Oaxaca: «Aparte de que somos afectados también somos delincuentes»

Por  Eugénie Moreau y Santiago Navarro F.

Habitantes de diversas colonias del municipio de Santa Lucía del Camino Oaxaca, se levantaron esta mañana para rechazar la construcción de un gasolinera en una de sus colonias. La mayoría son mujeres con sus niños, pero también hay campesinos, jornaleros y habitantes en general, tod@s están claros: quieren la cancelación de este proyecto que amenaza el bienestar de los pobladores del municipio. A pesar de los hostigamientos que ya han empezado a sufrir, siguen decididos a resistir.

“Estamos muy preocupados por lo que va a ocasionar esta gasolinera”, nos cuenta una habitante de la colonia. “A 10 metros se encuentra una estancia infantil que alberga a 60 pequeñines. De este lado un pozo profundo que alimenta a 5 colonias y a un costado se encuentran un centro de educación preescolar y una escuela primaria que en total albergan a 700 alumnos. A un lado también se encuentra otra estancia infantil llamada “Pasitos””. Prevenir los riesgos para la seguridad y la salud de sus niños al respirar un aire contaminado es una prioridad para muchos de los habitantes, pero ni siquiera es el único problema. Además de traer consigo un aumento del tráfico en la calle, la gasolinera misma es una promesa de contaminación para el medio ambiente de toda la zona. “Ya sabemos que estas gasolineras contaminan a 100 metros a la redonda, hay estudios. Mentira que con la tecnología no habrán fugas”, denuncian otr@s miembr@s de la comunidad.

Los hidrocarburos almacenados por las gasolineras originan un producto tóxico e inflamable y clasificado ambientalmente como peligroso, almacenados en tanques enterrados bajo la tierra. Un estudio sobre el impacto medioambiental de la implementación de gasolineras realizado desde la Universidad Politécnica de Cataluña reporta que los puntos de mayor riesgo de vertido están en la zona de descarga de los depósitos y en la zona de reposo de los vehículos así como en toda la zona afectada por las instalaciones mecánicas, tuberías, tanques y surtidores, destacando como foco de mayor riesgo la zona de enterramiento de los tanques. No sólo es el aire que está amenazado, sino también el suelo y el agua. Y justamente, el lugar donde se quiere implementar el proyecto es también una zona de mantos acuíferos, y por lo tanto una reserva primordial de agua para las colonias que lo rodean.

“Tenemos todavía agua limpia pero después de esto ¿cómo lo van a sustituir?”, cuestiona un habitante. Mirando hacia la escasez de agua que se sufre en Oaxaca, es fácil darse cuenta de la validez de su preocupación. Además, cabe destacar que no sólo son los pozos que son amenazados, sino toda un área llena de vida que cuenta con una ciénaga, patos, milpas y vida silvestre. Un milagro en esta zona que ya ha sido despojada del río limpio -el río Salado-, que fue totalmente contaminado con aguas negras cuando, hace años, le conectaron el drenaje del municipio vecino de Santa Cruz Amilpas.

“Hemos acudido a las autoridades para manifestarle nuestra preocupación por el asunto de esta gasolinera pero nadie quiere escuchar nuestras demandas”, denuncia una señora que habita la colonia vecina. El 4 de septiembre del mismo año, los inconformes ya se habían levantado para demostrar su descontento. Si bien, como respuesta a esto, los 8 regidores del municipio habían llegado a poner sellos de clausura al proyecto, no les están respetando. Es más, como lo denuncian los habitantes, son las autoridades mismas que quieren implementar la iniciativa sin respetar a los procesos legales. “Hicieron un estudio sobre el impacto ambiental pero no fue difundido”, nos cuenta uno de los inconformes, “en junio cortaron la página por la cuestión de las elecciones, la volvieron a abrir hasta finales de julio”. En cuanto a la licencia de construcción, es la misma lógica: “debe de estar firmada por el cabildo, pero yo tengo copia y nada más firmaron 4. Y no firmo el de ecología!”, agrega el mismo señor.

Frente al rechazo de la población, las autoridades tomaron medidas más fuertes para imponer su proyecto, ya que, como lo denunciaron varias personas, empezaron también a ofrecer dinero a la gente y de ahí a comprar conciencias. “Le dieron dinero a la del kínder, dicen que ya le dieron 30 000 pesos, también le dieron dinero a la gente de rancho nuevo”, nos confía una señora. Y además de intentar dividir a la población, también la están intimidando y amenazando. “En la noche llegue y me iban a golpear un grupo de alrededor de doce personas y me eché a correr. Hay amenazas, pero ya estamos aquí” nos cometa un integrante de la gente de las dieciséis colonias que sostienen el plantón. “Nosotros no venimos en ese papel de pleito y nos hicimos a un lado, pero por parte de ellos nos hubieran atacado a morir. Lo único que nosotros no queremos es la gasolinera y no la negociamos” agrega una da las tantas mujeres presentes.

Santa Lucía del Camino es un municipio conocido como el burdel o la cantina de Oaxaca por la gran presencia de cantinas, bares y centros nocturnos donde se promueve el consumo de alcohol, drogas y la prostitución, sin considerar las afectaciones de la comunidad en su conjunto. Pero también este municipio es conocido desde el año 2006, como un centro de operaciones de los escuadrones de la muerte que atacaron a las distintas barricadas que se levantaron para destituir al gobernador en turno –Ulises Ruiz Ortiz-. En ese sentido, la gente que protesta por la cancelación de este negocio de la gasolina y diesel sostienen que se mantendrán hasta que este proyecto se eche para atrás y que saben que en cualquier momento los podrían atacar.

“Ayer anduvieron rondando unas camionetas y han estado  preguntando por nosotros. Es más, los ha estado apoyando la policía estatal y eso es lo más grave, que el Estado nos quiera meter a la cárcel. Aparte de que somos afectados también somos delincuentes” termina diciendo una de las tantas voces que expresaron sus inconformidades. Así mismo, responsabilizaron a las autoridades de cualquier agresión.

De Ulises Ruiz Ortiz a Gabino Cue Monteagudo y de los escuadrones de la muerte a los sicarios o grupos de choque no hay tanta diferencia, pues la gente que hace uso de su derecho a la protesta, pasa directamente a ocupar un papel de delincuentes por no estar de acuerdo con ciertas políticas o inversiones privadas o la falta de gasto público del Estado en los servicios más básicos. Y cada día hay más gente en el estado de Oaxaca que votó por un cambio de gobierno y que piensa que no hay ninguna diferencia entre Ruiz Ortiz del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Gabino Cue, actual gobernador, quien subió al poder mediante el conjunto de varios partidos de centro-izquierda. La gente piensa que las condiciones de vida siguen igual y que se sigue priorizando a la inversión privada y extranjera, aunque se tenga que afectar a pueblos, comunidades o colonias enteras, como es el caso de la colonia 25 de Enero y el conjunto de las 16 colonias que serán afectadas por esta gasolinera que promete generar empleos.

“Somos como 16 colonias muy unidas y nunca le pedimos nada a nadie, porque el gobierno nunca nos ha apoyado en nada, nos inundamos y no hicieron nada. Si no nos ayudan que no nos perjudiquen” sostiene otra mujer que como la gran mayoría de los entrevistados prefiere no mencionar su nombre porque temen por su vida.. “Estamos también en apoyo muchos de nosotros a lo que están haciendo los maestros, en contra de las reformas, a todo esto, no solamente en el estado de Oaxaca, a nivel país (…). Seguimos entendiendo con tristeza que no va haber ningún gobierno que pueda resolver la problemática del pueblo”, concluye.