Protestan en Chilpancingo por 2º año
de gobierno de Peña Nieto

Texto: Alejandra N. / Fotografías: Marlene Mondragón, Paulina Moreno y Gallo Téenek

 

El centro de Chilpancingo, capital de Guerrero, fue el punto de reunión para que cientos de manifestantes marcharan este 1º de diciembre [2014] protestando por el segundo año de inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto. Familiares de los 43 desaparecidos; estudiantes de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos», de Ayotzinapa, Guerrero; integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la educación de Guerrero (CETEG) pertenecientes a distintas regiones como: Centro, Costa Chica, Costa Grande, Montaña Alta y Baja; así como el Frente Unido de normales Publicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) asistieron al llamado.

Los contingentes se empezaron a conformar a partir de mediodía para iniciar su recorrido en la calle Presidente Miguel Alemán, ésta es la entrada al zócalo de Chilpancingo, donde integrantes de la CETEG mantienen un plantón como muestra de apoyo a los normalistas de Ayotzinapa y padres de los desaparecidos.

El sol, en su máximo esplendor, no impidió el largo y numeroso recorrido de la manifestación. A la altura del puente vehicular El Capricho, se hizo un gran tapón de gente, que sostenía pancartas en apoyo a la lucha de los normalistas, así como mantas en repudio a los distintos niveles de gobierno. En el complejo comercial aledaño al puente, se realizaban pintas con aerosol donde se leía: «Regreso la guerra sucia, regreso el PRI al poder», «Faltan #43», «Queremos justicia», «Cuántos más, Peña».

La ropa de los manifestantes se convirtió en otra forma de expresar el descontento social y se podía ver el número 43 con un moño negro en algunas playeras de los asistentes o prendas con el rostro del profesor y luchador social Lucio Cabañas.

En una playera negra se podía apreciar «soy maestro de Ayotzinapa y me hace falta un grupo de 43 alumnos. ¡No descasaré hasta encontrarlos!». El docente caminaba con los padres de familia que encabezaban la marcha.

Las consignas también acompañaban el camino, al unísono del conglomerado de los asistentes, se podía escuchar la cuenta del 1 al 43 terminando con la exigencia de ¡justicia!… «Vivos se los llevaron, vivos los queremos». Así como la modificación de la canción infantil En el bosque de la China, haciendo mofa del viaje que recientemente realizó el presidente: «en el bosque de los Pinos una rata me encontré, como no tenía nombre ‘Peña Nieto’ la llamé».

Mientras los contingentes continuaban avanzando sobre el puente El Capricho, la punta de la marcha ya se dirigía a la avenida que conduce hacía la autopista del sol. Sin embargo a la altura de la calle privada Juan Ramírez Sánchez, la caminata se detuvo para ingresar a esta estrecha calle, donde en un inicio las personas se concentraron a las afueras de las oficinas de la Policía Ministerial. Los manifestantes pintaron la fachada del inmueble y se leía «Narco oficinas», «No seas parte del gobierno».

No obstante, el destino final no era ése, sino las oficinas de la Procuraduría del Estado de Guerrero, donde una madre de familia tomó el micrófono y señaló: «la lucha apenas comienza, si fueran los hijos de Peña seguro él haría esto y más, ya estamos desesperados y muy cansados, queremos a nuestros hijos de vuelta». Estas oficinas fueron tomadas de manera simbólica por unos minutos.

A 63 días de aquel 26 de septiembre, las movilizaciones en el estado han incrementado, sin embargo la justicia aún no llega. Felipe, un padre de familia, mencionó que han recurrido a manifestarse ante estas instancias de justicia debido a la falta de ésta.

Las figuras en forma de piñata de María de los Ángeles Pineda y José Luis Abarca fueron quemadas en la entrada de la Procuraduría. El «ya me cansé» –que en conferencia de prensa mencionó el Procurador de la República, Jesús Murillo Karam– fue sustituido por las pintas hechas en el inmueble y el aerosol mostraba: «Yo también ya me cansé de su ineptitud y cinismo».

Y entre las llamas que consumían al matrimonio Abarca, el sentir de los asistentes en las paredes decía «ya estamos hartos de las instituciones incompetentes y corruptas, que no son capaces de garantizar seguridad ni proteger nuestras vidas».