Los «comunitarios» de Tierra Caliente y el ejemplo de Cherán

[Fotografía de portada: Heriberto Paredes Coronel. Festejos en Cherán]

Ante las voces que ven el surgimiento y extensión de un movimiento armado de autodefensa en contra del crimen organizado y la inacción gubernamental frente al mismo en Michoacán, como un recrudecimiento del problema de la violencia en dicho estado, quisiera contraponer una serie de argumentos que apuntan en dirección opuesta. Sin duda podría ser no más que un deseo, pero sustentado en varias certidumbres que he obtenido al consultar diversos testimonios y crónicas que desde hace un año, más o menos, han venido recogiendo diversos medios independientes en la región.

Comunitario de Tierra Caliente luciendo un AK-47. Fotografía: Heriberto Paredes

Comunitario de Tierra Caliente luciendo un AK-47. Fotografía: Heriberto Paredes

Todo indica que las autodefensas o los «comunitarios» (como a ellos mismos les gusta llamarse) de Tierra Caliente, surgieron el 24 de febrero de 2013, en un movimiento casi simultáneo realizado en dos poblados. Así lo han afirmado en diversas entrevistas dos de los personajes más visibles del mismo, don Hipólito Mora y el doctor Juan José Mireles Valverde, habitantes de La Ruana y Tepalcatepec, respectivamente.

Como este último ha comentado, en cierto modo ellos tomaron el ejemplo de los pueblos de la Meseta P’urhépecha, particularmente de Cherán, en donde mediante la organización popular se logró expulsar, no sólo a los narcotraficantes, sino también y especialmente a los talamontes ilegales, así como de paso a los partidos políticos, que a juicio de la gente sólo confrontaban y dividían a la comunidad.

Acerca de Cherán, puedes revisar el documental Guarda Bosques de Mano Vuelta y Radio Fogata, así como las publicaciones de SubVersiones

Al ser una población con mayoría indígena, actualmente Cherán se rige mediante el sistema de usos y costumbres, por lo que la presidencia municipal fue sustituida en 2011 por un consejo de 12 miembros electos en asamblea y su guardia comunitaria tiene pleno reconocimiento legal. Hoy día, aunque continúan bajo el acoso de los grupos criminales, los habitantes de este municipio presumen de vivir en uno de los lugares más seguros de todo Michoacán.

Fiesta frente al antiguo palacio municipal, ahora Casa Comunal

Fiesta frente a ex-palacio municipal, hoy casa comunal

Guardián de la historia y la lengua

Guardián de la historia y la lengua

Autoridades. Fotos: Heriberto Paredes

Autoridades comunitarias de Cherán: el desafío de la autonomía. Fotos: Heriberto Paredes

Los poblados de Tierra Caliente presentan, por otro lado, diferencias sustanciales respecto a los de la Meseta P’urhépecha, cuestión que le otorga características particulares a sus correspondientes historias aunque corran de forma paralela y estén envueltas en problemáticas similares.

La primera es la composición de su población, de mayoría mestiza en los primeros; la conforman campesinos sin tierra, propietarios más o menos prósperos de huertos de aguacate y limón, así como ganaderos, transportistas y comerciantes. Buena parte de la actividad económica de la región está incluso orientada a la exportación. Por todo ello, me parece que en dichos pueblos la diferenciación social es mucho más marcada, lo cual sin embargo no impide que en el movimiento participen personas de todas las clases sociales, dado que se han visto afectadas en mayor o menor medida por los abusos de los grupos criminales.

El crimen persigue fundamentalmente el dinero. Por ello, la segunda diferencia es que mientras en Cherán aquel pretendió instalarse a instancias de los aserraderos, que buscaban tener acceso a maderas preciosas de forma ilegal, en Tierra Caliente invadió una multiplicidad de actividades productivas, mediante la extorsión y el cobro de derecho de piso, a la vez que desarrollaba un sistema de gestión y ajuste de cuentas que fue corrompiendo y desplazando a la administración pública. Es decir, la dimensión y diversificación de la actividad económica en esta última región, influyó en el alcance y la complejidad del accionar de las redes criminales, que prácticamente cooptaron cada resquicio en donde se producía dinero y se ejercía el poder.

