No more drug war en Nueva York

 

Al llegar a esta mole de concreto y taxis amarillos, la Caravana por la Paz fue recibida por un amplio contingente de diversas organizaciones y por varios integrantes de la comunidad mexicana y afroamericana. El escenario de esta recepción fue nuevamente el sótano de una iglesia, ahora en Harlem, aunque lo que parecía un acto de protocolo y de recepción se convirtió en una nutrida manifestación que recorrió este barrio hasta llegar a la iglesia de Santa Catalina. (Ver crónica completa en http://www.agenciasubversiones.org/?p=4765)

Fotografías: Heriberto Paredes Coronel