Texto por Irving Luévano
Fotografías de Arturo Vázquez
La mañana del sábado 15 de noviembre, un grupo de maestros y maestras del movimiento Resissste junto con estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez partieron en caravana para sumarse a la marcha de la capital de Chihuahua, que encabezarían decenas de normalistas de Ayotzinapa y algunos familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, como parte de las tres brigadas que salieron de Guerrero para recorrer el país en estos días pasados. La cita sería a las 3 de la tarde en la Glorieta de Pancho Villa.
En el camino se liberaron las casetas de Villa Ahumada y Sacramento durante algunos minutos, y sin mayores contratiempos la caravana llegó en el momento en que diversos contingentes estudiantiles, civiles y de familiares de desaparecidos del estado, comenzaban a marchar gritando consignas, mostrando su inconformidad con arte, mantas y performance.
Las normalistas de Saucillo y los de Ayotzinapa llevaban la batuta de alrededor de 2 mil personas. En un ambiente combativo y de indignación marcharon hasta la Plaza de Armas; en el transcurso rodearon el Palacio de Gobierno y las calles del centro de la ciudad de Chihuahua.
Vanessa Vargas, integrante de Iniciativa Feminista: Hijxs de su Maquilera Madre, protagonizó un performance completamente desnuda, tan solo con una capucha morada, en el lugar en donde fue asesinada Marisela Escobedo –en diciembre de 2010– a un lado del palacio, para exigir que los feminicidos no sean olvidados; así como lo ocurrido en Iguala, Guerrero, ambos deben ser considerados crímenes de Estado.
—Marisela, en múltiples ocasiones marchó desnuda, sólo llevando el mandil con el rostro de su hija; nos enseñó a poner el cuerpo desnudo o no. Porque a Marisela la asesinó el Estado. Todas esas mujeres revolucionarias nos han hecho poner el cuerpo y nos hacen ver que este gobierno es cómplice y que también perpetúa las múltiples violencias desde emocionales, físicas, sistemáticas y estructurales. Por omisión, evasión, por no hacer su función en la investigación de éstos hechos. Buscándolas muertas en las afueras de Ciudad Juárez y entregando pedazos de huesos, diciendo que son ellas —subrayó Vanessa, tras el performance.
En la Plaza de Armas se realizó un mitin en donde los normalistas y familiares de la brigada dirigieron su palabra a los cientos de participantes. Enfatizaron, entre otras cosas, la necesidad de no callar ante las desapariciones en el estado de Chihuahua, de convertir el dolor en rabia y coraje contra los crímenes de Estado.
Así mismo, denunciaron que en Saucillo policías ministeriales los intimidaron y hostigaron para dejarlos ir después de reiterarles que su movimiento en el estado era pacífico. Compartieron la experiencia de su lucha y su convicción de llegar hasta la últimas consecuencias; la exigencia de que los normalistas sean encontrados vivos y que el gobierno no les mienta más.
El evento concluyó con un socio-político por parte de egresadas y normalistas de la Normal Rural de Saucillo; durante el que salieron los policías antimotines que resguardaban el Palacio de Gobierno y que estuvieron tomando fotografías durante las horas de la manifestación.