La rigidez del caimán barbudo: la educación popular como una propuesta revolucionaria. Parte 1

El pez no sabe que el agua existe…

Graffiti en el Callejón de Hamel

 

 

Son casi las seis de la mañana, la sala de espera del aeropuerto está aún vacía, no he dormido y los días que he pasado en Cuba han sido la culminación de un proceso iniciado hace ya dos años. Se trata del acercamiento minucioso a una experiencia que se identifica con la pedagogía popular desarrollada por Paula Freire y con la necesidad de ubicar el arte desde otra perspectiva, desde otro paradigma –el propio proyecto será quién defina lo que significa esto. Con muchas vivencias como pasado inmediato me dispongo a escribir una serie de notas que muestren lo mejor posible lo complejo de este proceso, fragmentos de entrevistas, pedazos de cosas oídas por ahí en los solares. Por primera vez en mucho tiempo siento frío en la soledad de este aeropuerto detenido en otra época, aquella en que todavía vivía en la isla.

Particularmente este año resultó decepcionante. El más reciente congreso del Partido aconteció sin pena ni gloria, pese a las fuertes expectativas que habían generado sus mecanismos de consulta, mire que preguntarle a la gente cuáles eran las cosas que nos gustaría cambiar, y luego llevarse estas disparatadas respuestas para ser discutidas por los altos funcionarios, luego regresar un documento que trataba de recoger el espíritu de todo lo planteado: desde cambiar el color de los contenedores de basura hasta la eliminación de las restricciones para salir del país, de la firme demanda de internet libre y sin censura hasta la posibilidad de participar, como ciudadanos que somos, en la toma de decisiones que nuestra isla requiere. Pero siempre es lo mismo, pan con lo mismo, pan con algo es lo que siempre comemos…

Este año aún no acaba, así que luego del sablazo de las nuevas medidas anunciadas,[1] lo que tenemos que hacer es continuar fortaleciendo el proceso que Arteducando[2] ha tratado de desarrollar desde 2009, por encima de los trámites para que allá arriba nos otorguen permiso de ocupar espacios, de gestionar recursos para transportes y visas culturales para los compañeros extranjeros invitados, por encima de eso y más por el proceso político-pedagógico que continua existiendo y en el que cada vez más personas se sienten interpeladas por las reflexiones que se hacen, al interior de los talleres y luego en su propio trabajo comunitario.

-¡Qué va! No es fácil nadar a contracorriente, mucho menos si no sabemos nadar muy bien todavía, porque a pesar de estar rodeados de agua a pocos se les permite tocarla…

Luvel, dreadlocks como cabellera, modesta vestimenta en medio del húmedo calor que reina a plenitud en La Habana. Comienza la tarde en la Madriguera, la oficina que también funciona como centro cultural, como sede de la Asociación Hermanos Saíz (AHS),[3] como promotora del festival de hip-hop y hoy como sede de una charla, como tantas otras, sobre el asunto de la educación en Cuba; Luvel se pasa el pañuelo por la frente y mira la cámara con desconfianza, sonríe nervioso y sólo atina a bromear con la posibilidad de volverse famoso…una cruel broma tomando en cuenta al entrevistador y al entrevistado. Termina marzo de 2010 y todavía el entusiasmo no conoce muchas trabas que se le presentaran en los meses por venir, trabas que siempre serán justificadas con el terrible conformismo de que “así son las cosas”.

-Un día una importante pedagoga cubana me hizo llegar un librito de un tal Paulo Freire, un libro que se llamaba “La educación como práctica de la libertad” y cuando yo me pongo a leer ese libro me doy cuenta que tiene muchos puntos de coincidencia con lo que estábamos haciendo, el tal Freire hablaba de procesos de alfabetización, de cuestiones que tienen que ver con la educación para adultos, pero el tipo hacia unas reflexiones que a mi me empezó a mover el mundo, el decía, es la educación una domesticación o es para la libertad, lo que el tipo esta describiendo ahí se asemeja a lo que pasa en Cuba en términos de educación pero como va ser eso posible si nosotros somos libres

