional. Y en segunda instancia, al coronel Juan Antonio Aranda, responsable del cuartel del 27 batallón de infantería –con sede en Iguala– quien no atendió a los estudiantes en el momento de los ataques y mismo que es acusado de esconder a los estudiantes desaparecidos así como de estar coludido con el crimen organizado.

María Inés Abraján, tía de Adán Abraján, señaló que ella estuvo el día en que la movilización social trató de ingresar al cuartel del 27 batallón, comentó también que vio cómo el ejército se negó a cumplir su obligación de transparencia –que el carácter de funcionarios públicos les otorga– y sacó primero a la policía militar antes que dejar pasar a las familias a las instalaciones militares. Ellos comenzaron la agresión contra personas indefensas.

A casi cuatro meses de aquellos hechos, la lucha no sólo se ha centrado en las movilizaciones y al día de hoy en el estado de Guerrero, ya se cuenta con por lo menos 15 municipios controlados de manera popular y ciudadana; entre ellos, al menos 5 han desarrollado ya estructuras de gobierno fuera de partidos políticos y de la lógica electoral que aún amenaza con enrarecer el ambiente local y nacional. Como parte de esta politización y toma de conciencia por parte de las familias de los normalistas, el mensaje es muy claro: no a partidos políticos, no a la clase política criminal y corrupta y no al Estado, el proceso de construcción de alternativas organizativas y de gobierno no dará vuelta a atrás.

Este 26 de enero de 2015 tendrán lugar nuevamente varias movilizaciones en la capital mexicana y se pretende con ello continuar con la lucha en las calles de este país. Existen diversas convocatorias para movilizarse a lo largo del día para que por la tarde se cierre con una manifestación central que partirá del Ángel de la Independencia a las 16:00 hrs y culminará en el zócalo capitalino en un mitin a través del cual se transmitirán diversos mensajes.