Finalmente, en Cherán el pueblo logró modificar su forma de gobierno y que esto le fuera reconocido tanto a nivel estatal como federal. Sus instancias de decisión, al estar sujetas al sentir de la comunidad, demostraron ser menos susceptibles de ser corroídas por el poder y el dinero de las mafias, al reactivarse la organización comunitaria de tradición indígena para hacerles frente. En cambio, en Tierra Caliente, la resistencia se ha dado como un proceso que discursivamente no busca anclarse tanto en una tradición sino en las necesidades inmediatas derivadas de la atroz situación presente. No buscan cambiar su forma de gobierno, sino hacer que éste cumpla sus funciones para poder trabajar en paz. Deberían sin embargo, explorar dicha posibilidad. [1]

Otras diferencias, como la estructura que han tomado los grupos de personas que asumen la seguridad de su pueblo y reaccionan frente al crimen, así como los medios materiales con que cuenta cada uno de éstos, se derivan de lo anterior. Más espontáneos y mejor armados, los «comunitarios» de Tierra Caliente han suscitado mayores suspicacias, incluso en algunos sectores de la izquierda, críticos habituales de las omisiones y complicidades en que ha caído el Estado mexicano en su estrategia contra los cárteles.

Sin duda, es pertinente hacer la distinción entre «policías comunitarias» y «autodefensas». Francisco López Bárcenas ha escrito al respecto:

Las policías comunitarias forman parte de las estructuras de gobierno de los pueblos y obedecen a ellos, quienes son los responsables de su funcionamiento; su existencia y funcionamiento forman parte de los derechos de los pueblos indígenas. Las autodefensas, en cambio, son grupos de ciudadanos que se organizan y arman para procurarse seguridad, y cuando lo logran desaparecen. Pero esto último no es fácil, porque nada asegura que la causa que los llevó a armarse desaparezca del todo; además, no tienen más control que el que sus miembros se procuren. Y si no desaparecen pueden convertirse en un problema. O ser utilizados por el gobierno para controlar el descontento social.

Reten comunitario. Fotografía: Heriberto Paredes

Retén comunitario. Fotografía: Heriberto Paredes

Sin embargo considero que es válido preguntarse: ¿son las policías comunitarias sólo posibles en comunidades de población de mayoría indígena? ¿Podrían las autodefensas evolucionar al grado de constituirse como tales, es decir, como parte de organismos de gobierno que respondan a los dictados de sus comunidades? ¿Les queda otra alternativa ante la facilidad para corromperse que han mostrado una y otra vez las estructuras de gobierno municipales, estatales y federales?

Porque lo que no debemos olvidar es que todos los temores, válidos sin duda, de que los grupos de autodefensa puedan ser manipulados y supeditados a la agenda de actores indeseables –llámense políticos corruptos, otros cárteles, caciques, grandes empresas, etcétera– ya se cumplieron en el caso de varias corporaciones del Estado que se supone le tendrían que haber brindado seguridad a las comunidades, como lo son las policías municipales, algunos sectores de la federal y otros más del ejército.

En ese sentido, la sospecha de que dichos grupos han sido alentados, o en el mejor de los casos, tolerados por el propio Estado o sectores del mismo, para revolver el río y pescar en aguas turbulentas, me parece que desconfía en exceso de la capacidad de la gente para rebelarse ante un estado de las cosas a todas luces insostenible. Quienes arguyen esto olvidan que la supuesta tolerancia gubernamental, ha incluido varios operativos de desarme dirigidos hacia los «comunitarios» antes que contra los miembros de los cárteles, en donde varios de ellos fueron detenidos y encarcelados, e incluso en un par de casos, asesinados por soldados del ejército mexicano.