Pocos años después del triunfo revolucionario en Cuba, de la declaratoria del carácter socialista del proceso, la educación comenzó a reconstituirse en el planteamiento de sus necesidades fundamentales, resultado de ello (y en buena medida también gracias al papel que se le otorga al hecho de leer y escribir en la tradición occidental), la campaña de alfabetización se consolida como el primer paso decisivo en la transformación de la sociedad caribeña. A partir de la eliminación general del analfabetismo en primer grado,[4] el siguiente paso fue la revisión del tipo de escuelas que existían en aquel momento, el análisis de los distintos programas educativos que aseguraban la reproducción de la desigualdad; este momento en el que la nueva clase gobernante se asume como la vanguardia del proceso revolucionario tiene distintos correlatos y en el caso del fenómeno educativo se traduce en la eliminación del sistema formativo anterior, específicamente la estructura que lo sostenía, luego la cancelación de los contenidos que se transmitían, o que en palabras del propio Freire, se depositaban.[5]

Como resultado de esta primera etapa revolucionaria, muy similar, salvadas las distancias, a lo que aconteció en los primeros años de la formación de la República Democrática Alemana,[6] se instauró un nuevo orden en la educación que aseguraría el sostenimiento, primero ideológico y luego material, del sistema socialista cubano. Si bien es cierto que el Partido Comunista Cubano se forma posteriormente[7] al triunfo del Movimiento 26 de Julio y que la nueva educación adelanta su proceso -gracias a los esfuerzos de personajes como el propio Ernesto Guevara-, serán los lineamientos emanados desde esta nueva institución política rectora los que definirán definitivamente el camino que seguirá la educación en la isla, los valores que se transmitirán generación tras generación, la versión de la historia que se dará y el enfoque pedagógico que transmitirá los valores adoptados por el nuevo Estado. Mucho de esto, se encuentra en las políticas culturales instauradas desde la cúpula partidaria.

-Ya no éramos solo Ludmila y yo sino que juntamos a un grupo de personas de diferentes formaciones artísticas para trabajar con esos niños que de alguna manera vivían en condiciones marginales y ahí estuvimos trabajando en ese proceso muy enriquecedor porque desde las diferentes vertientes artísticas, pedagógicas, psicológicas, nos planteamos una estrategia común en términos pedagógicos que tenían que ver esencialmente con la formación de valores en esos niños y bueno, vinculamos la música, el teatro, la literatura pero desde la concepción pedagógica de la educación popular es decir nosotros no queríamos formar artistas, si se formaban bienvenidos sean, sino que el arte sirviera como herramienta de conformación social, que el arte se ubicara en otro paradigma y ahí comenzamos a darle sentido a aquello que estábamos haciendo pero llego un momento en que los resultados de nuestro trabajo creíamos que era necesario compartirlo con otra gente porque estamos acumulando todo un saber y nos damos cuenta que estamos quedándonos solos que no tenemos referentes en Cuba de ese trabajo y era importante socializar esa experiencia.

La educación en Cuba, luego del periodo 1959-1968,[8] resultó un encuentro de las distintas corrientes pedagógicas afines al proceso general[9], sin embargo de entre ellas, la idea de construir al hombre nuevo a través una relación distinta con el trabajo, desde los preceptos guevarianos, fue sin duda la de mayor relevancia y la que permaneció –por lo menos discursivamente- hasta el comienzo del Periodo Especial en la década de 1990. Esta idea de educación posicionaba, específicamente, al trabajo voluntario como la actividad rectora de la formación, el trabajo entendido en la dimensión material y en la intelectual. El propio Comandante Guevara explica concisamente en qué consiste esta idea de trabajo voluntario y porque resulta fundamental para la profundización del proceso revolucionario en la generación de conciencias que facilitarían el proceso de tránsito hacia el comunismo.

El compañero Guevara nunca imaginó que su actitud ejemplar terminaría como una engorrosa actividad para los adolescentes cubanos de décadas posteriores, que pese a respetar y admirar la figura guerrillera del Comandante y soñar con la liberación mundial, odiaban con pesadumbre el momento del trabajo “voluntariamente obligatorio”.

Pesa el calor como una placa de metal ardiendo, como si emanara de nosotros mismos. No ha llovido en días y hoy tampoco lloverá, Santiago de Cuba se despierta con la imponente majestuosidad de una antigua capital, calles coloridas y avenidas repletas de anuncios que hablan de los últimos lineamientos emitidos por el Partido: unidad, productividad y eficiencia; la mayoría de estos principios reinan en el capitalismo. La antigua casa de Emilio Bacardí, ese majestuoso palacio que correspondía a la grandeza de aquel empresario del ron, continúa imponente en una tranquila avenida cercana a Ferreiro, la gente se amontona en la parada de la guagua para lograr moverse un poco más rápido y tal vez alcanzar algo en la bodega, aunque francamente no es muy lógico apresurarse por alcanzar la única libra de arroz que toca para este mes, el pescado que se vuelve pollo mes con mes luego de años. Ahora que las calles se arremolinan en esta ciudad oriental, en este infierno de belleza y mar por todos lados, es justo cuando pienso en lo que Rufo Caballero dijo alguna vez: vivir en una isla como Cuba, ardorosa y bella, no es un accidente superfluo. Se las trae…

