Ayotzinapa, la herida abierta

Ayotzinapa, la herida abierta

¿Cómo están nuestros corazones para no dolernos, para no indignarnos con el dolor de miles de madres? ¿Estamos muertos, estamos secos? Estamos acumulando tantas perdidas, filas de injusticias y nuestro corazón ha muerto?