Texto de Mumia Abu-Jamal
Imagen de Multimedios Cronopios
¡Hola a todas y todos! ¡A movernos! Ustedes ya saben de mi situación* y no puedo agradecerles lo suficiente por sus mensajes de amor y apoyo. Gracias a su amor me estoy curando de manera lenta pero segura.
Pero debo decirles que realmente este asunto no tiene que ver con Mumia Abu-Jamal. Se trata del sistema que reclama el derecho de hacer lo malo.
Pregúntense esto:
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a un doctor decir: «Sí, estás enfermo, pero no te daré tratamiento. Regresa en unos años. No estás suficientemente enfermo?».
Piénsenlo. Ésta es la posición del estado de Pensilvania.
Hay por lo menos 10,000 hombres y quién sabe cuántas mujeres en las prisiones de este estado que sufren de la hepatitis C. ¡10,000! (por cierto, yo creo que hay muchos más).
El Estado se niega a dar tratamiento a la gran mayoría de ellos, diciendo, «ahora, no».
¿No les asombra esto? Y si les asombra, también les debe enfurecer. Les debe impulsar a organizarse.
¡Juntémonos! Construyamos un movimiento que abra la puerta a la atención médica para todos y todas que la necesiten.
Échenle un grito a nuestra hermana Pam África. Construyamos un movimiento que no se pueda ignorar.
Les agradezco mucho.
¡A movernos!
Con amor,
Su hermano Mumia Abu-Jamal
*Después de que Mumia casi murió en prisión el pasado 30 de marzo, por fin ha sido diagnosticado con hepatitis C, pero las autoridades carcelarias le niegan tratamiento.
–© ’15 maj
20 de octubre de 2015