La educación y la transformación de las conciencias

-Arteducando surge con esa idea, con esa perspectiva, es un proyecto de capacitación de jóvenes que intenta no sólo capacitar en términos de contenido sino ubicar a los jóvenes en otro paradigma de construcción colectiva, en otro paradigma del arte, en otro paradigma de las vivencias colectivas y que a la larga nosotros lo vemos como una estrategia para hacer de este país un sitio mas participativo, más democrático, mucho mas solidario que el que existe ahora, es por eso que nosotros insistimos tanto en la necesidad de la convivencia, la convivencia adquiere una dimensión pedagógica también, el cómo organizarlos, el cómo desaprender unas cosas para aprender otras.

-Lo más importante que un joven puede hacer por su país es hablar, preguntarse cosas y criticar lo que ve mal para poder mejorar…Freire reloaded…

Sin embargo pese a este profundo cambio, no puede negarse la necesidad que tiene el propio sistema educativo revolucionario de cuestionarse a sí mismo (al igual que los seres humanos que lo conforman), de cambiar y de mejorar lo que hay que mejorar, ningún sistema educativo permanece intacto, en este sentido es que subrayo que la transformación de la práctica debe estar acompañada por una transformación de la conciencia para que  signifique algo benéfico para los objetivos a cumplir.

A lo largo de los caminos provinciales que componen las venas y arterias de la Isla es imposible no ver las inquietudes de las personas, inquietudes simples que esconden grandes riesgos. Cuántos no han asediado al turista para pedirle un dólar, algo que no sea posible conseguir en las abandonadas tiendas: pañales para los bebés, comida nutritiva, algo distinto al vacío…sin mencionar siquiera a las jineteras. -Estoy cansado de seguir su plan, Socialismo o Muerte, más que un lema, son las opciones que te dan, si crees en ello eres bueno y si discrepas malo…en otro lado fueras opositor, aquí eres un gusano, tener los pies en la tierra es un problema ideológico ¿qué cosa es comunismo?…Que me paguen nacional y me cobren en CUC…[10] Si eso es un reflejo de la vuelta de tuerca constante, el proceso educativo popular que asoma en estas líneas es el resultado en otro sentido de la misma opresión. No todos los caminos llevan al bloqueo.

-Yo pienso que son frutos en términos mucho más amplios socialmente, vivimos un contexto que es de revolución, si este país no tuviera una revolución nosotros no pensaríamos así, ahora eso no quiere decir de que en este país todo funcione en términos de revolución, tal ves si yo viviera en otro contexto no pensaría así, tal vez tuviera otra visión mas pragmática de la vida, de pensar menos en la utopía, a nosotros nos llevo esa idea de socializar ese saber acumulado desde la practica pero evidentemente eso se conecta con una necesidad que hay en nuestro contexto cultural, nuestro contexto artístico, nuestro contexto social en que la educación esta totalmente enraizada desde un paradigma tradicional, un paradigma positivista, un enfoque, que, siendo críticos, es de base capitalista, de base burguesa o sea si nosotros revisamos la historia de la educación por ejemplo podríamos asociar el pensamiento de John Dewey con el tipo de educación que tenemos ahora, porque es una educación que aunque plantee contenidos y conceptos solidarios, revolucionarios por ejemplo con el patriotismo, el humanismo se contradicen en el método y la concepción pedagógica que sustenta ese contenido, el gran desafió de la educación cubana tiene que ser el desafió del amor, el desafió de construir las relaciones de afectividad como un concepto, cuando yo digo yo tengo que ser internacionalista no es por automatismo, sino porque yo tengo una necesidad imperiosa de compartir con el otro, ese es un debate que tiene la educación cubana, una educación que tendrá que renovarse porque si no dejará de existir, o la educación cubana se transforma o muere el sistema educativo cubano.

