CNTE, Cedart y Centro Cultural de la UNAM se solidarizan con Ayotzinapa

Por Letravierta

Morelia, Michoacán.- A más de un mes de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa, Guerrero, y del asesinato de seis personas –tres normalistas, un futbolista, el chofer del equipo y una mujer–, la indignación sigue creciendo entre la población moreliana.

Este martes 4 de noviembre, minutos después de las 9:00 de la mañana partió desde Catedral una caravana de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, integrada por profesores de la Sección 18. Llevaban víveres y palabras de aliento a los familiares de las víctimas de desaparición forzada que viven en Ayotzinapa, desde donde exigen cuentas a los tres niveles de gobierno.

Fotografía: Letravierta

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En el Centro de Educación Artística «Miguel Bernal Jiménez» los estudiantes realizaron un paro activo en el que tuvieron charlas con normalistas de Arteaga y Tiripetío, además de integrantes de otras organizaciones sociales y el Padre Goyo; de esta manera se van tejiendo redes de solidaridad para exigir la presentación con vida de los jóvenes, a la vez que se comparten experiencias de resistencia ante los abusos de autoridades.

En ese espacio de reflexión, los estudiantes de este plantel de humanidades mostraron su apoyo a los normalistas pero también realizaron críticas a ciertas formas de lucha e hicieron énfasis en evitar la criminalización de la protesta social. Los normalistas que acudieron se llevaron una grata sorpresa al escuchar los argumentos de los cedartanos.

El Centro Cultural de la UNAM también se unió a la exigencia de la presentación de los normalistas y colgó una manta en la fachada del inmueble ubicado frente a la Normal Urbana, donde también cuelgan de sus muros mensajes de indignación y exigencia de justicia.

Fotografía: Letravierta

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Mientras esto sucedía, se corría la noticia de que el Estado Mexicano es llamado a comparecer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por los nulos avances y patéticos esfuerzos que realizan. Además de ser parte de los responsables, en tanto se ha comprobado la participación de fuerzas policiacas y la omisión de militares que debieron brindar protección a las víctimas del ataque conjunto del crimen organizado y policías municipales.

«Ustedes se lo buscaron, cállense. Querían ponerse con hombrecitos, pues ‘ora éntrenle. Éntrenle y aguántense», les dijeron los soldados cuando se acercaron los sobrevivientes a pedir su apoyo. «Teníamos miedo y rabia a la vez», afirmaron los normalistas que lograron escapar de lo que podríamos ya catalogar como terrorismo de Estado.