Tanto el gobierno federal como el estatal, han aceptado la existencia y la presencia de este movimiento de autodefensa muy a regañadientes, básicamente porque no les ha quedado de otra. Lo cual no quiere decir que no intenten infiltrarlo, usarlo y manipularlo para cumplir sus propias agendas, implementando una suerte de modelo colombiano. Por ello, sería deseable que sus miembros reflexionaran y estudiaran otras experiencias, con miras a organizarse y establecer formas de autogobierno en sus comunidades, que respondan a sus propias necesidades, lo que los blindaría ante tan nefastas aspiraciones, así como contra el resurgimiento de viejas y nuevas mafias.

Todos los actores políticos que enarbolan un proyecto que implica la gestión y el control de las vidas ajenas por parte de una élite, apuestan por el fracaso de las autodefensas. ¿Por qué? Porque su éxito puede dar pie a la construcción de autonomías en ámbitos que rebasan el de la seguridad. Ante esto, el temor de aquellos que defienden el «monopolio de la violencia» por parte del Estado, así sea éste un espacio para la rapiña, es mayor que el que les suscita cualquier grupo criminal. Y dicho temor es real.

El hecho de que los grupos de autodefensa de Tierra Caliente en Michoacán, se llamen a sí mismos «comunitarios», así como que éstos hayan constituido un Consejo Ciudadano poco después de que el gobierno estatal y federal desarmara y encarcelara a decenas de miembros de la incipiente autodefensa de la comunidad de Aquila, en donde la mayoría de la población, indígena por cierto, se organizó para confrontar los abusos de una empresa minera; apuntan a que formas de organización civil frente al crimen y la inacción del Estado, como las que se han desarrollado tanto en la Meseta P’urhépecha como en Tierra Caliente, pueden confluir, aprender una de la otra y apoyarse.

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[1] Los habitantes de Tierra Caliente podrían si duda extraer algunas lecciones de su pasado, no exento de rebeliones. Véanse por favor algunos de los libros que recomienda Fernando Pérez Montesinos, en la nota «Para comenzar a entender Tierra Caliente».

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Referencias:

  • Camacho Sevín, Fernando, «Nos defendimos de los delincuentes y decenas fuimos aprehendidos, lamentan en La Ruana», en La Jornada, 24 de enero de 2014.
  • Lopez Bárcenas, Francisco, «Policías comunitarias y autodefensas: una distinción necesaria», en La Jornada, 23 de enero de 2014.
  • Montiel T., Fenando, «Las autodefensas que no son», en Gatorpardo, 15 de enero de 2014.
  • Perez Montesinos, Fernando, «Para comenzar a entender Tierra Caliente» en El presente del pasado, 24 de enero de 2014.
  • Sin Embargo / Redacción, «AMLO asegura que la creación de grupos de autodefensa en Michoacán es parte de una estrategia de EPN», 16 de enero de 2014.

Videos:

  • Mano Vuelta y Radio Fogata, Documental Guarda Bosques, enero de 2013
  • SubVersiones, «Nos cansamos de no poder decidir y de tanta violencia: Hipólito Mora», 4 de noviembre de 2013
  • SubVersiones, «Autodefensa ciudadana en Michoacán, primera parte: “un movimiento rápido y simultáneo contra el crimen organizado”», 9 de junio de 2013

There are 2 comments

  1. Jesse Rafael

    No bajen la guardia, compañeros !!! Necesitamos que los medios de comunicacion independientes continuen cubriendo nuestros logros y avances. Animo y que Dios los bendiga y proteja.

  2. José Luis Valdés

    Hace muchos años, cuando el pri se autodenominaba, la «aplanadora», «el carro completo» y «el partidazo» (…) Uno de los líderes de negros y blancos antecedentes; y para variar, impuesto por el sistema. Un tal, Fidel Velázquez Sánchez eterno líder de la ctm, sector del nefasto pri. En un franco reto a toda la ciudadanía, vociferaba: El poder lo tomamos por las armas y sólo por las armas lo dejaremos. Pues su profecía, está cobrando vida.
    Viva Cherán, los Comunitarios, Vive Michoacán, Guerrero, Chiapas, Viva México con gente valiente de trabajo y de principios.

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