Uno de los síntomas de que las cosas en Cuba no marchan como suelen afirmar los discursos oficiales, es la incipiente pero tenaz capacidad de organización desde diversos sectores de la población y no entre las instituciones estatales[11]. Más que una afirmación categórica se trata del común denominador en las expresiones que exigen un cambio de rumbo, una verdadera opción por el pueblo, no por la élite revolucionaria; quienes conforman el proyecto Arteducando han logrado coincidir en este punto, en que hace falta un cambio en la manera de actuar de las personas, pasar de esperar todo desde arriba, a aprender a resolver en lo inmediato, aprender a autogestionar y a organizar autónomamente proyectos, trabajos, en fin, resignificar los principios socialistas y llevarlos a la práctica desde otro paradigma político. Gracias a la presencia de proyectos de esta índole es, hasta cierto punto, decepcionante, ver con toda precisión que muchas de las decisiones que se toman día a día vienen de “arriba”, o por lo menos esa es la respuesta que uno tiene cuando pregunta el porqué de las cosas, de los extraños mecanismos que permiten que todo se complique, se estanque. En menor medida, algunas muestras de hartazgo son ya evidentes y luchan por convertirse en algo más que quejas, la batalla está justo en este punto: cómo lograr que existan proyectos autogestivos y autónomos en una sociedad que está completamente invadida por el Estado[12]; los ámbitos, otrora de la vida cotidiana, que se aprendían a resolver en lo inmediato, ahora tienen que pasar por una larga serie de obstáculos de papeleo y de firmas, pese que a luego del triunfo revolucionario uno de los ejes formativos era justamente el de la capacidad para actuar, para ejercer el poder tantas veces negado. ¿Qué procesos se desencadenaron luego de 1959 para que la sociedad cubana actual necesite cambiar el rumbo de su actuar y comenzar a plantearse la urgencia de la autodeterminación? ¿Será este el paso para asegurar que la Revolución se refresque e impedir que se entierre en el olvido?

-Nunca te tomes la Coca-Cola del olvido…

-Ahora lo lamentable de esto es que muchos de los maestros que están en el sistema educativo no tiene conciencia de ello es decir son aplicadores del mismo sistema, en Cuba quienes están llamando la atención sobre los problemas educativos son los intelectuales, son los artistas porque han sido siempre la conciencia critica de una sociedad y yo tengo la convicción de que eso hay que cambiarlo ahora no basta sólo con que los intelectuales lo digan, tienen una necesidad desde la institución, desde la escuela de transformarse. Por eso que Arteducando también se conecta con esa necesidad social de hacer, de plantear una alternativa pedagógica y artística a la escuela, si nosotros planteamos esto, es porque en el sistema educativo formal no tiene cabida.

 


[1] Vale la pena mencionar brevemente las nuevas medidas resultantes del 6to Congreso del Partido Comunista de Cuba: la eliminación paulatina de la libreta de abastecimientos, la ampliación y flexibilización del trabajo en el sector no estatal, el paso de la centralización económica a un sistema descentralizado aunque con una planificación socialista, la permisión de la compra-venta de viviendas y automóviles, la entrega en usufructo de tierras ociosas a productores agropecuarios destacados, el otorgamiento de créditos a trabajadores por cuenta propia y a la población en general, la motivación desde toda la prensa de generar debates en la opinión pública, la limitación a un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años el desempeño de cargos políticos y estatales fundamentales. Para ver con precisión el resultado de este cónclave se puede consultar el “Informe del 6to Congreso del Partido Comunista de Cuba” elaborado por el Comandante Raúl Castro.

[2] Este proyecto es un esfuerzo que consiste en consolidar una red de trabajos comunitarios que tiene lugar en prácticamente todas las provincias cubanas, esta red designa a ciertos representantes (aunque eso no impide que muchas veces sean todas y todos los que participan en cada proyecto comunitario) para que se formen en un taller de corte más teórico (se comparten experiencias y se dan discusiones sobre temas concretos) y otro práctico que sea a su vez una experiencia concreta en una de las comunidades elegidas; este camino se recorre en cada región de la isla (occidente, centro y oriente)  con el objetivo de armar poco a poco un colectivo de experiencias educativas populares que tienen las prácticas artísticas como ejes del trabajo. Son quienes participan los que poco a poco se van apropiando del proyecto y comienzan a tener iniciativas de coordinación, participan en la logística, en la construcción de propuestas de trabajo.

[3] La Asociación Hermanos Saíz se presenta en su portal de internet como “una organización con fines culturales y artísticos que agrupa de manera selectiva y a partir de un criterio de voluntariedad a los más importantes escritores, artistas, intelectuales y promotores de todo el país, jóvenes hasta 35 años. La organización surge en octubre de 1986, cuando en el Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores, Artistas y Técnicos de la Cultura se decide fusionar la Brigada Raúl Gómez García compuesta por instructores, promotores y técnicos de la cultura, la Brigada Hermanos Saíz formada por escritores y artistas y el Movimiento de la Nueva Trova, con el propósito de estimular la creación artística y literaria.”

