Texto por Ranllus Sleman
Video: Eugénie Moreau
Hoy la representación del estado de Guerrero se encuentra cerrada, las mantas que cuelgan frente a sus muros dibujan en letras grandes las consignas en apoyo a los estudiantes de la Normal Rural «Raúl Isisdro Burgos» mejor conocida como Normal Rural de Ayotzinapa. No son sólo 43 los que le faltan a sus padres, madres, hermanos, maestros, compañeros; son 49, son 100, son años de persecución, asesinato, injusticia, tortura, cárcel.
A las 17:00 horas un grupo de aproximadamente 50 personas de diferentes organizaciones y colectivos se dio cita en dicha sede, un día antes de la jornada internacional de protestas que se ha convocado para mañana 8 de octubre. Como aquí, en muchas partes del mundo, las personas solidarias han hecho escuchar la voz de Ayotzinapa, informando, mostrando los rostros de los muchachos, de los que nos negamos a aceptar que les hayan arrancado la palabra, la vida.
Los oradores se suceden en medio de reclamos de justicia. Las consignas hacen eco para los curiosos que se detienen un momento a leer las mantas, a recibir un volante, a alentar la frenética rutina y tal vez preguntarse qué harían si fueran sus hijos, sus hermanos.
Poco antes de concluir el mitin, estudiantes de la universidad de Chapingo tomaron la palabra para reafirmar su apoyo y solidaridad con la lucha de los normalistas y del pueblo, convocando a apoyar las colectas de víveres y recursos para los familiares de los desaparecidos.
Al término del mitin se formó un contingente que marchó sobre la calle de Arquímedes hacia la avenida Horacio portando mantas y realizando volanteo. Después, la estación del metro Polanco fue liberada de cobro durante aproximadamente una hora, para informar a la ciudadanía sobre la situación de los normalistas y el manejo que los medios masivos le están dando a la situación al querer adjudicar al narco lo que ha sido claramente un ataque del narco-estado que sigue haciendo de México un continuo baño de sangre.
Queda esperar que las calles se llenen de gente, 20 ciudades del mundo y 21 estados de la República han convocado a movilizaciones el día de mañana en repudio a lo que podría ser el segundo genocidio del sexenio de EPN –aún estando fresco el primero en Tlatlaya– y otro episodio cruento de la abierta y descarada guerra sucia que parece, en este país, no tener fin.