Esta organización ha resultado fundamental para la existencia de Arteducando ya que ha brindado su apoyo en la utilización de los espacios de la asociación, ha facilitado la logística de organización de los diversos trabajos del proyecto y ha contactado a los participantes a través de convocatorias específicas, también da una cobertura institucional a quienes de otra forma no la tendrían. Para mayor información consúltese: http://www.ahs.cu/

[4] La Campaña Nacional de Alfabetización de Cuba fue la primera gran aportación de la Revolución. Su desarrollo comprende desde el anuncio que hace el Comandante en Jefe Fidel Castro en un discurso dado en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de septiembre de 1960, hasta la declaración de Cuba como territorio libre de analfabetismo, el 22 de diciembre de 1961 en la Plaza de la Revolución. Este hecho permitió el desarrollo de un nuevo sistema educativo ya que dio una base común de lectura, escritura y manejo de las operaciones básicas de matemáticas inédito en América Latina hasta entonces y muy probablemente hasta la actualidad.

[5] Se ha especificado y analizado esta caracterización que hace Paulo Freire de cierto tipo de educación, en particular habla de un carácter opresor de la educación cuando ésta deposita conocimientos en los educandos pasivos. Consúltese Paulo Freire, La educación como práctica de la libertad, Siglo XXI, México, 2004. Y Freire, op.cit., 1974.

[6] La República Democrática Alemana (1949-1990) tuvo un primer periodo de transición escolar hasta antes de fundar su sistema educativo, dicho momento va desde su fundación hasta 1959, año en que comienzan a formalizarse leyes y enfoques pedagógicos, especialmente los que están referidos con el trabajo como eje formativo primordial y el carácter politécnico que definirá, además, la estructura que tendrá este nuevo sistema. Consúltese: Droit, Emmanuel, Vers un homme nouveau? L’education socialiste en RDA (1949-1989), Presses Universitaires de Rennes, Rennes, 2009.

[7] El Partido Comunista Cubano se funda el 3 de octubre de 1965, luego de un proceso de unificación de las distintas organizaciones políticas de izquierda existentes luego del triunfo de 1959 y de un proceso de depuración de las mismas contra el “sectarismo ideológico”.

[8] Esta periodización es propia, está delimitada a partir de establecer como criterios, en primer lugar, el triunfo revolucionario y en segundo lugar el comienzo del periodo de polémicas culturales que culminan en el Primer Congreso de Educación y Cultura en 1971, momento en que tienen lugar persecuciones, censuras, definiciones y una constante discusión sobre las distintas ideas acerca de la educación y la cultura revolucionarias.

[9] Consúltese, González González, José Pedro, “Desarrollo de la educación en Cuba después del año 1959” en Actualidades Investigativas en Educación, Instituto de investigación en Educación/UCR, Costa Rica, 2009, Vol. 9, no. 2, pp.1-28, revista electrónica: http://revista.inie.ucr.ac.cr

[10] “Viva Cuba Libre” Los Aldeanos.

[11] Hablo específicamente de los intentos por conformar colectivos, organizaciones sectoriales, movimientos sociales; sin embargo no quiero dejar de mencionar que se trata de los artistas (pintores, músicos, cineastas, fotógrafos, escultores, dramaturgos, entre otros) quienes han avanzado con mayor claridad en este sentido, son quienes se han percatado –y es perceptible en sus definiciones identitarias y sus propuestas- de que hay un camino largo en la búsqueda de una vida mejor. Tal vez sea por ello, y por su experiencia bajo el verticalismo reinante, que han optado por impulsar procesos autónomos para comenzar a enfrentar los retos políticos, económicos y culturales que tiene Cuba actualmente. No siempre mantienen un diálogo con las instituciones oficiales, pero cuando lo hacen siempre es a través de intermediarios o bien simplemente se mantienen en un nivel subterráneo de acción.

[12] Recomiendo ampliamente la lectura y análisis del trabajo colectivo Pensar las autonomías, editado por Sísifo Ediciones/Bajo Tierra Ediciones/JRA en 2011, en el cual se plantea una discusión bastante interesante sobre los usos, acepciones y problemáticas de las autonomías. A partir de los ensayos de varios autores, se hace una revisión crítica del uso del término en las décadas recientes, y como elemento particular, la posibilidad de entender la autonomía como una posición enfrentada, incluso, con posiciones rígidas desde la izquierda gobernante en América Latina.